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02 marzo 2013

Visitando Perú: La Fortaleza de Kuelap

La Fortaleza de Kuelap está ubicada en el norte de Perú, a 3000 metros de altura, dentro del Valle de Utcubamba (que en lengua quechua significa campos de algodón), en el Departamento de Amazonas y está asociada con la cultura Cachapoya.

La estructura consta de una inmensa e imponente muralla exterior de  piedra que albergaba varios edificios. Al parecer su construcción comenzó hacia el siglo VI a.C. y estuvo ocupada hasta la época de la colonización española.

Pasaron posteriormente cientos de años hasta que se volvió a tener conocimiento de su existencia a mediados del siglo XIX.

Imponentes edificios de piedra

La gran ciudadela debe haber demandado un considerable esfuerzo humano en su realización, mide más de 600 metros de largo y sus murallas se elevan a casi veinte metros del piso. Se accede a ella a través del pueblo de El Tingo, situado a 1800 metros sobre el nivel del mar.

Una vereda por la que transitan caballos, bordeando la orilla izquierda del Río Tingo nos lleva hacia Marcapampa y posteriormente a Kuelap.

En su interior hay distintos niveles o plataformas que sirven como base a unas 400 edificaciones, la mayoría cilíndricas; de ellas perduraron sólo las partes inferiores y en algunas se observan frisos decorativos con pájaros o eslabones de cadena.

Pero hay tres estructuras que se destacan dentro del conjunto, el bautizado como El Tintero, emplazado al sur de la más grande de las plataformas, cuya torreta con forma de cono invertido desafía todas las leyes de la gravedad; La Atalaya, que es otra torre circular, elevándose en el punto más septentrional y El Castillo ubicado en un espacio preponderante dentro del entorno, más arriba incluso que la plataforma superior.

Fortaleza o granero, la guerra o la paz

Al primero de los niveles se accede por tres portales, dos ubicados en el frente mirando hacia el este y el tercero ubicado al oeste. El mejor preservado tiene un ancho de tres metros y lo flanquean altas paredes que se van aproximando una a la otra hacia el interior, permitiendo de esta forma el paso de una sola persona, al parecer esto habrá sido como medida de seguridad, temiendo invasiones o saqueos.

Cuando los arqueólogos cavaron cerca de la puerta hallaron una tumba que tenía diseños alegóricos grabados en los bloques de piedra, tales como serpientes y cráneos.

El descomunal conjunto arqueológico disponía de un sofisticado sistema de drenaje para el agua de lluvia, en la actualidad las cañerías se hayan obstruidas por restos de las viviendas.

Se piensa que la mayoría de las construcciones han de haber sido silos, graneros y depósitos de otro tipo de alimentos, por lo que el título de “fortaleza”, cual si hubiera servido en caso de guerra, podría aplicarse como “refugio” para los habitantes de la zona en caso de alguna emergencia.

En las cercanías, a orillas de la Laguna de las Momias, fueron encontrados cinco mausoleos con enseres y utensilios clasificados como pertenecientes también a la cultura Cachapoya.

Un lugar con mucho por descubrir, con mucho para aprender sobre una de las grandes civilizaciones de la América precolombina.

 

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