En primer lugar, fidelidad. Ryan Birgham, el personaje, viaja siempre en American Airlines y se hospeda en los hoteles Hilton, para obtener ventajas como las millas acumuladas o poder realizar el check in sin hacer fila. “No gasto un dólar si no suma millas”, es su lema.
El equipaje. Para este viajero frecuente, es fundamental que su maleta pueda viajar en la cabina con él, para ahorrarse el tener que ir a retirarla después. “En un año, se pierde una semana al año esperando la maleta”, señala. Por tanto, evita al extremo llevar cosas innecesarias y prefiere el tipo de equipaje tipo carry on, es decir, el autorizado por las aerolíneas para viajar en la cabina de pasajeros.
Cuando tiene que hacer fila para pasar controles de seguridad y el escáner, Birgham aconseja evitar las filas donde hay bebés – cuyos padres tardan demasiado en abrir y cerrar el coche – o donde hay ancianos – “tienen mucho metal en el cuerpo”. Los compañeros de fila ideales son los asiáticos, puesto que son eficientes y están acostumbrados a quitarse y colocarse los zapatos rápido.
Una vez que llega su turno de ir al escáner, está preparado: se quita rápidamente el cinturón, los zapatos, el saco y la cartera, ya tiene en la mano sus boarding pass y deja el portátil y el móvil en una caja aparte. Así, puede pasar mucho más rápido.
Finalmente, este viajero frecuente sabe que los productos de cortesía de los hoteles se pueden llevar a casa sin problemas, como cuando llega a su casa y se ve que tiene unas pantuflas de los hoteles Hilton – de donde es también huésped frecuente –.