Mucho antes que los europeos se fijaran en ella,existía en la Isla de Pascua una floreciente población polinésica,que llamaba al lugar "el ombligo del mundo".
Los nativos dejaron algunos monumentos espectaculares, los conocidos "moais" que son estatuas monolíticas con cabezas enormes talladas en una piedra volcánica blanda: la toba.Algunas alcanzan los 23 metros de altura y pesan casi 60 toneladas. Las más antiguas han estado allí por cerca de mil años y las más recientes son del siglo XVII.
Muy pocos descendientes de los talladores de piedra sobreviven hoy en día en la isla, ya que la trata de esclavos realizada por los peruanos entre 1862 y 1863, combinada con graves epidemias, diezmó virtualmente la población polinésica.Misioneros cristianos llegados en el siglo XIX contribuyeron a que la cultura indígena declinara.
La mayoría de los 2770 habitantes se concentra en la aldea de Hanga Roa,en la protegida costa oeste.Tradicionalmente se dedican a la agricultura, y también a la cría de ovejas dando origen a un pequeño comercio de la lana.Desde mediados de 1980 el turismo, sin embrago, se ha convertido en la principal fuente de ingresos de la isla.Por eso te recomiendo que visites cuanto antes este maravilloso lugar en el mundo.
Via: viajesudamerica