-
-
-
-

21 septiembre 2009

Argentina: San Rafael, el jardín de las delicias

No es lo mismo el otoño en Mendoza, hay que andar con el alma hecha un niño. Comprenderle el adiós a las hojas y acostarse en su sueño amarillo...". No es lo mismo esa copa de vino que bebemos al pie de la viña. No es lo mismo. Ni la empanada crujiente de masa casera hecha en un horno de barro. Ni tampoco suena igual la conocida Tonada de otoño si la escuchamos allí, en San Rafael, corazón de Mendoza, cantada por el Grupo Coral de los Andes que dirige José Gutiérrez.

Como especias para chocolate

Las cosas como son: tienen otro sabor y despiertan otras emociones cuando se disfrutan en origen, en el terruño que las vio nacer. ¡Quién pudiera volver a Mendoza cada vez que nos llame el antojo de comer, por ejemplo, un chivito al Malbec, en cocción lenta de manzanas verdes, con suave puré de camote, salsa de jarilla silvestre y crocante de quínoa! Este fue el plato principal que preparó el chef del restaurante Algodón Wine Estates Restó, Gastón Langlois, en ocasión del Primer Encuentro Regional de Gastronomía y Turismo realizado hace pocos días en San Rafael.

Más de 50 productores locales brindaron una degustación de sus productos. Una verdadera delicia. Chocolates especiados, hidromiel -antiquísima bebida prehispánica-, frutas secas, quesos caseros elaborados por los chicos de varias escuelas -como los exquisitos de la Martín Güemes- y una variedad de dulces artesanales -como los originalísimos de Elva Cerda- fueron saboreados y valorados por los concurrentes.

De la uva a la nuez

Da gusto decir -bien que vale la expresión- que marcas premium como Mumm, Bianchi o Yancanelo no tuvieron "empacho" en compartir con otras de diferentes niveles: en la muestra se vivió una "democratización del sabor".

Las dos bodegas centenarias de la región merecen un párrafo aparte: La abeja, Finca & Bodega, es considerada la más antigua de San Rafael. Su casco, construido en 1883 por Rodolfo Iselin, fundador de la ciudad, es histórico. Sus vinos, exquisitos.

La otra joya es la Bodega El Rosal, a 4 km de la ciudad, que fue inaugurada en 1902. También elabora magníficos "jugos de Baco". Es imposible recordar a todos. Y hablar de algunos no implica desmerecer a los otros. Para mencionar: el maravilloso Fernet Viterbo, elaborado y envasado por Miguel Bizarri, El Retamozo, una fantástica bebida alcohólica de nuez, elaborada artesanalmente por Angelino Zapata o el vino casero, tinto y orgánico, el Numerado de Abel Correa.

Otros emprendimientos de turismo rural como El Secreto, la finca orgánica Rincón Deseado de la familia Camargo, o la propuesta de Agroturismo de los Regionales Rubio deslumbran por la sencillez y calidad de las ofertas.

Pero, claro, un "destino" turístico, además de buenas comidas, requiere otros atributos. Y en este sentido, San Rafael no se anda con chiquitas. Un breve circuito por la Ruta Provincial 173 nos volvió a confirmar esa maravilla que es el emblemático Valle Grande, en donde se comprende cómo el bloque de Sierra Pintada es "tapa" del viento zonda y cómo esa erosión eólica esculpió el cañón del río Atuel.

En el cañón del río Atuel

Aquí el Atuel es río, pero "se hace escuela" para aprender todos los secretos del rafting. Hay que ver para creer. En una piedra, un biguá de color negro intenso seca sus alas al sol: es un pájaro pescador. Parece un manchón tornasolado junto al paredón de la presa Valle Grande. Más allá y por el cielo azul intenso, planea un cóndor. Patricia, una apasionada con la arqueología del lugar, explica las vetas rojas en las sierras: "puro óxido de hierro", dice.

En El Nihuil (a 85 km), nos quedan las ganas de ver las dunas por donde pasaron los autos del Rally Dakar en el mes de enero. "Y van a volver, porque esta zona tiene un gran parecido al desierto africano, aunque es más difícil, con más adrenalina. Es que de pronto se acaba el médano en altura y se cae al otro lado, como volando", describe nuestra guía.

Esa noche, ya de vuelta, nos espera una cena en El Restauro, el premiado restaurante de Ana Paula Gutiérrez. Lo suyo es cocina de autor y le fascina bucear en las recetas ancestrales de su San Rafael. Y prepara el tomaticán (revuelto de yemas con cebolla y tomate, ricamente especiado) con quesillo a las hierbas, que es un manjar de dioses; o la carne a la masa con chimichurri, el chivito malargüino arrollado con crema de jarilla y el medallón criollo con tomates secos y aceitunas. Esa esquina, que da a la Plaza San Martín, parece una metáfora de todos los sabores de la ciudad. Y ya sé, no me digan nada: no es lo mismo contarlo que saborearlo. Bueno, deberán hacer el viaje.

Noticias del mes (revisa por meses)