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28 marzo 2009

Saltos de Monday: Naturaleza en Paraguay

Si usted desea parajes diáfanos en su rutina, con laxantes naturales para el alma, rodeados de virgen flora y fauna, Paraguay nos brinda esta ocasión con sus majestuosos Saltos de Monday, ubicados en el parque municipal que lleva el mismo nombre, en el distrito de Presidente Franco, Departamento de Alto Paraná. Considerados una de las joyas naturales más emblemáticas de Latinoamérica, los mencionados saltos se llevan cada temporada los mayores aplausos y admiraciones de los turistas, en especial de los visitantes amantes de la ecología y biodiversidad.

Si se desea llegar a ellos, los medios de transporte guaraníes se encuentran aptos para su cometido. El buen estado y mantenimiento de la carretera que articula Saltos del Guiará con Presidente Franco le permitirán disfrutar de la verdosa y sensacional antesala a Monday. Luego, a la entrada del viaducto del kilómetro cuatro en Ciudad del Este, se dirige hacia el sur, y luego de recorrer diez kilómetros más, va hacia la mano derecha donde aparecerá un aviso, que es donde hallará el inicio hacia la aventura.

Con sus más de ocho hectáreas y su conmovedor y fresco clima, los saltos están complementados por una vegetación realmente abundante y de diversidades notables de vida. Y la panorámica es vista en todo su esplendor desde unos miradores próximos a los saltos, lo cual es una alternativa para los visitantes que deseen imágenes eternas con la cámara fotográfica. También se puede estar allí, en especial con pareja, en los crepúsculos y atardeceres: todo un monumento por inmortalizar con un flash.

Con sus más de cuarenta metros de altura, imponentes para la visión humana, se confeccionan de tres caídas matrices con algunas más menores, donde se despiden cerca de la desembocadura del Río Monday, esencial afluente de la margen derecha del de Paraná. Prodigios visuales derivados de la cascada espumosa con tonos níveos y dorados; el llamado al placer del sonido que emite la caída de las aguas sobre pedruscos de ingente imagen, o el espectacular vaho que emana de aquellas, son algunos de los tesoros ocultos de este pedacito del mundo.

Y claro, lo deportes que usted pueda imaginar están aquí. Así como puede darse un chapuzón en sus aguas cristalinas, también puede practicar el canotaje, siempre con precaución en las temporadas que recomienda la alcaldía antes mencionada. Y tal es así que diversos personajes de la farándula paraguaya, y sobre todo futbolistas conocidos de aquel país, han hecho de los Saltos de Monday su opción favorita en la llegada de las fiestas de fin de año.

¡Venga! Paraguay, cuna de la naturaleza viva y eterna le espera con los brazos más que abiertos. Saltos de Monday es una buena excusa para salir del estrés y robarle unos minutos a sus parajes y arquitecturas en que la mano del hombre fue, puramente, espectadora.


Bolivia: Entre anacondas y delfines rosados

Un sueño reparador y en pie a las 7.30 horas para completar un plan sugerente. Ir en busca de la temida anaconda en la selva boliviana. No fue fácil encontrarla. Su cuerpo huidizo y la escasez de charcos en los que viven dificultaron su búsqueda. El brillo del rocío pronto dio paso a un sol que derretía. Dos horas y media de caminata por la sabana tuvo su recompensa. Una anaconda de escasos dos metros se enrolló en las piernas del guía para nuestro disfrute. Pueden matar a un hombre, ésta no, por suerte. Nosotros no pudimos tocarla, los repelentes que usamos para ahuyentar (es un decir) a los mosquitos le mataría. Son muy sensibles al contacto con la piel.

Con el objetivo cumplido, las miradas al regreso pusieron más atención a todo aquello que nos rodeaba, como esa piel mudada de una serpiente, al esqueleto de un mono que yacía sobre el tronco de un árbol, o esa amenazante colmena repleta de abejas. Por el pasto llegamos a una nueva laguna rodeada de azules flores que reposaban sobre el agua. Las sorpresas del día no habían concluido.

De nuevo en el bote, la siguiente parada sería un baño junto a delfines rosados. Por fin tendría la ocasión de verlos e incluso de sentirlos. En una zona donde el río se ensancha en forma de meandro, se detuvo la barca. En ese instante, un caimán que descansaba en la orilla saltó hacia el agua en nuestra dirección de forma estruendosa. ¿Acaso sería allí dónde íbamos a sumergirnos? La respuesta afirmativa del guía no resultó tranquilizadora. “Donde están los delfines rosados, no están los caimanes. No hay nada que temer”.

Esperanzada, pero con recelo de que así fuera, me tiré a al agua. Ese color chocolate del río impedía ver cuál era la ubicación de los delfines, tan sólo sus resoplidos’ alertaban de que estaban muy cerca. Pero pronto se volvían a sumergir y les volvías a perder de vista. Un juego sin fin que duró algo más de una hora. No te tocan, al menos que sientan que eres su amigo’, en ese caso te mordisquean los dedos de los pies. Es cuestión de confianza. La misma que tienes que tener de que los caimanes que te observan desde la orilla no se van a arrojar hacia donde tú estás.

Concluida esta experiencia, el sol iba cayendo. Rojo potente se escondió entre la maleza, iluminando de una forma muy especial el horizonte. Ya por la noche surgió el espectáculo: la vida nocturna de los caimanes estaba a tan sólo dos palmos de nosotros. Iluminar con linternas los cañaverales y las orillas de los ríos fue descubrir esos ojos rojos, amenazantes, ensangrentados, como si de bombillas se tratara. Una exhibición que enmudece las palabras.

Por Mar Peláez

Los europeos podrán recorrer libremente Centroamérica

Hace poco hablábamos de El Salvador, un país centroamericano que quiere expandirse como destino de ecoturismo, y además brinda una riqueza cultural vasta, producto del crisol entre los mayas y los colonizadores españoles. Estas características son extensivas a toda la región, aunque cada país tiene su impronta propia. Y la buena nueva, es que los europeos tendrán libre tránsito por Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, evitando tediosos trámites de aduana al recorrer toda esa zona del continente americano.

La noticia fue hecha pública por Marisol Argueta de Barillas, canciller salvadoreña, y alcanza a quienes tengan visa de Europa -espacio Schengen-, de los Estados Unidos o de Canadá.

La Comisión de Homologación de Visas, con miembros de los cuatros países, decidió tomar esta medida hace apenas algunos días, con el fin de fomentar la industria turística en la región.

Para Argueta, este es “un nuevo paso importante en la integración migratoria y en la apertura del país al mundo”.

Vía: Expreso

23 marzo 2009

Argentina: Un castillo y mil leyendas

Como un vigía, en un lugar inesperado, el Castillo de Mandl domina el paisaje serrano de Córdoba. Imponente, se encuentra rodeado no sólo por una magnífica postal de La Cumbre sino por su propia historia, en la que no faltan las leyendas.

En pleno Valle de Punilla se levanta el último reducto en la Argentina del millonario austríaco Fritz Mandl. Allí vivió por temporadas con sus últimas dos esposas al llegar como refugiado con su Rolls Royce y una tonelada de oro en lingotes. Y tras su muerte en Viena, en 1977, se desató una guerra por su herencia que culminó con la remodelación de la residencia y su reciente apertura al turismo.

Como si no bastara con sus bellas mujeres y su adinerado entorno social, Mandl le imprimió al Castillo el inconfundible sello del diseñador francés Jean Michel Frank. Sí, el cultor del minimalismo en el siglo XX. De la mano de Frank, de Diego Giacometti y el mobiliario de la prestigiosa Casa Comte, fueron eliminados los elementos que caracterizaban al lugar como una fortaleza más que una residencia y logró un estilo muy de avanzada para los años 40.

Los salones y las suites del castillo, por donde han pasado personalidades históricas y de la nobleza a lo largo de los años, se caracterizan por su equilibrio de elegancia y confort. A su vez, cada habitación es única, tanto en su mobiliario como en su estilo.

Con 2 mil metros cuadrados cubiertos y 11 hectáreas de extensión, el lugar convoca en muchos sentidos. Atrae a los visitantes que gustan de la buena gastronomía y del silencio en medio del verde de las sierras, tanto como a los devotos del turismo aventura o del golf. Y por supuesto, a los expertos en historia, arte, diseño y cine.

Precisamente, a cinco minutos del Castillo se encuentra La Cumbre Golf Club. Fundada en 1924, esta cancha típicamente inglesa cuenta con 18 hoyos en un entorno natural más que saludable. En tanto, el trekking, las cabalgatas, los circuitos en bicicleta y el parapente son algunas de las opciones de recreación al aire libre que el visitante puede disfrutar durante su estadía.

Todo es historia

Para conocer los orígenes del castillo no hay que remontarse muy lejos en el tiempo. Sólo hasta 1930, cuando el médico rosarino Bartolomé Vasallo lo mandó a construir como residencia veraniega. Por aquellos años, su estructura ostentaba torres y almenas y era conocido como "el fuerte". Pero sólo una década más tarde pasaría a manos del millonario austríaco Fritz Mandl.

Como si se tratara de un personaje de película, Mandl tuvo una vida tan agitada y polémica como difícil de sintetizar. Podemos empezar por contar que heredó una fábrica de armas en Austria con la que ayudó a pertrechar a la Alemania de Hitler. Sin embargo, llegó a la Argentina a mediados de la década del 40 huyendo del nazismo.

Hijo de un padre judío y una madre católica, Mandl se casó en segundas nupcias con la actriz vienesa Hedy Lamarr, que filmó el primer desnudo total de la historia del cine. Mandl lucía siempre un clavel rojo en la solapa, fumaba sólo cigarros Havana y coleccionaba trajes (llegó a contabilizar 278). Además, le vendió armas a Francia y Suecia, a Alemania y Hungría, a Polonia y Suiza, y a los dos bandos durante la Guerra Civil Española, entre tantos otros países.

Como en la guerra, para Mandl en el amor también valía todo y tuvo más amantes que esposas, que fueron cinco. Se casó por cuarta vez con la argentina Gloria Vinelli y por último, con Monika Brueckelmayer. Luego de la muerte de Mandl en Viena en 1977, el Castillo cerró sus puertas durante largos períodos hasta que comenzó su restauración para devolverle el esplendor de antaño.

El Castillo funciona como hotel desde enero de 2007, ofreciendo un refugio lleno de historia y tranquilidad. Y un silencio que guardan sus muros, guardianes fieles de tantos secretos...

El Salvador se propone como destino ecoturístico

Latinoamérica está repleta de sitios de naturaleza exuberante y paisajes variados, lo que la hace un sitio ideal como destino para quienes adscriben al Turismo de Aventura, que combina muchas actividades al aire libre y prácticas deportivas.

El Salvador quiere atraer este nicho de turistas y para ello se ha lanzado a la web una página que nos brinda la información que necesitamos para llegar hasta allí y disfrutar de unas ecovacaciones únicas.

El Salvador combina naturaleza con cultura, en la que se intersectan el gran legado maya y la herencia de la colonización española.

Este país es perfecto para quienes desean huir de los grandes conglomerados turísticos y buscan tranquilidad plena, a través de la búsqueda de destino poco convencionales.

Vía: Gadling

Argentina: San Luis el encanto de las sierras

Los paisajes de Potrero de los Funes conforman una postal que seduce a primera vista. Ya desde la entrada, la imagen del dique es impactante. La ruta 20 se interna por la Quebrada de los Cóndores, un angosto desfiladero entre las sierras de San Luis, tallado como a hachazos sobre las inmensas paredes de roca desnuda. Luego, el paisaje se transforma y aparece la serena imagen del lago y el valle serrano, con su hermosa paleta de colores -el ocre de la tierra, el azul de las aguas y el verde de la vegetación- y las casas desparramadas en las laderas, el centro cívico y el enorme hotel.

El Potrero, como lo llaman los puntanos, está ubicado a 17 kilómetros de la capital de San Luis y es uno de los destinos turísticos que más está creciendo en la provincia. La zona goza de un microclima privilegiado: pocos vientos, temperaturas agradables casi todo el año, cielo límpido y mucho sol, y todo conjugado con las sierras, el lago, las hosterías, los balnearios y los circuitos para emprender caminatas.

Los Funes fueron una de las primeras familias que se instalaron en el valle, a comienzos del siglo XIX y le legaron el nombre. En 1860 se construyó el dique sobre el río Potrero (destruido por una creciente, reconstruido en 1876 y reemplazado en 1927 por el dique actual), que dio origen al lago, a cuyo alrededor crecieron balnearios, recreos, hosterías, cabañas y el hotel internacional Potrero de los Funes, casi un emblema de la villa.

El lago es un derroche de serenidad y vida, con chicos jugando, chicas tomando sol y grupos haciendo picnic, porque hay varios sitios forestados en las orillas, además de bungalows, campings con todos los servicios (varios con piscina) y bares para saborear platos típicos. Las aguas son cálidas, ideales para practicar deportes náuticos. Ya desde la mañana temprano hay gente practicando esquí acuático, buceo, windsurf, navegación a vela y jet ski o pescando pejerreyes y carpas.

De noche, algunos recorren la costanera en bicicleta, mientras las calles se pueblan de espectáculos artísticos, artesanos y restaurantes con mesitas en la calle.La villa es típicamente serrana, con casitas y pequeñas hosterías escondidas entre las arboledas y, dominando el paisaje, el hotel, donde se alquilan canoas, motos de agua, mountain bike, caballos y equipos de pesca.

Programas para todos

Entre las actividades que se pueden realizar en la zona, son típicos los recorridos en botes y canoas por el lago, las travesías en bicicletas de montaña por las planicies de los valles, las cabalgatas por las sierras -entre quebradas y arroyos bordeados por una tupida vegetación- y las caminatas, con vistas panorámicas increíbles.

Para los más osados, la Quebrada de los Cóndores ofrece escarpadas laderas de granito de 350 metros de altura, una delicia para los amantes del rappel y la escalada, que pueden disfrutar además del espectáculo de los halcones que surcan el cielo siempre azul.

El rumor de las cascadas

Una botella de agua, protección para el sol y un traje de baño es todo lo que se necesita para remontar la pendiente del río Potrero, un paseo de dos horas que ofrece una fantástica panorámica de la villa y varios piletones naturales para nadar o pescar. Por atrás de la capilla del pueblo sale el camino que desciende al río Los Molles, un afluente del Potrero que atraviesa pintorescas quebradas. El río Las Balsas -también afluente del Potrero- nace en las sierras como manantial y corre por un cauce muy estrecho, formando saltos como el del Arco Iris y el de la Moneda. Un badén atraviesa el río Potrero y aparece un sendero que conduce aguas arriba hasta el salto, en un paseo de dos horas.

Por el camino entre vallecitos y quebradas, de pronto se escucha el rugido del salto de agua de entre 12 y 15 metros, que cae en dos ollas transparentes y frescas. Queda claro por qué se lo llama Salto de la Moneda: la luz del sol produce sobre las rocas con alto contenido de mica el efecto de una infinidad de monedas plateadas bajo el agua.

Dando la vuelta completa al lago sale el camino que lleva a El Volcán, una localidad con hotel y camping. Allí, el balneario La Hoya ofrece piletas naturales y saltos de agua de poca profundidad, una suerte de jacuzzi de la naturaleza rodeado de sierras.

Los lugareños aseguran que "a El Volcán siempre se vuelve". Desde allí se llega a Cruz de Piedra, el segundo embalse de la región, con un pequeño centro náutico y club de pesca. Si el estado físico lo permite, algunas travesías a los cerros valen la pena, como la del cerro Valle de Piedra, uno de los más altos del Potrero (conviene ir con guía, porque hay que caminar unas ocho horas por una huella que bordea el río Los Molles) o la del Retana y el San Ignacio, a los que se accede a caballo o trekking.

No conviene perderse la travesía a las Cumbres, una ruta de montaña de 11 km que une Potrero de los Funes con Las Puntas, entre las majestuosas panorámicas de las sierras de San Luis.

19 marzo 2009

Trucos para ahorrar en tus viajes

El gasto de un viaje depende del viajero. Es cierto que hay destinos más económicos y que nos lo ponen más fácil a la hora de reducir nuestro presupuesto y otros en los que organizar un viaje por nuestra cuenta y huir de las ‘tarifas turista’ es más complicado. Ahora bien, si quieres viajar y no tienes un presupuesto alto, es posible y no siempre hay que recurrir a tácticas de ‘mochilero extremo’.

Si tenemos en cuenta algunos detalles clave y reducimos un poco nuestro nivel de exigencias y comodidades, se nos abren multitud de caminos y países por descubrir.

Trucos para ahorrar en tus viajes:

- Intentar no comer en los aeropuertos. Los precios siempre son abusivos y la calidad deja mucho que desear, así que si no es imprescindible, come antes de ir al aeropuerto o espera hasta llegar a la ciudad.

- Evita comprar y comer en las zonas que identifiques como ‘turísticas’. La factura puede duplicar el precio que pagarías en un local unas cuantas calles más alejado del centro.

- Siempre que puedas, viaja por la noche, así te ahorrarás el alojamiento de ese día. Muchos trenes realizan trayectos en coches cama relativamente confortables, e incluso algunas compañías de autobuses cuentan con vehículos muy bien preparados para dormir con mucha comodidad. En Estados Unidos, algunos países de Centroamérica o Sudamérica existen estos servicios, un poco más caros que el standard, pero más barato que si lo sumas a lo que te costaría la noche de hotel. El inconveniente, es que no verás el paisaje durante el trayecto.

- Limita las extracciones en los cajeros. Ten en cuenta que cuando sacas de un cajero automático en otro país sueles pagar un fijo más una comisión de la cantidad que has extaído. Organizate de manera que puedas sacar dinero para un par de semanas, así también podrás controlar mejor tus gastos. Además, en algunos países, ir a sacar de un cajero supone un plus en el riesgo de tener algún percance y que te atraquen, es mejor si reduces las posibilidades.

- Informate periódicamente de la cotización de la moneda del país, te será útil para no caer en timos al realizar cambios de divisas o sufrir comisiones abusivas. Cuando cambies moneda o hagas extracciones en el banco, calcula los días que estarás en ese país y tu gasto diario aproximado, si a tu partida tienes demasiado dinero, tendrás que volver a pagar comisiones de cambio.

- Aunque regatear puede convertirse en un tedio, en muchos países forma parte de su cultura y tienes que participar en el. Además, el precio ofrecido en una primera comunicación puede ser el doblo o tríple del real, aunque te parezca poco si lo cambias a tu moneda, obtener precios justos es vital si has decidido viajar a ese país precisamente porque no te costaría mucho el día a día.

- Para los viajeros interesados en conocer a otras personas durante sus viajes, iniciativas como Couchsurfing o Hospitality Club te permitirán dormir gratis gracias a la hospitalidad de tu anfitrión, y además tendrás la oportunidad de descubrir un país a través de sus ciudadanos, ¡seguro que te dan unos cuantos consejos útiles!

- 4 personas es el número mágico para viajar más barato. Te permite contratar tours sólo para vosotros y así tener opción a decidir el itinerario y actividades, también facilita la opción de alquilar un coche a un menor coste por persona o contratar un trayecto en barco con los locales. Si no consigues reunir a cuatro personas, viajar con un acompañante también abarata costes, ya que siempre suele ser más económico reservar una habitación doble que una de uso individual.

- Si puedes alojarte en un hostel con derecho a uso de cocina o decides recorrer un país en caravana, podrás moderar el gasto en comidas y combinas tus incursiones en la gastronomía local con algunas comidas preparadas por ti mismo con artículos que compres en los supermercados, ¡es una buen forma de ahorrar! O incluso, reducir el gasto para luego poder permitirte quizás un restaurante mejor.

- A la hora de buscar alojamiento, infórmate antes de llegar al destino en una guía o a través de Internet de la zona donde te gustaría alojarte, dónde estás los hoteles más económicos e incluso formaliza la reserva antes de llegar, así no caerás en la manos de los cazadores de turistas que esperan en estaciones y aeropuertos que cobran comisiones de los hoteles por llevarles clientes, por lo que tú acabarás pagando más por tu habitación. Es cierto que también conviene compara in situ, sobre todo en los lugares donde hay diferentes opciones de alojamiento en una misma zona, así podremos visitar las habitaciones e instalaciones del alojamiento, en este caso, evita dejarte arrastrar por los captadores de turistas y muestrate firme diciendo que ya tienes una reserva, dirigiéndote al transporte público o a los taxis oficiales que te llevarán a la ciudad.

- Aunque habíamos dicho que estos trucos no implicaban convertirse en ‘mochilero extremo’, si vas a realizar un viaje largo y visitas países preparados para la acampada, nunca está de más llevarse una tienda de campaña ligera e incluso barata, así si la pierdes o la tienes que dejar en algún sitio, no lo sentirás. Aunque la tienda es opcional, llevar un saco de dormir de tela (uno abrigado si viajamos a un país frío) siempre es una apuesta segura, tanto para hostales como para transportes largos.

- Y sobre todo, evita compras compulsivas. Cuando visitamos un país, todo nos parece novedoso y muy tentador, pero una vez de regreso, no encontramos ni una utilidad ni un buen lugar para nuestras compras y la mayoría de estos souvernirs acaban almacenados en cajas.

Estos son algunos consejos generales que pueden ayudarnos a reducir nuestro presupuesto a la hora de viajar, pero siempre hay recomendaciones más específicas dependiendo del destino o del tipo de viajes.

Via: 3viajesaldia

Una favela de Río será el emplazamiento de un complejo turístico de lujo

Las favelas son los barrios más pobres de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, conocidos en todo el mundo por ser populosos y también peligrosos.

Pero ahora un inversor alemán ha elegido el barrio carioca de Vidigal, una favela con una panorámica maravillosa de la ciudad, para convertirla en el sitio de un complejo turístico de lujo. El proyecto Vidigal Feliz, tal como su gestor Rolf Glaser lo ha denominado tiene como particularidad el objetivo de mejorar la calidad de vida de los residentes del suburbio, instando a los turistas que se alojen allí a gastar dinero en la zona, a partir de una infraestructura comercial.

Glaser piensa levantar 10 resorts de lujo en la cima del morro donde se encuentra Vidigal, rompiendo con el esquema del visitante que “entra, ve la miseria y se va”, según sus propias palabras.

También, hay muchos ciudadanos brasileños que temen a las especulaciones y no creen en las buenas intenciones del inversor. El tiempo dirá si estamos ante un modelo de negocio turístico sustentable y respetuoso del entorno, o es sólo un negocio inescrupuloso más.

Brasil: Praia do Rosa, la bella bahía y el mar azul

Hay cambios, es cierto. La Praia do Rosa de hoy está lejos de parecerse a la de mediados de los setenta, cuando comenzaban a desembarcar los primeros hippies, ante la atenta y cordial mirada de los locales. Pero, por suerte, la esencia no se perdió. Y al parecer, pasará mucho tiempo hasta que este paraíso de arenas blancas, resguardadas por unos salvajes morros verdes, vecinas del transparente mar y cálidos lagos, deje de ser considerada como una de las 10 bahías más hermosas de Brasil.

Naturaleza virgen

La consigna de los lugareños es clara: mantener la naturaleza intacta. A partir de esto se entienden las diferencias con la clásica y cercana Florianópolis (a 70 km).

Aquí el invierno pasa desapercibido: la temperatura oscila entre los 25 y los 35 grados todo el año. Esto resulta ser un imán más para atraer a los turistas. Sí, sólo uno más, porque son innumerables los encantos de este destino con aires de villa de pescadores.

Sin dudas fue más una adaptación que una transformación la que sufrió Praia do Rosa en los últimos años. Al principio, eran más las familias que llegaban en busca de un lugar tranquilo y seguro para descansar con sus hijos en el verano. Para eso, las amplias posadas, como Vida, Sol e Mar y Caminho do Rei, estaban preparadas para recibirlos. Más tarde, cuando fue ganando popularidad, llegaron los jóvenes. Y con ellos, la movida nocturna, con diferentes bares y boliches, como Pico da Tribu, Jamaica o Mar del Rosa, que mantienen su vigencia en plena temporada alta. Ahora, en la baja (de marzo a junio), el panorama muta en Praia. No hay chicos ni adolescentes. En esta época, el silencio sólo se ve interrumpido por el rumor del mar. Muchas parejas llegan en busca de una tranquilidad soñada. Y no sólo de eso. También se transforma en la preferencia de los más gasoleros, que se encuentran con tarifas más económicas.

En la playa, ya desde temprano, cerca de las 9, los cuernos de los bueyes se asoman entre la vegetación. De a dos, tranquilos y fuertes, tiran de una carreta que lleva las tablas hasta la escuela de surf ubicada en el centro de los 2.600 metros que tiene la playa.

A medida que se va acercando el mediodía, los visitantes van acomodando sus lonas y sombrillas. Para unos, la jornada se disfruta con caminatas o trotes. Para otros, con surf, windsurf y kite. Los más aventureros optan por conocer, embarcados, otras costas cercanas, como la de Ferrugem, la de Guarda do Embaú o la de la deslumbrante Ilha do Papagaio, y hasta se atreven a investigar el mundo acuático, buceando o practicando snorkel.

También hay quienes simplemente prefieren contemplar el sol y el mar o las lagunas saladas -formadas por pequeños ríos y aguas de lluvia- y saciarse con algunos choclos y cervezas.

Al atardecer surgen otras actividades que aprovechan quienes todavía tienen algún resto de energía. La cabalgata por las selvas que descansan en los morros es la preferida. Aunque algunos también salen a caminar por las estrechas y empinadas calles hacia el pequeño centro comercial.

Los que buscan relajarse en las posadas, toman masajes, beben alguna caipirinha en las piletas o recuperan algo de sueño enroscados en las hamacas paraguayas.

Cuando se pone el sol, aparece un atractivo que ha evolucionado a pasos agigantados en esta zona: la gastronomía. Uno de los restaurantes lujosos más visitados es Tigre Asiático. Decorados balineses y tailandeses, con imágenes de Buda, rompen con el modelo brasileño. La cocina fusiona comidas típicas de Japón, Tailandia e Indonesia. Para recomendar, la sopa a base de langostinos y como plato principal fideos salteados tailandeses, con una mezcla de camarones frescos y secos. El que pretende algo más tradicional, la opción es la pizzería La Rueda, con una decoración de estilo rústico. Las pizzas son a la piedra y bien crocantes. Como sugerencia, la pizza hecha con muzzarella, peperoni, rúcula y tomates secos.

Praia do Rosa está hecha para disfrutar de todos sus atractivos. Por eso, el encanto de su pueblo, su bella bahía y ese mar tan azul invitan a buscar cualquier excusa para no abandonarla o, al menos, para volver.

15 marzo 2009

Sitios óptimos para avistar pingüinos

Los pingüinos son animales curiosos y simpáticos. Al moverse en grandes grupos, es natural que despierten el interés de turistas, de adultos y niños, ya que uno puede pasarse horas observándolos.

Pero no hay que confundirse: para encontrar una colonia de pingüinos no hay que internarse en las heladas extensiones de la Antártida, sino que el Hemisferio Sur ofrece varias opciones para ir a verlos.

Isla Magdalena, Chile: esta formación rocosa en el Estrecho de Magallanes es el hogar de 50.000 parejas reproductivas, de la variedad de pingüinos de Magallanes. Luego de un trayecto en ferry de una hora desde Punta Arenas.

Islas Galápagos, Ecuador: la especie más boreal de esta variedad de aves se encuentra aquí, pero se comportan exactamente igual que sus parientes de climas fríos.

Boulders Beach, Simon’s Town, Sudáfrica: es una exótica y tropical playa rocosa, hogar del pingüino africano. Se llega a sus colonias a través de un sistema de pasarelas. En las cercanías hay playas bellísimas también para nosotros.

Isla Philip, Australia: a sólo 90 minutos de Melbourne, el Parque Natural de la isla de Philip ofrece “el desfile de los pingüinos”, donde vemos a los pequeños pingüinos azules regresar a casa.

Vía: Intelligent Travel Blog

Brasil: San Pablo con niños

Totalmente energética puede ser su visita a la metrópolis paulista.

Zoo Safari

Cuatro kilómetros de recorrido ofrece este safari, en un espacio de 80 mil metros cuadrados, en plena Mata Atlántica. Más de 350 animales de 42 especies distintas, tanto nativas como exóticas, viven libremente en este lugar (distintos tipos de monos, tigres, leones, jacarés, hasta una ¡llama!).

Hopi Haw

Este parque de diversiones, a 35 minutos del centro de Sáo Paulo, simula ser un país, con capital, bandera e himno. Está dividido en cinco espacios temáticos, cada uno con sus propios juegos y espectáculos. Por ejemplo, Wild West recrea el lejano oeste americano, con cantina, indios y cowboys. Pura fantasía. Revise el sitio web para precios y promociones de entradas.

Wet´n wild San Paulo

Para pasar el calor, este entretenido parque acuático ofrece ¡siete millones de litros de refrescante agua! Tendrá que tomarse un día completo para poder disfrutar de las múltiples atracciones que ofrece. Además, hay mini toboganes para los más pequeños. Revise el sitio web para precios y promociones de entradas.

O mundo Da XUXA

La famosa cantante-modelo-actriz Xuxa, éxito en los ‘80 y ‘90 en América Latina, tiene su parque de diversiones con juegos como montaña rusa, carrusel, fábrica de chocolates, muro de escalada, tienda y más.

Museu Instituto Butantan

El principal centro de investigación científica del país, creador de vacunas y sueros antivenenos, tiene un museo para conocer y observar los propios animales sobre los que investigan: serpientes, lagartos, arañas y escorpiones. Además, un museo de microbiología y otro histórico.

Via: viajesdestinos

Al hacer operaciones por Internet, deben estar alertas en el momento de hacer clic

Hace unos meses, un viajero alemán decidido a organizar todo su viaje por Internet, quiso comprar online cuatro pasajes para volar desde la ciudad de Stuttgart, en Alemania a San José, en California, Estados Unidos. El problema fue que, sin darse cuenta, hizo clic en la ciudad de San José, capital de Costa Rica. Comprendió su error al hacer el check in en el aeropuerto alemán: recién entonces, con las valijas a cuestas y un pie en el avión, advirtió que su clic erróneo le costaría caro: tuvo que abonar unos nueve mil euros para cambiar el rumbo y volar, efectivamente hasta California, su destino soñado. La justicia alemana fue muy clara y terminante al respecto: "quien toma las ventajas de las reservas por Internet, también asume el riesgo de hacer un falso clic".

Comprar por Internet tiene muchas ventajas y los viajeros saben que en la Web podrán encontrar gran parte de la información necesaria para organizar sus viajes: cómo ir desde el aeropuerto al centro de la ciudad, qué visitar, reserva de hoteles, pasajes en avión o alquiler de autos, recomendaciones de otros viajeros, etc. Sin embargo, a la hora de adquirir algún producto hay que prestar especial atención para evitar confusiones como la narrada.

En la Asociación Argentina de Derecho del Turismo (AADETUR) cuentan que estos casos suelen ser bastante comunes. Hace poco recibieron, por ejemplo, el reclamo de una pasajera que había reservado, vía Internet, una habitación doble en un hotel en Mar del Plata para alojarse entre el 16 y el 23 de enero. Abonó el total con su tarjeta de crédito y, a través de la Web, obtuvo un número de confirmación y un voucher electrónico. La mujer se alojó sin problemas. Sin embargo, el mismo 23 de enero, mientras desayunaba se le ocurrió pensar que quizá esa noche no estaba incluida en la reserva que había realizado. En la recepción su temor se hizo realidad: su reserva era hasta las 12 de ese mismo día; la noche del 23 no estaba incluida. "Verificamos la página del establecimiento en la que se demuestran los plazos de reserva. Como es habitual en los sistemas de reservas, los plazos del alojamiento se cuentan desde el día de entrada hasta el día de la salida, fecha en la que el pasajero debe abandonar el establecimiento a la hora indicada que, usualmente, es a las 12", explica Andrea Celi, abogada especializada en turismo y miembro de AADETUR y agrega: "Por esto no puede determinarse incumplimiento contractual, ya que el hotel prestó el servicio de acuerdo con lo pactado".

Si bien en los casos mencionados el error fue claramente de los pasajeros, vale tener en cuenta algunos consejos a la hora de adquirir servicios vía Internet, se trate de sitios Web de líneas aéreas, hoteles o agencias de viajes: averiguar la trayectoria de la empresa, quién está detrás del sitio online, qué alianzas tiene, información ofrecida, condiciones de reservas, disponibilidad online y políticas de cancelación.

Los sitios de reservas y pagos online deben exhibir el "candadito" (certificado de autenticidad). Desconfíe de las páginas que, para hacer reservas, derivan a otro sitio o que solicitan el número de tarjeta de crédito.

11 marzo 2009

¿Para qué sirve un foro de viajes?

Dependiendo de lo que busquemos y de lo que queramos conseguir con el viaje, podemos optar por utilizar o no determinadas herramientas web.

Acualmente, existe una tendencia muy desarrollada y mayoritaria que investiga y estudia antes de acudir al destino, las curiosidades o las cosas que se pueden hacer en esa ciudad.

Es habitual, que cuando acudimos a nuestro destino ya sepamos los lugares que hay que visitar, los sitios en los que mejor se puede comer y las actividades nocturnas que se pueden llevar a cabo en ese destino.

Los blogs de viajes y de gastronomía, hacen diariamente una actualización sobre distintos atractivos relacionados con el turismo que sirven de gran interés al usario.

Las guías de las ciudades europeas, los restaurantes más conocidos de algunas ciudades, los museos más interesantes o los lugares que no puedes dejar de visitar, son algunos de los tópicos que se utilizan en los blogs de viajes y que son de gran utilidad para el usuario.

Pero, dentro de la web, existen también distintos foros relacionados con el tema de viajes, que auydan también al usuario a crear se una opinión concreta acerca del viaje y de lo que se va a encontrar allí.

Aunque; ¿Sirven realmente los foros de viajes para aportar datos interesantes al viajero? Un foro es un lugar de discusión entre los propios usuarios registrados, por lo que depende del tópico de se trate y del tema pueden sirgir temas interesantes y relevantes.

Los foros, mezclan opiniones de usuarios, que ya han vivido la experiencia de un viaje a un destino determinado, por lo que puede servir de gran ayuda y conocimiento al usuario.

Via: cosasdeviajes

Peru: Caminos alternativos al Camino del Inca

Uno de los senderos más seguidos por viajeros de todo el mundo es el famosísimo Camino del Inca, que en Perú lleva hacia las ruinas de Machu Picchu, uno de los sitios arqueológicos más importantes. La recorrida, que suele durar unos cuatro días es increible y ofrece vistas fabulosas. Pero también es una ruta muy concurrida, demasiado para algunos. Por eso, vamos a comentar algunos caminos alternativos, para quienes tengan un espíritu más aventurero y solitario.

La senda de Salcantay lleva ese nombre por una de las montañas más altas de la región, pero también se la conoce como la “puerta de atrás de Machu Picchu”. Una de las contras de esta alternativa es la altitud, de 4.700 metros, más de 600 por encima del Camino del Inca. Además, por el camino no se avistan ruinas arqueológicas como en el otro caso. Pero por lo demás es muy similar: dura cuatro días hasta llegar a las ruinas y las vistas cortan el aliento, y cuenta con sitios más tranquilos en cuanto al tráfico de personas.

Choquequiro es una montaña con un sendero que termina en un sitio arqueológico inca, aunque no tan famoso como Machu Picchu. Buena parte del trayecto aún pertenece a la jungla, y además se tiene un contacto más directo con los habitantes de los Andes. Es más remoto y desafiante que el Camino del Inca, pero aún los mochileros experimentados lo pueden realizar sin la compañía de un guía, otra buena ventaja de esta opción, aunque sólo los expertos deberían ir por su cuenta.

El Camino del Inca no es el único sendero de montaña que ofrece el Perú. La cordillera Huayhuash es un punto muy apreciado por los montañistas. Se ubica al norte de Lima, la capital, pero hay que estar muy preparado para tomarlo, ya que demanda nada menos que 16 días de excursión, llegando a altitudes de 5.500 metros. Rodeados de picos glaciares, ofrece de las vistas más impresionantes del planeta. Está entre los circuitos más codiciados por montañistas del mundo, pero volvemos sobre esto: hay que estar muy preparado.

Calzarse la mochila al hombro y andar cuesta arriba, para quienes lo disfruten con pasión, Perú ofrece mucho más que Machu Picchu.

Vía: Gadling

Chile: El archipiélago de las leyendas

Las islas de Chiloé y sus bellísimos paisajes. Un territorio de singular identidad, con fantásticas historias y el intenso sabor de su cocina.

Esta extensa y desolada playa en la que rompen, furiosas, las olas del Pacífico sur, parece el sitio ideal para que aparezca el Caleuche, al que, aun sin atrevernos a decirlo expresamente, ansiamos ver. Pero no, parece que hoy tampoco se deja ver. Está sí esa densa bruma que confunde los contornos del mar y el cielo, están el silbido del viento, las constantes nubes que dejan ver el sol entre chaparrón y chaparrón y la silueta de los acantilados con los que la Cordillera de la Costa se zambulle en el mar. Y están los gaviotines, que los habitantes originales llamaban chelles y que, por su paso al castellano (chillwe quiere decir "lugar de chelles" en idioma mapudungun o mapuche) terminó dando nombre a esta tierra tan extraña como fascinante: Chiloé, en el extremo sur de Chile.

Tierra de brujos, leyendas y pescadores, de campesinos y corsarios, Chiloé es un hechizo de praderas verdes, fiordos y canales; un raro paisaje que remite a las colinas de Irlanda o de las highlands escocesas, al sur del Pacífico.

Para ser exactos, hay que decir que Chiloé no es una isla sino un archipiélago que, además de la Isla Grande, comprende un gran número de otras islas e islotes de menor tamaño, que hospedan en total unos 160 mil habitantes. Y albergan, sobre todo, una particular historia, una cultura muy propia -por la mezcla de tradiciones indígenas e hispánicas, por el medio ambiente insular, por el aislamiento en que vivió la zona por mucho tiempo- y una cantidad de leyendas y mitos que asombran por su originalidad y su inventiva.

Como la del Caleuche, ese barco fantasma que, dicen todos aquí, recorre permanentemente los fiordos y canales. Tiene aspecto de velero antiguo, es de color blanco, su cubierta principal está llena de luces, y en él se oye siempre música de fiesta. Para pasar desapercibido, puede transformarse en tronco de árbol, roca o animal marino, o navegar bajo el agua. Según la versión del mito, su tripulación está formada por los brujos de Chiloé, por los muertos en el mar, por esclavos o por quienes pactaron con los brujos para obtener riquezas.

En la Isla Grande

Es raro ver una ruta que siga derecho hasta hundirse -literalmente- en el mar. Pero es lo que pasa con la ruta 5 chilena, que nace bien al norte -límite con Perú- y recorre el país a modo de columna vertebral. Pero en el puerto de Pargua, frente a la Isla Grande de Chiloé, la lengua de asfalto se sumerge en el canal de Chacao. Allí atracan los ferries que cruzan este célebre canal -en otros tiempos temible para los navegantes, y escenario de más de un naufragio legendario-, para depositar, 35 minutos más tarde, autos, motos, colectivos, camiones y peatones en la otra orilla, donde la ruta 5 emerge de las aguas para seguir viaje hacia el sur.

Llegar a Chiloé al anochecer puede no ser recomendable si no se conoce la ruta -el tránsito de buses y camiones es intenso-, aunque puede ser una ventaja si se tiene la suerte, por ejemplo, de ver aparecer la luna tras la Cordillera de los Andes, reflejada mágicamente en las aguas. O llegar a última hora a una cabaña encaramada en la cima de una colina de las afueras de Castro, para contemplar las lucecitas tintineantes en el fiordo y sorprenderse con el paisaje de las primeras luces de la mañana: praderas verdes que se hunden en un mar azul surcado por coloridos barcos de pescadores, casas de madera como de cuento y esbeltas torres de iglesias -de madera, como todas las iglesias de la isla-. Aquí afortunadamente la modernidad parece haber llegado -asfalto, autos cero km, señal de celular en todos los rincones, bancos, servicios- suavemente, como con respeto, sin destruir lo que en tantos años logró conservarse.

Castro y los palafitos

La mayoría de los pueblos y ciudades del archipiélago se concentran en la Isla Grande, como Castro, que con cerca de 40 mil habitantes, es la capital de la provincia de Chiloé desde que, en 1982, le arrebató ese título a Ancud. Fundada en 1567 en la zona central de la isla, Castro es la tercera ciudad más antigua de Chile con existencia continuada, y su historia mezcla huilliches y chonos -habitantes originarios de la zona- con conquistadores españoles, jesuitas, franciscanos y piratas: en el año 1600, la población fue ocupada durante dos meses por el corsario holandés Baltazar de Cordes, para ser luego nuevamente arrasada por otro holandés: Hendrick Brouwer.

En Chiloé, además, se construyó la goleta Ancud, primer buque de guerra fabricado en Chile, que desde el archipiélgo partió para tomar posesión, en 1843, del Estrecho de Magallanes, a nombre de la naciente república. La tripulación, compuesta fundamentalmente por chilotes, fundó el Fuerte Bulnes, actual Punta Arenas.

Hoy, las callejuelas en subibaja de Castro concentran comercios y servicios, entre las clásicas construcciones en madera tapizadas con vistosas tejuelas de alerce, dotadas de balcones y miradores y pintadas de colores. El centro neurálgico es la plaza central, frente a la Iglesia de San Francisco -Patrimonio de la Humanidad-, cuyo templo primitivo fue destruido por un incendio en 1902 y reconstruido en 1912. Para protegerla, el exterior fue cubierto con chapas, pero su interior se conserva totalmente de madera -incluidos el vía crucis y los ornamentos-, y es deslumbrante. Sus torres se elevan a 42 metros de altura, y se ven desde varios km a la redonda.

Un encantador paseo es el que desanda la avenida Pedro Montt, a dos cuadras de la plaza pero varios metros más abajo, a orillas del mar. El paseo visita el puerto, la feria artesanal y los palafitos, singulares construcciones de madera sobre pilotes enterrados en el fondo del mar, que surgieron para aprovechar mejor la ribera durante la expansión comercial del siglo XIX, y de los que hoy sólo quedan algunos ejemplos en Castro y en Mechuque, una de las islas Chauques. Una bellísima postal de los palafitos, y del centro de Castro encaramado en la cima de la colina, se consigue desde la península de Ten-Ten, un par de km al norte.

Pero hay que ir atento, porque si a la vera del camino se aparece un hombre pequeño y deforme cuyas piernas terminan en muñones, porta un hacha de piedra o bastón de madera y luce un gorro cónico, es el Trauco. Este personaje mitológico, se dice, habita en los bosques cercanos a las casas y se dedica a enamorar a las mujeres, aunque no es tan atento con los hombres: con su aliento, puede dejarles la boca torcida o condenarlos a muerte.

El mercado de artesanías Lillo se luce con trabajos en madera, vistosos tejidos en lana y cestos y canastas hechos con fibras vegetales. Además, en el mercado del puerto se encuentra una gran variedad de mariscos, y los varios restaurantes de Castro son una buena opción para adentrarse en la rica gastronomía chilota, que utiliza la papa en casi todas sus versiones y se basa en mariscos, pescados y carnes de vacas, cerdos y corderos que se crían en el campo.

Durante el verano, y los domingos durante el resto del año, varios sitios ofrecen curanto en hoyo, el plato más típico de Chiloé. Se prepara en un hoyo en la tierra donde se colocan piedras calientes y, encima, donde se colocan piedras calientes y, encima, capas de pescados, mariscos, carnes, embutidos, vegetales y legumbres, cada capa separada por hojas de una planta típica llamada pangue o nalca o, en su defecto, de parra o repollo. Un espectáculo no sólo por su sabor, sino también por su larga y compleja preparación.

La ciudad de los tres pisos

La ruta 5 serpentea hacia el sur por lo alto de la meseta, y 15 km al sur de Castro, un desvío baja hasta Chonchi, un puerto conocido como "la ciudad de los tres pisos" por sus fuertes desniveles, con la llamativa iglesia celeste y amarilla de San Carlos de Borromeo, que hace equilibrio en la pendiente.

Cerca de Chonchi parte la ruta -asfaltada hace poco- que se interna 40 km hacia el oeste, hasta el Parque Nacional Chiloé, a orillas del Pacífico abierto. Desde el puesto de guardaparques parten senderos que se internan en el bosque valdiviano, una densa vegetación formada por árboles siempreverdes, arbustos y plantas trepadoras, donde habitan el pudú, uno de los ciervos más pequeños del mundo, y el zorro chilote o de Darwin, en peligro de extinción. Aquí está la extensa y desolada descripta playa en el comienzo de esta nota, que remite al fin del mundo.

Sólo 19 km al norte de Castro está Dalcahue, un encantador pueblo estirado sobre la costa, que deslumbra con la Iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores y su portal de 9 arcos, Patrimonio de la Humanidad. Y una feria de más de cien años de tradición, donde los artesanos de las islas exhiben una gran variedad de tejidos de lana y artesanías en madera tallada.

El transbordador es el medio que todo el mundo utiliza para cruzar a la isla Quinchao -5 minutos de viaje-, con los vistosos poblados de Curaco de Velez -famoso por sus maestros carpinteros, constructores de casas y barcos- y Achao, con Santa María de Loreto, la más antigua de las iglesias chilotas que permanecen en pie, construida alrededor de 1730. En la corta avenida costanera se suceden restaurantes que, dicen, permiten saborear las mejores ostras de todo el archipiélago.

Brujerías

Hace miles de años, Chiloé era tierra firme, dice la leyenda. Hasta que apareció, desde sus dominios marinos, Caicai Vilu, la serpiente del mal, enemiga de la vida terrestre, e inundó el territorio. Entonces Tenten Vilu, la serpiente del bien, diosa de la tierra y la fecundidad, elevó el nivel de la tierra. Producto de esta lucha, que duró muchos años, los valles quedaron sepultados bajo el mar, y los cerros convertidos en bellas islas.

Este origen mitológico parece haber marcado a fuego la historia del lugar. Se dice, por ejemplo, que aún hoy la Fiscalía de Castro recibe de tanto en tanto denuncias por brujerías, una práctica que en Chiloé tiene una larga tradición, que se remonta a la llegada de los españoles, cuando la zona estaba habitada por chonos, cuncos y huilliches, quienes no abandonaron completamente sus ritos pese a adoptar el catolicismo. Muchos de estos mitos, así como los conocimientos sobre el uso de las plantas como medicina o veneno, se mantuvieron en secreto.

Y tanta fue su influencia que, en 1880, el gobernador de Chiloé decidió llevar a juicio a varios acusados de integrar "La Recta Provincia", una sociedad de brujos que regulaba la hechicería en el archipiélago, que contaba con numerosos integrantes y ejercía gran influencia entre los campesinos. Acusados y encarcelados varios de sus miembros, la brujería fue perdiendo poder oficialmente, pero sus mitos perduran hasta hoy en parte de la población.

Al sur del Parque Nacional Chiloé se extienden densos bosques que, para la mente del viajero ávido de leyendas, bien pueden ser el hábitat perfecto para el Trauco, el Invunche, la Fiura, la Voladora o la Viuda, entre muchos otros personajes mitológicos.

Más al sur, la larga ruta 5 encuentra su fin en Quellón, ciudad fundada en 1905 por una compañía que extraía alcohol de la madera de los bosques. Hoy es el principal puerto de la Isla Grande, base de la poderosa industria salmonera y de la extracción de productos de mar. Habría que ver si los tripulantes del Caleuche acuerdan con el fuerte desarrollo industrial que, a partir del famoso salmón del Pacífico, está adquiriendo este mítico archipiélago.

05 marzo 2009

Otavalo, el mayor mercado indígena de Sudamérica en Ecuador

Dentro de Imbabura, la provincia de los lagos en Ecuador, se encuentran numerosos poblados de artesanos indígenas en medio de un paisaje de colinas de gran verdor y volcanes. Es una tierra encantadora y con gran historia que inspira a muchos de los vendedores del mercado de Otavalo, una feria multicolor que expone las obras de arte indígenas más representativas de la región.

a ciudad de San Luis de Otavalo está situada a una hora y media al norte de Quito, y es una comunidad descendiente de la etnia indígena Kichwa, famosa por la habilidad con los productos textiles de coloridos y diseños representativos de la cultura andina. Por ello, sin dudas el mayor atractivo de la ciudad es su mercado tradicional, uno de los más antiguos mercados indígenas en funcionamiento, un paseo plagado de colores, olores y sabores para recordar.

La feria de artesanía de Otavalo es la feria de artesanía indígena más grande de todo Sudamérica, y es el lugar ideal para comprar los coloridos productos textiles indígenas realizados en telares manuales. Además, en la feria se venden productos agrícolas y alimentos. El paseo en Otavalo, se extiende por el resto del pueblo y sus alrededores, entre posadas coloniales adaptadas para el alojamiento, en parajes tranquilos y con el aire puro de los Andes.

Varias jornadas serán suficiente para disfrutar del lugar, la gastronomía y el descanso reparador, además de realizar caminatas, cabalgatas o excursiones en medio de una cultura y paisajes fascinantes. Los recuerdos del lugar viajarán con nosotros, aunque no será muy extraño encontrarnos con algunos de los telares en un sitio remoto: los productos de Otavalo son famosos y requeridos en todo el mundo.

Brasil: Caprichos nocturnos en San Pablo

La ciudad brasileña de San Pablo, como toda gran urbe, nunca duerme – una virtud que hoy en día no es sólo de Nueva York –. En este sentido, ofrece muchas alternativas para quienes tienen un antojo de madrugada, y desean comer algo sabroso, digamos, a las 3 ó 4 de la mañana. Las opciones son ilimitadas y para todos los gustos.

Sujinho es un clásico para ir a comer de madrugada, en particular su sucursal de la Rua da Consolação, que se especializa en comida a las brasas. Su bisteca bovina de 700 gramos es la sugerencia.

Para turistas más jóvenes, se recomienda sitios de comidas rápidas como Joakin´s, Burdog y Black Dog. Las clásicas hamburguesas, patatas fritas, hot dogs, waffles y milk shakes, bien al estilo americano. Pero si os tienta más una porción de pizza, debéis dirigiros a O Pedaço de Pizza, valga la redundancia, donde se puede ordenar una sola porción, de la variedad que más nos guste, incluyendo la de chocolate.

Kayomix es un sitio oriental, para quien guste de esta cocina étnica. Y si sólo se necesita un poco de café con algo que lo acompañe, la alternativa son las panaderías, como la Galeria dos Pães, Bella Paulista, Dona Deôla o Vanilla Caffé, donde no faltarán un cappuccino y un pedazo de tarta, por ejemplo.

Nada más reconfortante que irse a dormir satisfechos y con el estómago lleno, para al día siguiente seguir descubriendo San Pablo.

Peru Tarapoto, ciudad del Amazonas Peruano

Esta ciudad del amazonas peruano, al noreste de Lima, es una caja de preciosas sorpresas, por su rica y variada flora y fauna.

Me habían dicho que Tarapoto era una clásica ciudad de la selva pero para mí, que nunca había estado cerca al Amazonas, fue ese delicioso olor a tierra mojada después de la lluvia, palmeras y música tropical. Como con aquellos lugares con personalidad propia, la conexión es inmediata en este lugar de la selva alta del noreste peruano, ubicado en el departamento de San Martín, a poco más de una hora en avión de Lima.

Al llegar, muchos turistas van hacia los hoteles fuera de la ciudad, pero para conocer Tarapoto de verdad hay que quedarse por lo menos un día ahí. Una de las cosas que más me gustó fue la sensación de aventura y libertad en la vida cotidiana; gracias a las motos. Por todos lados vimos señoras bien arregladas, hombres con aire rudo y familias de hasta tres miembros, montados en motocicleta. Y como en moto la vida es más sabrosa, decidimos hacer lo mismo

Me habían dicho que Tarapoto era una clásica ciudad de la selva pero para mí, que nunca había estado cerca al Amazonas, fue ese delicioso olor a tierra mojada después de la lluvia, palmeras y música tropical. Como con aquellos lugares con personalidad propia, la conexión es inmediata en este lugar de la selva alta del noreste peruano, ubicado en el departamento de San Martín, a poco más de una hora en avión de Lima.

Al llegar, muchos turistas van hacia los hoteles fuera de la ciudad, pero para conocer Tarapoto de verdad hay que quedarse por lo menos un día ahí. Una de las cosas que más me gustó fue la sensación de aventura y libertad en la vida cotidiana; gracias a las motos. Por todos lados vimos señoras bien arregladas, hombres con aire rudo y familias de hasta tres miembros, montados en motocicleta. Y como en moto la vida es más sabrosa, decidimos hacer lo mismo

01 marzo 2009

Chile y su misteriosa Laguna Roja

¿Quieren conocer un lugar verdaderamente sorprendente?… Si la respuesta es afirmativa entonces deben viajar hasta el norte de Chile, a la localidad de Camiña al interior de la ciudad de Iquique para visitar la misteriosa Laguna Roja.

Esta zona del territorio chileno, ubicada a 3.500 metros de altura, históricamente ha sido poblada por la cultura aymara y que como toda antigua civilización han sabido conservar los secretos y leyendas de su tierra que se han ido develando recientemente.

Un caso muy particular se manifiesta en la Laguna Roja, que según cuenta la historia, es dueña de una maldición que cubre a quien se acerca a sus aguas de color rojo. Es por esto que nadie sabe donde queda exactamente ya que no figura en los mapas ni tampoco que profundidad tiene y se toma como explicación de la desaparición de miles de aymaras que en otros tiempos bebieron de sus aguas.

Muy cerca de la Laguna Roja se encuentran otros dos espejos de agua, pero en este caso son de color amarillo y verde de las cuales se dice que comienzan a burbujear al verse rodeadas de gente desagradable, por lo cual se cree que todas estas acumulaciones de agua coloreada son propiedad del mismo diablo.

Muchos estudios han sido realizados en este lugar por expertos biólogos que aseguran que el color se debe a diferentes especies de algas que viven en sus profundidades, pero el misterio aún sigue en pie por lo que se recomienda realizar las excursiones a la zona acompañados por personas que conocen la región.

Vía: Locura Viajes

El carnaval de Río de Janeiro ya tiene su nueva campeona

Hace algunos días comentábamos sobre el carnaval carioca y toda su magia, y también, la reñida competencia entre las doce principales escolas do samba para obtener el campeonato del carnaval 2009. Este año les tocó en suerte a Académicos de Salgueiro, una de las favoritas que no ostentaba este título desde hacía 15 años.

Cuando desfilaron en la segunda velada, el público en las gradas sacó a relucir los estandartes rojos y blancos – colores distintivos de la agrupación – mientras coreaban “campeá” – campeona – ya que la gente la había elegido antes que el jurado.

Este es el 9no. título que obtiene Salgueiro. Hay que tener en cuenta que Beija Flor, la segunda, obtuvo 398 puntos, apenas uno de diferencia con la actual campeona. Beija Flor fue campeona dos años seguidos, el año pasado y el anterior. Portela y Vila Isabel fueron terceros y cuartos respectivamente.


El tema o enredo de Salgueiro para 2009 fue “Tambor”, haciendo referencia a la influencia de ese instrumento de percusión en la historia de la humanidad, en el plano religioso y cultural, por ejemplo.

Argentina: En la ruta de los daneses

Dentro del mosaico de identidades que fue la Argentina de fines de siglo XIX y principios del XX, la inmigración danesa fue pequeña pero pujante. Los primeros colonos se asentaron en el campo, principalmente en una extensión que une las actuales ciudades de Tres Arroyos, Necochea y San Cayetano, al sur de la provincia de Buenos Aires. Hoy, sus descendientes, continuadores de la historia, ofrecen un circuito turístico llamado "El corredor danés", donde transmiten sus tradiciones rodeados de un bucólico paisaje rural y a pocos kilómetros del mar.

Piedras fundamentales

Tercera a nivel mundial, después de Estados Unidos y Australia, la inmigración de dinamarqueses hacia la Argentina fue de unas 18 mil personas entre 1857 y 1930. A diferencia de aquellos dos países, aquí mantuvieron sus costumbres y no se abrieron fácilmente a los hábitos locales, lo que favoreció a la continuidad de sus instituciones y festividades hasta hoy, en que los gauchos daneses combinan el aeblekage (postre con manzanas) con el mate.

Un pilar de la colectividad es el Colegio Argentino Danés de Micaela Cascallares, creado en 1917 y uno de los pocos en el mundo que es rural, pupilo y de enseñanza de cultura e idioma daneses. Precedidas por una frondosa arboleda, las banderas de Argentina y Dinamarca flamean en la tranquera que abre paso a tres edificios de principios de siglo, de clásico estilo nórdico. El principal, en blanco, alberga el comedor y las habitaciones de los sesenta chicos que hoy viven allí de lunes a viernes.

Además del gran gimnasio, cuenta con una huerta y un gallinero, mantenidos por los alumnos, y se encuentra en un sereno entorno de 80 hectáreas que invita al descanso. Por esta razón, el colegio ofrece alojamiento a turistas, durante la temporada de vacaciones y fines de semana.

Otra institución importante es la sociedad danesa Dannervirke de San Cayetano. Aquí, cada año se realiza la fiesta de San Juan, con bailes y comidas típicas, que culmina con la tradicional "quema de la bruja". Afincado a orillas de una apacible laguna invita a la caminata y al agroturismo. El club ofrece la posibilidad de disfrutar de un día de campo, con opción de camping y gastronomía criolla o danesa.

En medio del parque, una estructura de madera cubierta por un techo de chapa permite jugar al bowling aéreo o danés.

Cerca de allí, en Tres Arroyos, se encuentra la Iglesia Protestante danesa. Como es una capilla fuera de Dinamarca, es considerada de puerto, a pesar de estar en medio de la pampa bonaerense. Es por ello que, en su interior, la bella maqueta de una fragata cuelga del techo. A pocos metros se encuentra el cementerio ya que, según sus costumbres, ambos deben estar en el mismo predio.

Prolijo y arbolado, se destaca un gran dolmen: figura de tres piedras con la que los antepasados vikingos honraban a sus muertos.

Los gauchos nórdicos

El circuito estimula al turismo rural. Hay estancias con entornos bucólicos como San Juan, una antigua morada con laguna privada; El Escondido, a sólo 12 kilómetros del mar y San Severo, que incluye la enseñanza de gastronomía danesa y juegos infantiles. En todas, los relatos de los descendientes daneses matizarán la estadía. Entre ellas, se destaca: Blaavandshuk (pronúnciese Plovansúk). El nombre de la finca significa "punto de agua azul" y remite a la ciudad danesa donde nacieron los fundadores de los actuales campos. Sus 350 hectáreas en la zona de Copetonas (cercana a Tres Arroyos) albergan el casco, un chalet de los años 50 que funciona como hostería, y museo familiar. Porque José Christiansen, su dueño, es un recopilador de objetos con historia. "Sólo un montón de cosas viejas", dice él. Por ejemplo: el altar donde se casaron sus padres; una máquina para cortar leña inventada por su familia; diarios de 1918 en castellano y danés; fotos antiguas; bordados y hasta una villalonga -la "camioneta de los sulkys", cómo la define José-, en la que se puede dar una vuelta por la estancia. Desde aquí, se puede hacer una excursión a la cascada Mulpunleufu del río Quequén Salado, que serpentea hacia el mar. En esta zona y en Arroyo Seco se hallaron restos arqueológicos que hoy se observan en el interesante Museo José Mulazzi de Tres Arroyos.

Y también, el mar

Un buen complemento para el recorrido es la playa y el mar. Abundan por aquí las conocidas y también las otras, agrestes e interminables, verdaderos remansos. El balneario Reta, entre Claromecó y Monte Hermoso, con sus médanos cubiertos de protectores tamariscos permiten disfrutar del lugar todo el año. Estas costas, además, obsequian con el regalo del sol que sale y se pone en el mar, por lo que cabalgar durante esas horas es una maravilla. Y si de placeres se trata, la gastronomía danesa espera con sus sabores en el Centro Danés de Tres Arroyos. En esa sede social hay manjares como Frekedeller (albóndigas fritas), katofler (papas) con persele sovs (salsa blanca con perejil), trifle (un postre con ciruelas, amaretis y crema) y citronfromage (espumilla de limón). Y a la hora de brindar, acquavit, sólo para los valientes. Y Skaal! (Salud!)

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