El norte de Perú es una región que alberga numerosas huellas del pasado prehispánico del país. Lambayeque es, de todas ellas, una de las más abundantes en yacimientos arqueológicos notables por la importancia y el gran estado de conservación en que se encuentra.
La cultura Mochica, que tuvo su época dorada entre los siglos I y VII después de Cristo, se ve reflejada en estos yacimientos, entre los cuales destacan las pirámides de Túcume, los santuarios de Sicán y, lo que hoy os presentamos: las tumbas de Sipán.
El complejo arqueológico conocido como Huaca Rajada es el depositario de numerosas cámaras funerarias, en donde se encuentran los restos mortales de los Señores Mochica. Este lugar se encuentra a 28 kilómetros de la ciudad de Chiclayo, y es accesible gracias a innumerables servicios turísticos que transportan a sus pasajeros hasta allí.
El conjunto se conforma de dos pirámides unidas por una plataforma, y el nombre del complejo arqueológico surge de los huaqueros, saqueadores de tumbas que, al considerar a cada huaca por la cual se introducirán como su “protectora”, realizan primero una ofrenda antes de excavarla.
De hecho, este ritual era tan extendido entre los saqueadores que los investigadores antes de ingresar a las tumbas realizan todavía una suerte de ofrenda para realizar sus excavaciones. De otro modo, los pobladores vecinos no dejarían que se inmiscuyeran en los recintos sagrados de los Señores Mochica.
En 1987, se descubrió la tumba del más famoso de todos ellos. Se trata del Señor de Sipán, una de las principales atracciones del lugar. Y esto se debe a que la importancia y el excelente estado de conservación en que fue hallado permitieron conocer grandes detalles acerca de la cultura mochica.
La cultura Mochica, que tuvo su época dorada entre los siglos I y VII después de Cristo, se ve reflejada en estos yacimientos, entre los cuales destacan las pirámides de Túcume, los santuarios de Sicán y, lo que hoy os presentamos: las tumbas de Sipán.
El complejo arqueológico conocido como Huaca Rajada es el depositario de numerosas cámaras funerarias, en donde se encuentran los restos mortales de los Señores Mochica. Este lugar se encuentra a 28 kilómetros de la ciudad de Chiclayo, y es accesible gracias a innumerables servicios turísticos que transportan a sus pasajeros hasta allí.
El conjunto se conforma de dos pirámides unidas por una plataforma, y el nombre del complejo arqueológico surge de los huaqueros, saqueadores de tumbas que, al considerar a cada huaca por la cual se introducirán como su “protectora”, realizan primero una ofrenda antes de excavarla.
De hecho, este ritual era tan extendido entre los saqueadores que los investigadores antes de ingresar a las tumbas realizan todavía una suerte de ofrenda para realizar sus excavaciones. De otro modo, los pobladores vecinos no dejarían que se inmiscuyeran en los recintos sagrados de los Señores Mochica.
En 1987, se descubrió la tumba del más famoso de todos ellos. Se trata del Señor de Sipán, una de las principales atracciones del lugar. Y esto se debe a que la importancia y el excelente estado de conservación en que fue hallado permitieron conocer grandes detalles acerca de la cultura mochica.