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06 julio 2011

Consejos para la salud de los pies del viajero

¿Has sufrido alguna vez al recorrer una ciudad con ampollas en los pies? Seguramente en algún momento de tus viajes, tus queridos pies te habrán hecho ver las estrellas. Y es tu responsabilidad, por no haberles prestado la atención mínima necesaria. Aquí van algunos consejos para la salud de los pies del viajero:

* No es el momento de estrenar calzado. Sean zapatillas o sandalias, botas de trekking o zapatos de vestir, debes andarlos mucho antes de meterlos en la maleta.

* Hazte la pedicura. Sí, como uno de los preparativos básicos previos a un viaje en el cual debas caminar mucho, una pedicura profesional te dejará en plenas condiciones. Si no te gusta esta opción, o vas corto de tiempo, haz una inspección personal de tus pies a conciencia.

* Recorta correctamente las uñas. Esto no es un consejo de moda, sino de salud. Si llevas las uñas un poco mas largas de lo aconsejable (justo al nivel del dedo) sentirás el exceso al cabo de un par de días. Cuida que el corte sea recto y completo ya que las pequeñas astillas que suelen quedar a los lados, serán como cuchillos incrustados en tu carne a cada paso después de un par de horas de recorrido.

* Quita asperezas y presta especial atención a los talones y debajo los dedos de los pies. A lo largo de las caminatas urbanas o rurales, los pies deben soportar nuestro peso en condiciones extremas. Habrá que limar y humectar con crema para que la piel esté limpia y sana para aguantar el esfuerzo extra.

* Camina descalzo. En cuanto veas la oportunidad, no dejes escapar el momento y camina descalzo por la arena o el césped. Relaja, activa la circulación y te regala una agradable sensación.

* Relaja y mima tus pies. Antes y después del paseo, masajea tus pies y huméctalos con crema para activar la circulación de la sangre y darles ese plus de hidratación que le quitaremos con el esfuerzo del dia. Al final de la jornada, agrega al masaje una crema refrescante o mezcla con la crema un poco de bálsamo de eucaliptus o menta (ese mismo que usábamos de niños en el pecho cuando estábamos resfriados).

* Descansa cada tanto y eleva los pies al dormir. Un alto en el camino cuando el cuerpo te lo pida, es esencial para la salud de tus pies y piernas cansadas. Eleva los pies un poco (sobre una silla, un par de minutos será suficiente) y especialmente al dormir por la noche, coloca una toalla doblada o una almohada pequeña bajo los pies para olvidarte de la sensación de pesadez. Y a la mañana siguiente estarás en plena forma para volver a salir a caminar.

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