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18 noviembre 2010

Santa Ana de Coro, Patrimonio Mundial en Venezuela

Mas conocida como Coro, esta ciudad histórica venezolana es capital del municipio Miranda y del Estado de Falcón en el noroeste del país, y un importante centro cultural con cientos de edificios históricos de la época colonial. Fundada en 1527 por el español Juan de Ampiés, en su casco histórico podremos descubrir una hermosa arquitectura con influencias del mudéjar que se combina con gustos locales, además de la influencia holandesa aportada por las islas vecinas de Curazao y Bonaire, a través del activo comercio que mantuvo esta ciudad con las islas.

Santa Ana de Coro fue declarada Patrimonio de la Humanidad junto a su puerto La Vela, por ser el único ejemplo subsistente de una fusión lograda de las técnicas y estilos arquitectónicos autóctonos, mudéjares españoles y holandeses.

Así, el Centro Histórico de Coro que abarca alrededor de unas 100 hectáreas, resulta un sitio encantador para recorrerlo a pie, tranquilamente por sus calles empedradas, donde iremos descubriendo paso a paso sus construcciones de estilo colonial, disfrutando de su encantador ambiente que parece detenido en el tiempo.

En sus antiguas construcciones, el adobe y la madera constituyeron el material básico empleado, mientras que la piedra se utilizó como elemento decorativo de las portadas o zócalos, puesto que en aquella época era un material escaso y bastante caro. Entre sus casas civiles que se destacan se encuentra la Casa del Sol, Casa de los Arcaya, la Casa de las Ventanas de Hierro, que son ejemplos de la arquitectura colonial, donde se observa una gran portada, las ventanas con rejas a la calle, el enorme patio con galerías sostenidas por columnas. Las balaustradas de madera, muchas veces torneadas, le otorgan a la casa un efecto casi teatral.

Varios templos religiosos como la Catedral de Coro, la Iglesia y Convento de San Francisco, Iglesia de San Clemente, entre otros edificios e históricas casas. Además del Puerto de La Vela que resulta también un grato paseo cultural, con sus calles empedradas y estrechas, junto al caserío multicolor, son una buena muestra de la sencilla arquitectura donde reinaba el adobe, la madera y los tejados de barro cocido. Muy cerca, otro sitio pero natural esta vez, son las dunas de Coro.

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