
El proyecto norteamericano tiene por objetivo endurecer las regulaciones a las embarcaciones con turistas que llegan en forma numerosas hasta aquellas latitudes, para evitar el daño que producen. Hillary Clinton, Secretaria de Estado, fue quien hizo pública esta intención en su discurso de inauguración de la reunión conjunta del Consejo Consultivo del Tratado Antártico y del Consejo Ártico.
Algunos de los puntos de la nueva normativa incluirían un mayor número de salvavidas reglamentarios en las naves – para garantizar la seguridad de los turistas en caso de emergencia – y el control del vertido de líquidos tóxicos por parte de barcos turísticos.
Las nuevas reglas sólo entrarán en vigor si las aprueban todos los países del Tratado Antártico, un total de 47, por lo que Clinton urgió a “todos a moverse lo más rápido posible”.
Vía: Heraldo de Aragón