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Mostrando las entradas con la etiqueta CUBA. Mostrar todas las entradas
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11 marzo 2013

La Habana a bordo de un bus turístico, un recorrido para no perderse en la capital cubana

Mientras buscas vuelos a La Habana reservas online, una de las formas más clásicas para conocer y recorrer esta ya clásica capital cubana es a bordo de un bus turístico. Por sólo unos 4 euros se podrán hacer distintos recorridos que llevarán a los puntos más importantes, con la posibilidad de subir o bajar, cuantas veces se desee o necesite.

Se pueden encontrar buses con la parte superior cubierta o descubierta, éstos últimos son los que recorren las zonas de la costa, algunos llegan hasta las bonitas Playas del Este, tal como la bella playa de arena blanca coralina de Santa María del Mar, mientras que otros van por el interior de la ciudad.

Lo cierto es que estos pequeños buses se tratan de una forma ideal de conocer La Habana para los que deseen recorrerla y llevarse buenas fotografías y recuerdos. Se pasará por monumentos, plazas, parques y puntos de interés turístico, histórico y natural de La Habana.

El Habana Bus Tour, por su parte, ofrece tres rutas principales, dos de ellas finalizan en la histórica Plaza de la Revolución José Martí, y la otra en el Parque Central – frente al Capitolio-. Los viajes del este procederán, del este, del popular balneario Santa María del Mar, y del oeste, de la Marina Hemingway.

Las rutas propuestas son: desde el paseo marítimo Alameda de Paula a la Plaza de la Revolución, un recorrido que de 23 kilómetros, con parada en el Castillo de la Real Fuerza, pasa por el Parque Central, el Museo Napoleónico y la Universidad de La Habana, así como por la Casa de las Américas, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Capitolio y el Ministerio de Ciencia, entre otros.

La segunda, desde la Marina Hemingway hasta también la Plaza de la Revolución. En este caso son 40 kilómetros de recorrido en viaje redondo, con algunas de las siguientes paradas: Centro Comercial Naútico, Miramar Trade Center, Maqueta de La Habana, Cementerio de Colón, etc.

Ya desde el Parque Central parte la tercera posibilidad que tiene como punto final la Playa de Santa María del Mar, para volver al Parque, la distancia recorrida es de 65 kilómetros, en viaje redondo. Salida del Túnel hacia Playas del Este, el Hospital Naval, Villa Panamericana, Alamar, Villa Bacuranao, Taramar, frente a la Marina Tarará, Villa Mégano, son las paradas de este derrotero.

Lo cierto es que aunque pueda haber modificaciones u otros caminos propuestos, sin dudas, estos buses turísticos son para aprovechar y por sólo un valor próximo a los 4 euros.

31 octubre 2012

Ruta del tabaco en Cuba

Cuba se abre cada vez más al turismo internacional e incluso estimula a los viajeros extranjeros a conocer las tierras del interior, esas más alejadas de las playas pero más auténticas en términos de cultura y tradiciones. En esta línea se prepara una ruta del tabaco en Cuba, que lleva a conocer los espacios relacionados a la producción de los auténticos puros.

En la provincia de Pinar del Río se ubican algunas de las vegas del tabaco – fincas dedicadas a este cultivo – visitando por ejemplo la finca Quemado del Rubí, una de las más celebres en cultivo de tabaco.

Incluso, el proyecto plantea construir cabañas similares en arquitectura a las viviendas locales, para alojar a los viajeros que emprendan esta Ruta del Tabaco. Así, los visitantes podrán apreciar todas las fases de la producción tabacalera, incluida la confección de los apetecidos puros cubanos, además de pernoctar en medio de la campiña.

Es que cultivar el tabaco para los puros es un verdadero arte, transmitido de generación en generación, así por ejemplo hay que saber cultivar y colectar tanto las tripas -relleno- como la cubierta de los codiciados puros cubanos.

Incluso, los experimentados productores están acostumbrados a la observación de las fases lunares y hasta la dirección del viento para la siembra, y la cosecha de las hojas en el momento justo, que coincide con el cuarto menguante.

Esta ruta del Tabaco incluirá charlas teóricas sobre el proceso productivo, también tradiciones como danzas y otras celebraciones relacionadas al festejo. Todo ello, permitirá conocer otro lado de Cuba, vedado al turismo internacional por mucho tiempo.

08 mayo 2012

Las mejores playas del Caribe según TripAdvisor

Quizá este verano has decidido darte el viaje de tu vida, y deseas unas vacaciones en el Caribe como siempre soñaste. Pero la oferta de destinos es tan amplia que resulta difícil elegir adonde ir.

Para ayudarte en la elección, TripAdvisor dio a conocer los mejores destinos de playa del Caribe dentro de sus premios Travelers Choice, para que sepas cuáles han sido los que mayor número de valoraciones positivas han tenido, pues serán los que los viajeros más disfrutaron.

Así, por segundo año consecutivo es Providenciales – en Islas Turcas y Caicos – el mejor destino de playa de todo el Caribe, donde se ha tomado la foto que ilustra el post. Destaca por sus playas no demasiado concurridas, por sus aguas ideales para el snorkel y el buceo, y por sus arrecifes.

Aruba con Palm/Eagle Beach y Jamaica con Negril completan el podio de los tres primeros puestos, seguidos por Punta Cana (República Dominicana), Varadero (Cuba), Cayo Coco (Cuba), Bayahibe (República Dominicana), Nassau (Isla Nueva Providencia), Montego Bay (Jamaica) y San Juan (Puerto Rico).

Cada destino tiene sus particularidades, en algunos casos es posible combinar el turismo de sol y playa con el cultural, adentrándose en las costumbres y la historia de estos pueblos caribeños.

Desde luego, el Caribe no se agota en estos diez mejores destinos de playa del Caribe, que es apenas un criterio entre tantos, así que simplemente pretenden ser una referencia para el viajero que se encuentre planificando su escapada al paraíso.

27 abril 2012

Consejos para viajar a Cuba

Cuba es uno de los destinos turísticos por excelencia para viajeros de todo el mundo. Su rica cultura, su apasionante historia político-social, la amabilidad de los cubanos y sus hermosos paisajes lo hacen un país que muchos turistas siguen eligiendo año tras año.

En NuestroRumbo hemos visto cuáles son los paseos imprescindibles al conocer La Habana, qué podemos ver en 3 días de viaje por Cuba y cuáles son las mejores playas de la isla. Hoy te daremos algunos consejos para viajar a Cuba que te serán muy útiles para planear tu próximo viaje a la isla caribeña.

Consejos a tener en cuenta al viajar a Cuba

Moneda

En Cuba existen dos tipos de moneda en circulación: el peso cubano, que mayormente es de uso de los habitantes locales, y el peso convertible, que es el destinado al turismo. En los últimos años se aceptan también dólares en el circuito turístico como moneda de pago. Tanto el peso convertible como el dólar fluctúan en un rango de cambio de 20:1 a 25:1 respecto al peso cubano.

Es importante manejarse con cambio en forma de billetes de baja denominación, ya que los de $50 o $100 pueden resultar complicados para conseguir cambio.

Las tarjetas de crédito no son una opción viable. Sin embargo, los cheques de viajero sí; averigua previamente si los cheques de viajero emitidos por tu banco trabajan con bancos cubanos.
Clima

El clima en Cuba es básicamente cálido. Sin embargo, si viajas en invierno, especialmente en enero y febrero, es recomendable llevar abrigo para las noches. Ten en cuenta que la temporada de huracanes se extiende de agosto a noviembre, por lo que suele ser la temporada baja en turismo.

Artículos personales

Es una buena recomendación el llevar artículos de tocador personales desde casa. La compra de este tipo de artículos puede ser algo engorrosa en Cuba debido a su poca disponibilidad, y no encontrarás una variedad de marcas.

Cobertura de salud

Es necesario contratar una cobertura de salud de viajero antes de viajar a Cuba. De hecho este aspecto suele ser chequeado al arribar al aeropuerto junto con otros trámites legales de ingreso al país.

Transporte

Recorrer Cuba es una actividad sin restricción para turistas; puedes ir de una provincia a otra sin problemas utilizando aviones, buses, trenes, taxis y coches de alquiler. Ten en cuenta que debido al embargo, el transporte a veces es escaso, por lo que te convendrá reservar desde el hotel un taxi o auto de alquiler con suficiente tiempo de anticipación.

Recuerdos locales

La mayoría de los turistas quieren aprovechar los famosos café, ron y cigarros cubanos. Asegúrate de comprarlos legalmente, y recuerda que se permite sacar del país como regalo hasta dos botellas de ron, medio kilo de café y 50 habanos por persona.

No dejes de tener en cuenta estos consejos para disfrutar tu viaje a Cuba.

28 febrero 2012

Paseando por La Habana Vieja

Una de las mejores ciudades coloniales de América Central es la capital cubana, La Habana. Por eso, por más que tus vacaciones sean en los cayos, las islas del litoral cubano, mi consejo es que no dejes de visitar y pasear por la capital porque realmente vale la pena. La Habana es una ciudad muy bonita, que mira al mar y de un tiempo a estar parte algunos sectores coloniales están mejor preservados. Debería ser mucho mejor, es cierto, pero por ahora lo importante es que los edificios históricos se conserven. Para mejores restauraciones ya habrá tiempo.

La Habana Vieja es el destino. Se trata del casco histórico que alberga cientos de edificios centenarios, muchos de ellos del siglo XVI. La Habana Vieja está compuesta por la Plaza de Armas, el puerto y el centro oficial y concentra todos los mas importantes monumentos, las fortalezas, las viejas iglesias y sus conventos, los fuertes, las calles mas encantadoras, los palacios y los museos. Se ha invertido mucho dinero y esfuerzo en restaurar y preservar este gran legado arquitectónico y desde 1991 la UNESCO la ha declarado Patrimonio de la Humanidad.

Aquí se concentra la Plaza de Armas, la Catedral de La Habana, la hermosa Casa de Lombillo, el convento de San Francisco de Asís, la Casa del héroe de la independencia José Martí, el Parque Central, la calle Obispo, de las primeras en la ciudad, la calle Obrapía, el Paseo del Prado, el Malecón, el Castillo de los Tres Reyes del Morro, el Capitolio y la Fábrica de Cigarros Partagás, por ejemplo.

22 noviembre 2011

Cómo transportarse dentro de La Habana

Es interesante repasar los viajes que se han hecho e ir desmenuzándolos, principalmente para luego poder compartir las experiencias y que otros viajeros puedan aprender de ellas.

He dicho varias veces cuánto me fascina la capital de Cuba y que desearía que existieran vuelos baratos a La Habana por doquier para poder visitarla tantas veces como lo deseo (que es bastante a menudo.) Ante tal imposibilidad, vuelvo a pensar esta ciudad hoy desde uno de sus aspectos que más ha llamado mi atención: el transporte.

Resulta que las opciones para moverse por La Habana son muchas pero no todas son óptimas para el turista y es bueno saberlo. La opción número uno siempre es la de pasearla a pie, aunque considerando que las distancias en la ciudad son más vale amplias, es mejor tener en mente qué otro transporte nos puede devolver al destino original.

El “cocotaxi” es un transporte provisto por el estado, y los reconocerán por su llamativo color amarillo. Son una especie de moto con cabina donde pueden subir sólo dos personas. Si bien no es económico, la experiencia bien vale la pena y el precio se puede regatear. Es un medio de transporte pensado para el turismo con lo cual si lo quieres utilizar, lo encontrarás en las zonas más visitadas por los mismos.

Los “Panataxi” son otro transporte, pero estos llevan taxímetro y son más baratos. Algo que es pintoresco y que me ha resultado irresistible fue subirme a uno de esos coches de los años 50. Además de dar un paseo hermoso, me ha hecho sentir que me encontraba en otra época. Un sueño cumplido ha sido para mi andar en uno de ellos, y el precio aunque un poco caro, lo vale. También están los taxis que usan los locales pero que al atisbar que eres extranjero, intentan cobrarte más de la cuenta. Si tienes cuidado con este tema, bien puedas utilizarlos.

Nunca tendrás problema estando en La Habana de encontrar cómo transporte, eso es seguro. Los autobuses tienen buena frecuencia, acercan a todos lados y fueron renovados sus coches recientemente; de modo que si buscan sentirte un local, es tu mejor opción. Hay más alternativas, como las “bicitaxi” que son mejores para moverse a cortas distancias.

Por último, si una vez en la isla decides conocer otra ciudad un poco distante, lo mejor es elegir hacerlo con vuelos internos. Lo importante es que no hay excusas para no recorrer La Habana de cabo a rabo.

Nunca tendrás problema estando en La Habana de encontrar cómo transporte, eso es seguro. Los autobuses tienen buena frecuencia, acercan a todos lados y fueron renovados sus coches recientemente; de modo que si buscan sentirte un local, es tu mejor opción. Hay más alternativas, como las “bicitaxi” que son mejores para moverse a cortas distancias.

Por último, si una vez en la isla decides conocer otra ciudad un poco distante, lo mejor es elegir hacerlo con vuelos internos. Lo importante es que no hay excusas para no recorrer La Habana de cabo a rabo.

13 octubre 2011

Cuba, un destino soñado para disfrutar en vida

Muchas personas, sin importar nacionalidad o procedencia, sueñan con visitar Cuba. Y esto se debe a que este país reúne una serie de condimentos muy especiales, tales como paisajes maravillosos, playas paradisiacas, música alegre y personas amables, que no hacen más que generar unas inmensas ganas de visitarlo.

Y si ustedes son una de esas personas que anhela estar disfrutando de unos hermosos días en alguna de las aproximadamente 300 playas naturales de arenas blancas y aguas cristalinas que rodea a este lugar, pueden ir evaluando los distintos viajes a Cuba que hay disponibles en el mercado. De esta forma, hacen que el anhelo no quede solamente en una ilusión, sino que lo van convirtiendo en una experiencia inolvidable.

Al respecto de esto último, seguramente muchos se topen con el inconveniente económico. No obstante esto, deben saber que existe una gran variedad de viajes y paquetes para disfrutar de la magia de Cuba. Y en esta variedad hay lugar para viajes económicos y flexibles. Con lo cual, os animamos a pensar seriamente en concretar este deseo de conocer Cuba.

Los motivos para hacer el esfuerzo económico y afinar la punta del lápiz para poder visitar Cuba son muchos. Y es que como dijimos en un principio, este país posee muchos condimentos para saborear. Imagínense que está en un archipiélago conformado por más de 4000 cayos y pequeñas islas, las cuales son dignas de admirar.

Uno de los lugares más imponentes que está en el archipiélago, y que merece la pena ser visitado si se está en Cuba, es el municipio Isla de la Juventud. Además, está Varadero, La Habana, Cayo Largo, Trinidad de Cuba y Las Tunas, entre muchos lugares más.

Así mismo, vale destacar que la oferta turística cubana es amplia y para todos los gustos. No solo se trata de admirar y disfrutar la belleza del país, sino de conocer y adentrarse en una cultura distinta, en todos sus sentidos. Nos referimos a una música característica, a comidas regionales y típicas, e incluso a la política del país. Esto último, y sin explayarnos mucho sobre el tema, también constituye un condimento especial, dado que uno puede conocer en primera persona una forma de vida distinta a la que quizás está acostumbrado a experimentar.

Por todo lo expuesto, y muchísimo más, es que los animamos a pensar seriamente en viajar a Cuba. ¡A hacer cuentas y a comenzar a planear un viaje soñado que nunca olvidarán!

22 septiembre 2011

Las mágicas Cuevas de Bellamar, en Cuba

Las cuevas son sitios estupendos, mágicos, puertas a otro mundo. Cuando paseas por el interior de algunas de las cuevas mas fantásticas te das cuenta de porqué los antiguos consideraban a estos lugares, agujeros en la tierra, como pórticos especiales o mundos ocultos. ¿Qué belleza! Uno de los sistemas cavernarios mas hermosos del Caribe lo encuentras en Cuba. Se trata de las famosas Cuevas de Bellamar y si vas de vacaciones a esta isla, la mayor de las Antillas, pues es una excursión que no te puedes perder.

Las cuevas están cerca de la ciudad de Matanzas y no muy lejos tampoco de La Habana así que hay muchos tours disponibles. Estas maravillosas cuevas se han formado hace unos 300 mil años y son en total tres: Bellamar, El Jarrito y Soto y Jibaro, aunque originalmente eran una sola. Fueron descubiertas por los europeos recién en el siglo XIX y son las cuevas mas profundas que se registran en el país. Cuando desciendes te topas con un mundo repleto de estalactitas y estalagmitas, pictogramas, ríos, arroyos y más maravillas. Como suele suceder en este tipo de cuevas algunas rocas han sido bautizadas con nombres populares y así tienes una cámara que se llama la Capilla de los 12 Apsotoles, por ejemplo, una que tiene rocas que recuerdan enanos, la Galería de los Dos Lagos o la Sala Esponja, por ejemplo. Entre otras atracciones más se cuentan La Fuente del Amor, la Galería del Coco Rallado, la Sala de las Damas o el Lago de las Dalias. ¡Imagina!

El tour oficial dura 45 minutos y recorre solo 1500 metros. La entrada cuesta 4 dólares y dentro hace calor, unos 27ºC.

29 junio 2011

Ruta de Hemingway en Cuba

A partir de este verano se podrán seguir los pasos del escritor Ernest Hemnigway en Cuba, quien halló en la isla un refugio que disfrutó por largas temporadas.

Por ello, se está promocionando mediante la agencia local de viajes Cubatur un nuevo programa turístico denominado ‘Hemingway y las islas del golfo’, que lleva a recorrer los lugares por los que el escritor pasó y han tenido relevancia.

Esta Ruta de Hemingway por Cuba está realizada con un servicio de guías que contará con el apoyo de especialistas del Museo Ernest Hemingway instalado en las afueras de La Habana, en la casa que habitó el escritor durante varios años.

Este tour además ofrece alojamiento en el hotel Ambos Mundos, donde Hemingway paró durante sus primeros tiempos en la isla.

Otros sitios que se visitarán serán la Finca Vigía, sitios de La Habana, o la cayería de Jardines del Rey, una serie de parajes que fueran descritos en Las islas del golfo, considerada como su novela más autobiográfica

17 junio 2011

La Habana Vieja, un tesoro arquitectónico

Una melancólica canción de Pablo Milanes o un buen tema de Buena Vista Social Club pueden ser la mejor compañía para un recorrido por el barrio más antiguo de la capital cubana. La Habana Vieja enamora a cada turista que lo visita. El mismo Ernest Hemingway quedó fascinado con su belleza y arquitectura.

Declarada desde 1982 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta zona se caracteriza por sus construcciones coloniales. Su época de esplendor arquitectónico ocurrió entre los siglos XVI y XIX. Nuestro recorrido debe empezar desde donde se escribió la historia cubana, en la casa del gobierno, frente a la Plaza de las Armas. Sin embargo, hay otra plaza que se lleva todos los aplausos, la Plaza de la Catedral, y tal vez no sea por mérito propio sino por la majestuosa vista de las torres de la Catedral de San Cristóbal.

¿Se imaginarían un castillo en Cuba? Bueno, en la Habana Vieja existen, de hecho hay tres. El más conocido es el Castillo de la Real Fuerza y su fuerte es el más antiguo aún en pie de América. La nave del oeste del castillo tiene un tesoro único, una escultura de bronce llamada La Giraldilla que data del año 1632.

En todo nuestro recorrido la nostalgia se encuentra presente, más aún al observar los automóviles antiguos que circulan por las pequeñas calles de este barrio. Sin duda la gran riqueza arquitectónica nos enamorará, pero la calidez de los cubanos jugará un papel importante en nuestro nuevo amor caribeño.

09 julio 2010

Turismo: Las mejores playas de Cuba

Cuba es uno de los mejores destinos de vacaciones de verano por los que puedes optar en el Mar Caribe. Es sensacional pues tiene de todo bastante: bastante de naturaleza hermosa, bastante de playas soberbias y bastante de rica e interesante historia. Pero bien, que si se trata de vacaciones de verano no hay como estar acostado en una playa de arenas blancas mirando el mar turquesa manso como una piscina, ¿no es cierto? Por eso, hice una selección de las mejores playas de Cuba:

. Playa Paraíso y Playa Sirena: estas dos playas están conectadas y son espectaculares. Son lenguas de arenas blancas sobre la costa de Cayo Largo del Sur, en el extremo occidental y protegido de la isla. Sobre la playa Paraíso hay un simple restaurante y el hecho de que no hay nada más solo le suma privacidad y encanto.

. Varadero: imposible no nombrar este destino. Es la playa premier que ofrecen todas las agencias. Eso sí, por eso mismo siempre tiene mucha gente, mucho hotel y mucho de todo. Pero es una buena opción ya que está muy cerca de La Habana y tiene una extensión de 21 kilómetros de playa ininterrumpida. Hermoso.


. Playa Ensenachos y Playa Mégano: ambas están situadas en Cayo Ensenachos, una isla muy pequeña que es parte de la Cayería del Norte. Es ideal para nadar porque se forma una piscina natural de casi 100 metros de extensión.

. Playa Ancón: otro clásico. Se trata de una fabulosa playa de arenas blancas que está realmente muy cerca de uno de los mayores tesoros de Cuba: la ciudad de Trinidad. Cultura colonial y naturaleza, una genial combinación.

. Cayo Coco y Cayo Guillermo: mis favoritos. Estos pequeños cayos son lugares hermosos, sobre la costa norte, y están separados de la isla mayor por una carretera artificial que se mete en las aguas, como si viajaras derecho al Paraíso. Son sitios geniales para disfrutar del sol y hacer snorkel y buceo.

. Cayo Sabinal: otro pequeño cayo pero esta vez sobre la costa noreste. Sus playas resplandecen, tiene arrecifes de corales y no hay facilidades para el turismo pero sí una rica flora y fauna.

. Guardalavaca: es un balneario muy bonito y bastante visitado aunque no tanto como Varadero. Hay una interesante zona de arqueología precolombina, mucha vegetación tropical, arenas blancas y aguas color turquesa.

03 julio 2010

Turismo: La Habana, tocada por la música

"Echale salsita, échale salsita”, repite la canción, pegadiza como la miel. El quinteto acaba de acomodarse en un rincón del restaurante y ya obliga con su música a mover los pies debajo de las mesas. Estamos en un restorancito frente a la Plaza de la Catedral, que hemos elegido un poco al azar para nuestra primera comida en Cuba y que, según el cartel de la entrada, se llama Don Giovanni pero, según el menú, Doña Isabel.

Días después parecerá que esa elección fue lo que podría llamarse un signo. No por haber sido ésa la primera comida, sino por ser el primer tema musical que escuchamos en Cuba. Echale salsita lo escribió y lo tocó por primera vez en 1933 Ignacio Piñeiro con el Septeto Nacional y hoy muchos le atribuyen a ese título el origen de la palabra “salsa”, que une, entre otros ritmos, merengue, mambo, chachachá, rumba, y desune y confunde a cubanos, dominicanos, venezolanos, estadounidenses de origen latino y todas las nacionalidades que tengan relación con el Caribe. Salsa –me quedo con ésta entre todas las explicaciones que circulan– es una palabra que empezó usándose para marcar cierto sabor de la música del Caribe y que por extensión terminó nombrando de manera imprecisa a una cantidad de ritmos que lo tienen, o presumen de tenerlo.

Como sea, “échale salsita” es la instrucción perfecta en Cuba, la que todos los cubanos aceptan con ganas. Para la comida, para la música, para el baile, para el amor, para la vida. “Salí de casa una noche aventurera, buscando ambiente de placer y de alegría”. Así comienza Echale salsita. Y los cubanos siguen esos versos casi como un mandamiento. Cada noche miles, salen a cumplirlo en las calles de La Habana.

Eso lo sabe uno la primera noche que pisa las calles de la ciudad y se encuentra con pequeñas multitudes reunidas alrededor de la música en el Malecón (la costanera), en los bares, en las plazas o en los cabarets.

Pero antes, durante el día, ha recorrido las maravillas de la Ciudad Vieja, en plena restauración de su patrimonio arquitectónico, y se ha enterado de que la música también reina de día.

Es que todo el tiempo hay grupos –buenos grupos– tocando sones o guajiras en la calle, en los bares y restaurantes, en las plazas. Hay mejores y peores, pero todos tienen nivel profesional. Durante el día, la música de esas decenas de bandas flota en el aire de la ciudad como un aroma, al que no se puede ser indiferente. Nadie pasa por La Habana sin ser tocado por la música.

Así, con ese sonido que, a veces parece la música en off de una película, uno recorre el centro histórico de la ciudad –fundada en 1559 con el nombre de San Cristóbal de La Habana–, unos dos kilómetros cuadrados donde viven 61.000 habitantes. El recorrido por esas maravillas tiene siempre escalas musicales, frente a un grupo que toca en una esquina o en una plaza o siguiendo a una comparsa que desfila por una calle empedrada.

El paseo puede empezar en la Plaza de San Francisco de Asís, frente a la antigua iglesia de San Cristóbal, hoy lugar de conciertos de música clásica. Y dejarse llevar por el oído. Cuando se necesite un descanso del calor y la humedad agobiante, hay varios bares imperdibles. Está la famosísima Bodeguita del Medio, muy cerca de la Plaza de la Catedral, donde se toman los mejores mojitos. Allí, en los dos lugares, seguro hay música: en la Bodeguita y frente a la imponente Catedral.

Pero el lugar donde siempre se quiere volver es el Floridita, el hermoso bar y restaurante donde Hemingway tomaba sus daikiris y ahora lo reemplaza una escultura de bronce, con sonrisa canchera y un brazo apoyado en la barra con su copa cónica de daikiri. Nadie pasa por allí sin sacarse una foto con él. Ahí también hay música, desde luego.

La restauración de La Habana Vieja es un proyecto hoy muy vinculado con el crecimiento del turismo occidental, que comenzó en Cuba en 1993. Hoy, la isla recibe dos millones y medio de turistas cada año, que ya son la principal fuente de ingresos.

Hay sobre todo tres zonas de la ciudad donde se alojan y que recorren los turistas: Miramar y Vedado, dos barrios residenciales, y la Habana Vieja. Y es también en esos barrios donde por la noche se escucha música y se baila. Las opciones para conocer ese circuito son innumerables, y el siguiente es sólo un recorrido posible.

Casa de la Música Miramar (con sows en vivo y baile)
Sobre todo para jóvenes. Conviene llegar antes de las 12 de la noche para encontrar mesa, pero el show en vivo empieza cerca de la una. Aquí, el principal contratiempo es el volumen de la música, que llega a doler en los oídos. Antes del show, todo ocurre en las mesas, donde se charla, se fuma, se toma sobre todo ron. La voz del DJ anima el ambiente con informaciones y saludos entusiastas: “¡Hoy nos acompaña Boris, el tecladista de los Van Van! ¡Hay una mesa de argentinos, saludos para la Argentina! ¡Por allá está Bernardo, el único negro rubio de La Habana!” Después llega la música en vivo, generalmente grandes bandas de jazz latino. Casi todo el mundo baila, sobre todo los cubanos, que son mayoría. Después del show en vivo lo que más suena es el reggaeton. Hora de irse. Calle 20 N° 3308 esq. 35, Miramar, teléfono: (537) 204 6147. La entrada cuesta US$ 15.

La Zorra y El Cuervo (conciertos de jazz y cocteles)
Es un sótano bien de jazz que abrió en 1997, muy tranquilo, con ambiente de pub inglés, muy buen sonido, una barra y alrededor de veinte mesas ocupadas por mayoría de turistas y una minoría de intelectuales, estudiantes, músicos y artistas. Hay un show de 11 a 12.15 y otro una hora más tarde. Nos tocó escuchar al grupo Bellita & Jazz Tumbatá. Bellita es una excelente cantante y tecladista. Buen daikiri, aunque más flojo que el de La Floridita. Calle 23 entre M y N, Vedado, teléfono: 833 2402. La entrada sale US$ 10 e incluye dos tragos.

Habana Café (cenas, boleros y espectáculos de danza)
Dirigido principalmente a los turistas, es un restaurante y café donde se cena a la carta y se escucha excelente música cubana en vivo, con un ambiente que recrea el de La Habana de los años 50, la de los años previos a la Revolución. La decoración incluye una antigua motocicleta Harley-Davidson, un Buick de 1957 y hasta una avioneta, además de antiguos carteles publicitarios (inclusive de Coca-Cola), una rareza en Cuba, donde la publicidad está prohibida por ley. El público es en general mayor de 30 años. Además de música, hay espectáculos de danza y varieté. Nos tocó ver a Racatán, ungrupo de danza de una destreza deslumbrante y a Los Diéguez, una pareja que hizo un espectáculo de circo que podría llamarse “Todo lo que un hombre y una mujer pueden hacer sobre una bicicleta y Ud. ni imaginaba”. Después llegaron la Havana Jazz Band, orquesta de unos veinte experimentados músicos de boleros. Un problema de este lugar: el volumen de la música que hace imposible cualquier conversación. La música llena el espacio. Lo demás es silencio.
Habana Café. Hotel Meliá Cohíba. Paseo y 3a, Malecón, tel: 833 3636. La entrada es de US$10 e incluye dos tragos.

Gato Tuerto (restaurante, boleros y café-concert)
De lo mejor en la noche de La Habana: una antigua casona que resulta un poco chica para la gente que atraen su música y sus artistas. Un lugar para la bohemia de los cubanos y muy amigable para los turistas. Tuvimos la suerte de escuchar a una de las mejores voces de Cuba, la mulata Osdalgia, que llenó la noche de boleros. Pero, sobre todo, de asistir al show de una leyenda viviente de Cuba: Juana Bacallao, una negra de 90 años que a fuerza de canto, humor, presencia magnética y un dominio absoluto de la escena y del público, se hace querer en minutos. Cuando termina su magia, se saca la peluca verde y deja el escenario ayudada por sus músicos, convertida otra vez en una anciana encorvada. Calle 0 esq. 19, Vedado, teléfono: 836 0212. La entrada es de US$ 5 e incluye un trago. Jazz Café (cena, baile y bandas de jazz latino)
Está entre los preferidos por los cubanos de entre 25 y 35 años. Se puede cenar y a las 11 tocan grupos de jazz, sobre todo latino, y se baila. Calle Paseo y 3a, Vedado, tel: 838 3302. La entrada es de US$ 10 e incluye consumición.

Tropicana (shows con músicos, cantantes y bailarinas)
Un cabaret de fama mundial, similar a lo que son en París el Lido o el Crazy Horse, que es una tradición cubana desde su creación en la década del 30. Se lo identifica por su escenario a cielo abierto, –“un paraíso bajo las estrellas”– y por su arco de cristal. Actuaron allí estrellas como Nat King Cole, Josephine Baker o Libertad Lamarque. En el show participan 200 músicos, cantantes y bailarinas de primer nivel. Pero en este siglo le falta un toque de ironía, que le permita sostener esa estética un poco Carmen Miranda, de brillos, flores y frutas en la cabeza. www.cabaret-tropicana.com, tel. (537) 267 1717. Entrada, de US$ 70 a 90, según ubicación.

12 marzo 2010

Cuba exigirá desde mayo un seguro médico a todos los turistas

A partir del próximo mes de mayo, quienes viajen a Cuba deberán contar con una póliza de Seguro Médico para ingresar al país, ya sea se trate de turistas extranjeros o de cubanos que viven fuera de la isla y viajen a sus tierras.

Sólo quedarán exentos de esta nueva norma los diplomáticos y los representantes de organizaciones internacionales acreditados en la isla.

Para cumplir el requisito para ingresar a Cuba, aseguradoras cubanas venderán las pólizas en los diferentes puntos de entrada al país. Asimismo, los seguros podrán contratarse con aseguradoras internacionales acreditadas en Cuba.

Al año, llegan a la isla unos 2,4 millones de viajeros, además de unos 300.00 cubanos que residen en otros países y van de visita.

04 septiembre 2009

Cuba: un paseo por el Museo del Ron

Cuando se piensa en Cuba varias cosas vienen a la mente, entre ellas, playas paradisíacas, habanos y ron. Es así que, en La Habana, se alza el museo en honor a esa bebida típica. Se trata del Museo del Ron Havana Club que busca dar a conocer todo el proceso y la historia de la una de las bebidas cubanas con reconocimiento internacional. Ubicado en el Centro Histórico de la capital, el establecimiento pertenece a la Fundación Havana Club, una de las marcas clásicas de fabricación y distribución de ron en el mundo entero.

Así, el recorrido que se lleva a cabo en un hermoso edificio histórico muy bien conservado, explica los diferentes estadios en la fabricación del ron, desde la siembra de la caña, pasando por el ritual del añejamiento en los toneles, por la historia del trapiche (o molino), hasta las fábricas de azúcar, el tren de vapor, y todos los pasos necesarios (fermentación, destilación y filtración) hasta llegar a dar con el ron del que disfruta el público. Como dicen en el Museo, allí se muestra la historia desde “el cañaveral al paladar”.

Un tour en el que se recorren diferentes galerías temáticas, se ven maquetas y se aprecia un vídeo que busca dar a conocer la importancia del ron y del azúcar en la cultura del pueblo cubano.

De este modo, el paseo por el Museo del Ron cuenta con guías en los siguientes idiomas: inglés, español, francés, italiano y alemán. Para que los ciudadanos del mundo puedan disfrutar de la historia del ron y culminar el paseo en el Bar de Degustación. Un lugar donde los visitantes podrán catar el ron Havana Club.

Sitio Oficial: Fundación Havana Club

29 agosto 2009

Los mejores paseos de La Habana, Cuba

La Habana, capital de Cuba se conserva sin grandes cambios en su fisonomía desde hace décadas, tanto como para generar en los viajeros que la visitan la sensación de internarnos en el túnel del tiempo. La Habana, es tan especial e interesante en su totalidad como lo es aún más en sus paseos y atractivos más concurridos. A continuación, repasamos algunos de los mejores paseos (e imperdibles) de La Habana.

La Plaza de la Catedral: con el marco de la iglesia jesuita del siglo XVI, sus mesas al aire libre en restaurantes y sus shows musicales, el ambiente de la plaza es imperdible.

El Malecón. Nadie pasa por La Habana sin pisar su Malecón, la explanada en la bahía con ocho kilómetros de extensión, donde pareciera que todo sucede. En el Malecón, la vida social de la ciudad se entremezcla con los turistas. Los sábados por la noche es el lugar donde divertirse.

Paseo Martí, Paseo del Prado. con un boulevard arbolado, que a fines del siglo XVIII era epicentro de los paseos en carruajes, en medio de palacios y mansiones, el Paseo Marti conserva un aire nostálgico, con construcciones en ruinas pero recordando el esplendor de la zona, junto a numerosos vendedores y artistas callejeros.

Feria de artesanías. En la Calle Tacón, funciona el mercado de artesanías al aire libre de La Habana, un lugar ideal para pasear y descubrir pequeñas obras de arte para llevar de recuerdo. No muy lejos, funciona el mercado de libros de segunda mano.

Parque Central. En uno de los extremos del Paseo Martí, se encuentra el Parque Central, un punto de reunión donde los habitantes de la ciudad se sienten muy a gusto al aire libre, y junto al magnífico edificio del Capitolio.

La Torre. En Vedado, podemos ascender a lo alto del Edificio Focsa para obtener en su piso 36, algunas de las mejores vistas en altura de La Habana.

Calle Neptuno. Si se trata de realizar compras y conocer mejor el sistema cubano, nada mejor que un paseo por ésta calle, para encontrar todo tipo de artículos en un particular ambiente y colorido. Otra calle imperdible es la Calle Obispo, un concurrido punto de reunión.

30 junio 2009

Cuba: Por los otros caminos de la isla

Cuba es ron, tabaco del bueno, del mejor. Che Guevara. Silvio Rodríguez y Pablito Milanés. Cuba es mar y sol. Varadero. También revolución, Fidel, salsa y el famoso malecón. Arroz con porotos negros, hoteles all inclusive y no al capitalismo como una autóctona elección. Cuba es paraíso en las guías turísticas, comunismo en los manuales de historia y emoción en las anécdotas del viajero. Nostalgia, melancolía y esperanza en las letras del trovador. Además, es medicina y educación. La isla de la fantasía para los poetas y la luna de miel que sueña el corazón.

Pero todavía hay más Cuba, bastante virgen del turismo masivo. Un interior profundo, místico, culto, que promete conmover tanto como todo lo clásico de Cuba. Lugares en donde empezó América, obsesiones de piratas y escenarios de leyendas. Mil y una festividades, la cuna del son, construcciones que valen todas las fotos, conversación garantizada, mucha seguridad, baile a toda hora, gastronomía fresca, un oriente, un occidente y, ante todo, gran hospitalidad a prueba de bolsillos austeros. El interior de Cuba está hecho para turistas con ansias de residentes.

Este viaje por el interior de la isla, partiendo de La Habana para unir Santa Clara y Santiago, recorriendo ciudades que son patrimonio de la humanidad, insume unos mil kilómetros de maravillas.

La entrañable transparencia

Las paredes y el techo están cubiertos con maderitas que le dan aspecto de caverna. Hay una llama eterna, pero está casi oscuro y reina el silencio frente al mausoleo del Che. Finalmente, sus restos están ahí. Lo lloran extranjeros, muchos que no son argentinos, y me pregunto por primera vez por qué la emoción se materializa involuntariamente en la piel.

Afuera pega fuerte el calor y en la gigantesca plaza de Santa Clara que se construyó sólo en su honor no circula nadie. ¿O sí? Es que es tan grande. Y un buen ejemplo de una de las manías de Fidel Castro: hacer plazas enormes y peladas para que nadie quede afuera.

Dejamos Santa Clara para llegar a Remedios, la cuna de la parranda, con más fiestas que el diablo. En la Plaza Martí, pese a ser mediodía de un jueves, hay jolgorio. Bailes, artesanías, carrozas y estandartes. Tres hombres se envalentonan con los fuegos artificiales aunque es de día. La gente se amontona lejos, en las veredas, y se estira con cautela para ver la explosión: "Cuidado, chica, que no son muy sofisticados los cohetes, nunca sabemos para dónde saldrán disparando".

Al caer la tarde, un mojito siempre espera en la confitería El Louvre o un cafecito en La Fe, ambas frente a la plaza principal. Al lado hay dos hoteles tradicionales, Mascotte y Barcelona, pero también es recomendable alojarse en casas de familia (entre 15 y 25 pesos convertibles cubanos o CUC, la moneda para extranjeros que tiene una paridad con el dólar).

"El precio depende también de lo que pueda el cliente", me recuerda el dueño del hostal China y Richard. Su servicio incluye desayuno casero y la búsqueda de la moto más económica para recorrer la zona. En Remedios casi no hay autos, pero hasta el mar queda cerquita de todo. Si se espía bien entre las calles, verá las playas desde el centro.

Riachuelos y tupida vegetación

Para llegar a Cienfuegos, la única ciudad fundada por franceses, toca una ruta sinuosa, de mayor altura, con vegetación tupida y riachuelos: vamos hacia el sur de la isla. Es divertido el detalle de la plaza principal: 144 sillas de hierro en hilera para quien quiera descansar. Alrededor, resaltan por su impecable conservación la Casa del Fundador, la Catedral Nuestra Señora de la Purísima Concepción, el Palacio Ferrer, el teatro Tomás Terry y el bar Palatino, donde, por dos CUC, se puede degustar el delicioso trago de la casa: licor de menta, jugo de ananá y ron. Y el resto de los cócteles, desde una limonada hasta un cubata, cuestan sólo un peso cubano. Hay que aprovechar la terraza, siempre hay buenos músicos y poetas dando vueltas por ahí.

Una marcada arquitectura ecléctica, de colores pasteles y que conjuga estilos como el neoclásico, el art nouveau, el arte decó y el imperial se extiende más allá de la plaza. El mejor ejemplo está dado por el Palacio de Valle, donde funciona un distinguido restaurante y cada tarde se presenta una pianista con el don de animar. Como en La Habana, también hay un Paseo del Prado y un malecón que enmarca a la Bahía de Jagua, "adornado con cocoteros y mulatas", dice un guía al pasar.

Un atardecer allí ya es programa, al igual que una caminata por el Parque Martí, donde en 1916 un grupo de obreros construyó el Arco del Triunfo, el único que tiene el país.

De día, Cienfuegos es tranquilo, no suele haber demasiada gente en las calles, pero de noche es difícil resistirse al baile. La disco Costa Sur, al aire libre, entretiene con un espectáculo de bailarinas y karaoke, mientras que en Venni Moore vive la salsa, y van más lugareños. Hay que apurarse: todo cierra a las tres.

La ciudad museo

Romántica y colonial, Trinidad es la ciudad clave de Sancti Spiritus, una de las primeras localidades fundadas por españoles. Las calles de la antigua villa son como niñas bonitas y antiguas: impecables, distinguidas y hasta simpáticas. Los suelos son de lajas originales y brillantes, las casas muy altas, de colores vivos, con puertas enormes de madera y rejas de punta a punta. La gente se cuelga de ellas o pone hamacas cerca de la calle: en Cuba todo pasa afuera, en público. Si bien es una ciudad que sube y baja, Trinidad es para caminar y perderse, emborrachar la vista con estas construcciones que también evocan las barracas de esclavos, pero que hoy no dan sensación de encierro, si no más bien de un verano fresco, frutal.

Si uno no estuviese en esta isla ni conociera las reglas, pensaría que allí viven magnates o celebridades, pero no, sólo habita gente sencilla, la del pueblo.

La cálida playa Ancón, a 12 kilómetros del centro, sobre el Mar Caribe, es un placer por la mañana. Después, hay que ir a la Plaza Mayor. Si quiere historia vaya al Museo Municipal y, por arte decorativo, al Museo Romántico, uno de los más visitados e interesantes del país. Al atardecer, encuentre las escalinatas de la iglesia de la Santísima Trinidad y note qué caprichosas son: quieren ir para todas partes. Pero siga a la orquesta, directo hacia La Casa de Música, donde nadie paga por bailar ante artistas de calidad.

En Trinidad me invade una sensación extraña: olvidarme de que esto también es Cuba. Tal vez por la incongruencia entre una Habana de muros igualmente admirables, aunque tan castigados, y este rincón que parece de cuento, que hasta hace creer en el amor para toda la vida.

El plato roto

Camagüey es la provincia obligada para pasar al oriente de la isla. Por su irregular trazado urbanístico –cuentan que fue adrede, para que los piratas se extraviaran al atacar–, Camagüey también se llama la "Ciudad laberíntica", "Plato roto" y "Calle sorpresa". No es chiste, es muy fácil perderse. ¡A los lugareños también les pasa! Las calles forman triángulos y rectángulos deformes, grandes y pequeñitos, con y sin veredas, mientras que otros bloques son extensos y ondulados o medios círculos. Seguir con la vista a alguien, aunque vaya lento, puede durar segundos.

A Camagüey también le dicen "Ciudad de los tinajones", porque durante siglos la gente conservaba el agua de lluvia en enormes tinajas de barro. Cuenta la leyenda que si tomás agua de tinajón, te quedás a vivir para siempre ahí. Quise beber y beber.

Pese al devastador paso de dos ciclones el año pasado, esta ciudad también logró el reconocimiento de la UNESCO. Aseguran que el mérito es de los vecinos: con la ayuda material del gobierno, claro, en tres meses levantaron sus casas, si bien es cierto que varias son más una fachada que un hogar.

La mayoría de las calles son tan estrechas que los autos casi no pueden circular. El "Callejón de la miseria" es la calle más corta de Cuba (sólo ocho metros), mientras que el "Callejón funda del catre", la más angosta (no pasan dos caballos a la vez).

Llegué a Camagüey en plena celebración de la fiesta del barro y del fuego, que dura una semana. En el centro urbano, más de ochenta artesanos sacan sus mesas a la calle y trabajan para después concursar entre sí. La antigua Plaza del Carmen también rinde honor al barro con estatuas en tamaño natural de los diversos personajes del pueblo, obra de la artista Martha Jiménez Pérez. Allí funciona su atelier y ella convida una charla animada sobre los secretos del lugar.

Por menos de cinco CUC se puede tomar desde ahí una bicitaxi, y llegar, entre otros sitios, hasta el Parque Ignacio Agramonte, rodeado por museos y confiterías. Los taxistas son buenos guías, pero recuerde arreglar el precio antes.

Ciudad heroica

La Sierra Maestra es imponente. No deja indiferente al visitante, lo mete de lleno en la historia: Cuba nació en Santiago de Cuba.

En el Parque Céspedes, centro del casco histórico y político, se vivieron hechos de interés universal, como la primera venta de esclavos de América, la declaración de la independencia y el anuncio de Fidel al mundo de que había triunfado su revolución. Allí también se encuentra la casa más antigua del continente, donde residió el conquistador español Diego Velásquez, y el monumento con los restos del líder nacional José Martí.

Para seguir repasando hitos, está muy bien visitar el museo del Cuartel Moncada: impresionan los elementos de tortura para los revolucionarios al gobierno de Batista. Creyentes –y no creyentes– pueden peregrinar hasta la iglesia de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona nacional.

"Los cubanos somos fanáticos religiosos, pero no practicantes devotos", me aclara un nuevo amigo. Así, cual Luján, hacen colas para dejar objetos en comodato y a cambio de milagros.
No obstante, se celebran pocas misas y la venta de recuerdos es infinita. En lugar de panchos, bocados de cerdo al horno por dos pesos. Desde el santuario se ven las minas de cobre. Son un ícono del lugar.

Con ganas de un paseo más rápido y urbano, me trepé a una de las 13.000 motos que circulan por la ciudad. Son más baratas y efectivas que los taxis; en Santiago hay bastante tráfico. Fijamos con el conductor en seis CUC todo el viaje, que respondía además a un itinerario. Me puse el casquito –como los antiguos cascos de guerra– y partimos.

Pasamos por el Balcón de Velásquez –tiene una serena vista de la ciudad–, el Museo del Ron –dicen que el de Santiago es el mejor– y terminamos en la Casa de la Trova: desde el mediodía se estaban presentando artistas y la gente sigue entrando o mira desde la puerta.

El ambiente es familiar, nadie paga ni un peso, la música no pide permiso al cuerpo. Pienso que en Cuba el que quiere aprende a bailar, aprende. Y me acuerdo de Ricardo, que hacía unos días me había convencido: "Tu cierra los ojos y no pierdas el ritmo, recuerda nunca perder el ritmo. Lo demás, déjamelo a mí".

27 mayo 2009

La Habana: una ciudad inolvidable

Visitar Cuba es asistir a un momento histórico. Siempre. Es una cualidad de Cuba. En estos días que abren todas las puertas a un nuevo tiempo, el turista es testigo de una restauración impactante. "Recuerda Cuba", nos dicen los carteles desde que ponemos un pie en tierra de Martí. Recuerda los hoteles fastuosos, aquellos automóviles espléndidos que rodaban en los 50, el ron duro, el humo de los habanos y las mulatas deslumbrantes. Recuerda aquella música casera y prodigiosa, los cubanos de amistad irresistible. Recuerda el mar como un brillante espejo de jade, las arenas finas, las palmeras soñolientas y el cielo intacto. No es un nuevo perfil, es algo que nunca dejó de ser Cuba.

Recuerda el formidable Hotel Nacional, cíclope arquitectónico del Caribe. Nos impresiona su tamaño cuando nos acercamos y en el lobby sentiremos la presencia de los potentados que vestían trajes perfectos y perdían fortunas en el casino. No nos asombraría que en el ascensor que nos lleva a nuestra habitación Nat King Cole les haga un chiste a los duques de Windsor. Frank Sinatra tomaría un mojito mirando el mar desde los inmensos sillones de reyes en unas galerías frescas junto a un jardín opulento y ahora estamos sentados allí, sintiendo el bienestar del mismo mojito.

Los jardines acaban en una avenida por la que marchan con parsimonia unos coches magníficos. A los habaneros siempre les gustó la buena vida. Usaban esos autos formidables, un Dodge King Way 57, un Cadillac Serie 62 modelo 55, pero con la Revolución se frenó la compra de modelos actualizados, de modo que aquellos se volvieron hierros viejos. Sin embargo, la nobleza que los preservó los ha convertido en clásicos. No habrá forma de que nos saquen de esta isla sin habernos trepado a una de esas joyas, destellos de un pasado que no ha de volver.

¿Nostalgia? En Cuba la nostalgia es un mal que se cura con fiesta. Nos escaparemos del tour y conoceremos a alguien que nos invitará al Café Habana, temático de aquella gloriosa posguerra. Justo en el momento en que estemos a punto de extrañar, sonará un estrépito de trompetas y tumbadoras que nos harán olvidar todo. Los deseos hay que dárselos en vida: saldremos y nos treparemos a un Ford Sunliner convertible del 54, rojo como una cereza intergaláctica, y corriendo por el Malecón sentiremos el aire fresco y dulzón del océano y reiremos y terminaremos en el Tropicana, donde el show estará haciendo reventar la noche. Allí acabaremos de recordar aquella Cuba a puro ron, habanos, la mejor música del mundo y las mujeres más consistentes que ha dado la raza.

Habana Vieja y remozada

El emblema de la Restauración es La Habana Vieja y el Malecón, en todo su recorrido frente al mar. La Habana Vieja es el centro histórico donde hace 500 años se erigieron la Catedral y su plaza, la plaza de Armas y los antiguos palacios, moriscos, barrocos. Resistieron cinco siglos las mansiones, los portales empedrados y los estrechos callejones adoquinados que conducen a las cinco plazas. Es un pequeño barrio que concentra 242 manzanas y unos 3.500 edificios habitados por 70.000 habaneros.

Igual que los autos, La Habana vieja y sus edificios, los más señoriales del Caribe, estuvieron a punto de caerse a pedazos pero hoy son remozados para gloria de la arquitectura y declaración de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO mediante. Los trabajos comenzaron en 1994 y dicen que llevarán aún muchos años, pero ver en su segundo esplendor el edificio Emilio Bacardí, el Gómez Vila y la antigua Lonja del Comercio, amerita el viaje.

Nos vamos a caminar por la reflorecida Calle de los Mercaderes. Todo es incitante. A unas mujeres que crearon una cooperativa para vender lo que siempre hicieron les compramos un vestido al crochet por 25 dólares, entramos al Mercado de Oriente, a la Librería Boloña, al Café Columnata. Entramos a todas partes, ¡Cuba es nuestra! Dimitri Camejón, hijo de un mecánico que una vez tuvo una vida en Rusia, nos hace sentir en casa dándonos charla en su pequeña galería de arte. Nos podríamos quedar allí toda la vida, pero el mismo Dimitri nos lleva a un local de artesanías para que compremos un reluciente cangrejo de madera por tres dólares. Por la calle andan los niños con sus uniformes bordó y blanco de la escuela, riendo a carcajadas y sus maestras retándolos, y luego riendo ellas también, la gente que charla de balcón a balcón, los tres hombres que arreglan un auto, el ejército de mujeres y hombres vestidos con el overol de la Restauración. En cada cuadra se están refaccionando tres, cuatro antiguas mansiones y cada dos cuadras hay un taller donde se reúnen los trabajadores.

Sabemos que serán unos días muy especiales aquellos en que nos alojamos en un hotel de la Restauración en 2009. Son una veintena y en ellos la atención a los turistas tiene su mayor concentración. Salimos de la Calle de los Mercaderes y a media cuadra, por la Calle Teniente Rey entramos al Hostal Los Frailes. Los botones y las recepcionistas nos recibirán vestidos de monjes y una vez adentro, nos atrapará un patio mágico que contiene la luz que emanan las plantas, la frescura íntima de la humedad de los musgos de siempre, un perfume de helechos y jazmines y el aire que alegran las voces de los chicos. De esos edificios recuperados de la carcoma y los huracanes rebrota un pasado que es el de Cuba pero que también es el nuestro.

Nos hemos emocionado con "Por quién doblan las campanas", y andando por la Calle de los Mercaderes, allí está, en la esquina con la Calle del Obispo, el Hotel Ambos Mundos, el lugar donde fue escrita. Y está la habitación que siempre ocupó Hemingway, convertida en un pequeño museo. No nos privamos de ir a sus bares preferidos, la Bodeguita del Medio y La Floridita, donde dejaremos que el tiempo se nos escurra. Como en todas partes, allí también hay cubanos con quienes hablar, del Che, de lo malo de la Revolución, de Elián, de Raúl, del Bloqueo, de lo prodigioso de la Revolución, de Diego, de los milagros de la medicina cubana, de Fidel. Nunca se detiene la charla en La Habana Vieja.

Abandonados a la placidez de la tarde que huye en secreto, nos sumergimos en los libros de una feria que rodea una plaza. Abrazados como a un tesoro perdido de una primera edición de Los fundadores del alba, que ganó el premio Casa de las Américas en 1969, entramos al restaurante La Mina para comer un plato de ajiaco criollo al que era aficionado Julio Cortázar.

Entre las mesas al aire libre andan dos pavos reales y el espacio está embriagado de la música que toca la orquesta. Uno cae en la cuenta de que en cada bar, en cada restaurante, en los lobbies de los hoteles y en las plazas, hay orquestas tan buenas que, si la más humilde viniera a nuestra ciudad, daría un concierto en uno de los teatros principales y pagaríamos una suma importante para oírla en vivo.

La Habana es la primera entrada a la isla turística; la segunda es la forma más placentera del paraíso silvestre: las playas en que se unen la isla y el mar. En Varadero la Restauración del Caribe que comenzó cuando Cuba se restituyó para el gran turismo internacional, continúa construyendo hoteles e instalando servicios.

13 febrero 2009

Holguín, un destino diferente en Cuba

Como ya sabemos, Cuba cuenta con una amplia gama de atractivos que va más allá de las playas o de las hermosas riquezas folklóricas sino que también cuenta con localidades de gran encanto que los viajeros no pueden dejar de conocer.

Estamos hablando en esta ocasión de Holguín, una ciudad apartada de lo que comprende el circuito turístico tradicional a unos 750 kilómetros en dirección este de La Habana, para ofrecer a los viajeros imponentes montañas y bosques.

Los grandes tesoros históricos de la localidad constituyen otro de los principales atractivos que junto que la belleza del celeste mar, hacen la zona un paraíso imperdible ideal para pasar unas vacaciones descansando a pleno.

La distribución de la arquitectura respeta los clásicos estándares de las construcciones llevadas a cabo por los españoles colones donde se puede observar la combinación de plaza-iglesia y casa de gobierno, marcando un entorno realmente particular.

Un destino sorprendente ideal para quienes desean viajar al Caribe y conocer un poco más aparte de las hermosas playas con palmeras y los tradicionales paseos.

Vía Viajes Norteamerica

05 febrero 2009

Cuba: Recorrido por el Centro de la Habana

Ha llegado el momento de dejar la playa por un momento y dedicarnos a conocer la verdadera Cuba. Y para ello, qué mejor que visitar su capital, La Habana, para recorrer sus calles, disfrutar de su historia, conocer a sus pobladores, probar su gastronomía y perderse en sus angostas calles.

De este modo volvemos a Cayo Coco para abordar el avión que tras 50 minutos en el aire aterrizará en el aeropuerto de La Habana. Allí llegamos y, a primera vista, apreciamos una ciudad quedada en el tiempo donde los coches particulares, reconocibles gracias a su matrícula color amarillo, tienen, al menos, entre 40 y 50 años de antigüedad. Estos se mezclan con modelos más nuevos, los de matrículas azules que son los pertenecientes al estado y las bordó que son los de alquiler. Al recorrer sus calles pueden observase en algunos muros diferentes frases que hacen referencia al sistema y a la revolución, muchas de ellas, pertenecientes a José Martí.

La Habana puede, entonces, dividirse en cuatro grandes barrios o zonas: Centro Habana, el Vedado, La Habana Vieja y Miramar. Así, Centro Habana es la zona limitada entre las avenidas de el Malecón al norte, el Prado al este y la Calzada de la Infanta al oeste. Se trata este de un sector popular, ruidoso y superpoblado en el que pueden apreciarse edificios que son verdaderas joyas arquitectónicas muy deterioradas, fruto de los años dorados de Cuba.

Es realmente lamentable ver el estado de las construcciones y los casi inexistentes trabajos de restauración pero, sin dudas, las imágenes callejeras de esta zona son verdaderas postales del país. Casas compartidas por varias familias, ropa secándose en sogas que atraviesan las calles y, por sobre todo, la alegría, la educación y la buena predisposición de su gente.

Pero veamos, que además de sus calles y las casas, Centro Habana también cuenta con otros atractivos como la fábrica de la famosa marca de tabaco Partagás que se alza detrás del Capitolio, justo en el límite con La Habana Vieja. Allí pueden disfrutarse de visitas guiadas pagas y de una tienda para adquirir habanos de gran calidad.

Por su parte, el Barrio Chino podrá encontrarse muy cerca y con facilidad. Si bien esta zona se extiende por varias calles, un pasaje cubierto por adornos orientales y carteles es considerado el centro de este sector. Allí abundan los restaurantes donde se podrá disfrutar de la comida china y otros que fusionan a ésta con la gastronomía cubana.

Y si de arquitectura se trata la Iglesia de la Caridad es otro atractivo de esta parte de la ciudad dado que es allí donde el catolicismo se entremezcla con la santería, es decir, con el rito traído a América por lo esclavos africanos. Frescos, mucho dorado, velas e incienso son los protagonistas de este lugar.

En tanto, para caminar y disfrutar de la fresca brisa marina, el Malecón es el sitio. Se trata del paseo marítimo que se extiende por 5 kilómetros en el que las olas rompen empapando las veredas y alguna persona que pasea por allí. Durante el día pueden verse personas pescando y otras vendiendo sus artesanías, mientras que por la noche el lugar se ve invadido de parejas y personas o grupos musicales dando rienda suelta a su arte con los sonidos típicos del Caribe.

Via: diariodelviajero

13 septiembre 2008

La Habana Cuba

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