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08 agosto 2008

Rio de Janeiro en bici


Cualquiera que haya estado en Brasil, sabe que los brasileros son fanáticos del cuidado de su cuerpo. Bordear las playas de Rio de Janeiro es como meterse en un muestrario de actividades, deportes, prácticas, ejercicios, competencias y diversión.

Los cariocas acostumbran acercarse a la playa antes o después del horario laboral para practicar el deporte o ejercicio que gusten. Desde el surf a la capoeira están presentes a toda hora del día y de la noche sobre las arenas doradas de Rio.

Y así también, son amantes de trasladarse en bicicleta aunque la ciudad no tenga las condiciones óptimas para este tipo de transporte
. Un tránsito endemoniado, reglas de tráfico no siempre respetadas, distracciones, charlas y muchos automóviles convierten a las calles céntricas en lugares complicados para conducir la bici.

Además, la geografía del lugar, con sus subidas asombrosas a las laderas de los morros cercanos y curvas pronunciadas sobre el mar, necesitan un buen par de piernas para controlar la bici. De todas formas, la gente la ha adoptado como medio de transporte popular y económico. Ahora Rio de Janeiro tendrá su sistema de alquiler de bicis como los que venimos viendo en otras ciudades.



La ínstalación de un sistema de columnas con aparcamiento de bicis donde tomarlas y dejarlas, se anunció hace aproximadamente 1 mes
. Pero claro, al uso local, sin dar fechas exactas ni mayores precisiones sobre cómo, cuándo y costo del servicio. Habrá que esperar nuevas noticias. Mientras tanto, relájate al sol.

Vía: Diario do Rio

Colombia: El paraíso, en versión caribeña


A una hora en barco desde Cartagena, las islas del Rosario brindan playas soñadas, corales y platos exquisitos.

Las sugerentes bellezas del Caribe colombiano siguen más allá de tierra firme. A una hora en lancha desde Cartagena, titilan a toda hora -gracias al sol que por estos lares torna todo vistoso y reluciente- las 23 islas, cayos e islotes del archipiélago Nuestra Señora del Rosario.

Es el magnífico resultado de la actividad volcánica registrada hace 5 milenios. En tierra firme, detrás de las playas de aguas cristalinas y arenas blancas se alinea el manglar, que envuelva los bosques secos tropicales del interior. Las corrientes, los vientos y las aves se encargaron de empujar las semillas desde el continente y transformar este páramo salpicado en el Atlántico en un ecosistema deslumbrante.

En el puerto de Cartagena, ni siquiera de mañana bien temprano la música deja de fluir. Esta vez, una melodía suave, bien cadenciosa, acompaña el bailoteo de yates de lujo y lanchas más modestas. Desde las copas de las palmas, pájaros negros María Mulata clavan la vista en el muelle y se preparan para picotear el desayuno de una treintena de turistas que esperan embarcar hacia las islas. Para ellos, animados por los guías multilingües, el paseo los llevará poco menos que al sitio mejor pergeñado jamás por los sueños y la imaginación. La ansiedad, entonces, se les adivina en el apuro por saltar a la quilla y el ánimo inmejorable.

Entre frutas y artesanías
Se acerca una palenquera que sostiene una palangana con frutas que hacen equilibrio sobre su cabeza. Trozos de piña, papaya, sandía, melón, guayaba y mango, empiezan a endulzar la jornada. Al zarpar, la lancha agita el azul impecable del Caribe, mientras el sol pasa de tibio a caliente sin escalas. Una hora más tarde, en la playa perfecta que ofrece la isla San Pedro, Heriberto insiste con sus collares de coral, delicadas piezas que sucumben al imperio del regateo. Sólo después de ese acuerdo forzoso, el artesano y otros veinte vendedores listos para entrar en escena se dan por satisfechos y toman distancia de los visitantes.

La compra compulsiva resulta la única imposición no declarada en el archipiélago. Por lo demás, este rincón luminoso de Cartagena sólo está dispuesto a brindar placeres. El menú no escrito está a la vista, es una inducción permanente a fuerza de arrecifes coralinos que salen a flote del fondo de arena suave y sin porosidades, meros, caballitos de mar, delfines y tortugas marinas listas para gratificar a los amantes del snörkelling y pargo rojo frito, una exquisitez culinaria que se acompaña con patacones (trozos de plátano frito) y arroz con coco.

Caricia para el paladar
Para completar este viaje a un mundo fluctuante entre la realidad y la fantasía, es probable que asome un sancocho, que no puede faltar en una mesa cartagenera bien servida. Esta sopa caliente de pescado (trozos de sábalo, pargo rojo o sierra), combinada con leche de coco, termina por seducir a los que dudan con declarar amor eterno y regreso seguro a las islas del Rosario.

Como corresponde aquí, me dejo deslizar por el fondo de arena blanca que deja traslucir el celeste compacto del mar, hasta alcanzar una barrera de corales. Más tarde, en esta tierra maltratada por los conquistadores, apetecida por corsarios y piratas y salvada por europeos acriollados, indios chibchas y aficanos, me rindo ante lugareños de modales amables, bajo el placentero efecto de un zumo de guanábana y una hamaca de colores encendidos que oscila entre palmeras.

Por: Cristian Sirouyan

02 agosto 2008

Maleta para llevar a los niños


Bueno, no es una maleta para llevar a los niños dentro de ella, sino adosados a ella.
Una idea para los padres que cargamos con la familia a cuestas por estaciones de tren, de autobuses y aeropuertos.

Es sólo para niñitos pequeños (y livianos) pero nos ahorra de llevar la maleta + el carrito + la mochila + los billetes + ...

Por lo que leo, no está a la venta aún, es un prototipo, pero al ser tan sencilla más de uno echará mano a esa vieja sillita de playa de lona (en desuso en el trastero) de cara a las próximas vacaciones.

Vía: I new idea

Argentina: En la Patagonia, a todo vapor


Cuántas historias pueden caber en 75 cm? Para resolver la incógnita, quizás ayude la paradoja que plantea Paul Theroux en su libro "El Viejo Expreso de la Patagonia". Según el viajero, en la Patagonia todo se maneja en términos de inmensidad o miniatura: "No hay punto intermedio. La enormidad del espacio desierto o la vista de una diminuta flor". Por eso, y siguiendo la paradoja, en los estrechos 75 cm que separan las vías del mítico tren a vapor que en la zona de la Cordillera de Chubut llaman "La Trochita" pueden caber tantas historias como en la inmensidad de la estepa.

La Trochita es el único tren a vapor de trocha supereconómica que funciona en el mundo, tan atractivo por el paisaje que recorre como por sus viejas máquinas y coches, que circulan como hace más de medio siglo. Ya no es el tren pintoresco y deteriorado que durante décadas rescató del aislamiento a pueblos esparcidos entre la estepa y la cordillera sino de un remozado convoy turístico frecuentado por viajeros de todo el mundo.

Desde Esquel, el recorrido de 20 km insume poco más de una hora hasta el poblado mapuche Nahuelpan. También parte desde El Maitén, donde se pueden visitar los talleres de La Trochita y llegar a Ñorquinco, a 36 km.

El calor de la salamandra

Falta poco para las 10 y en el andén de la estación Esquel decenas de turistas hormiguean entre curiosos y vendedores. Un fotógrafo intenta una ubicación estratégica antes de que La Trochita haga su entrada triunfal. No saldrá decepcionado: el tren se acerca a la estación largando humo al ritmo de su bocinazo, más parecido a un corno que a la clásica y aguda silbatina de los trenes, con su séquito de coches claqueando detrás.

Ya habrá tiempo de sacarse una foto junto a la locomotora, una reliquia de 1922 que con mucho esfuerzo los trabajadores ferroviarios mantienen en su estado original. Por el momento, trepamos a uno de los estrechos coches y nos acomodamos en los asientos repartidos en hileras de uno y de dos, separadas por un angosto corredor.Por fortuna, nos corresponden los asientos de acolchado verde; los de madera quedaron reservados para otros pasajeros. De todos modos, la dureza del asiento no es lo único que uno debe contemplar a la hora de elegir ubicación: también está el paisaje, que siempre será más vistoso del lado de los asientos individuales, y si uno viaja en invierno la cercanía de la salamandra, instalada en el centro de cada coche para mitigar los rigores del clima patagónico.

La estufa a leña -uno de los agregados de este tren- era muy disputada por los pasajeros en tiempos en los que La Trochita recorría los 402 km que separan Esquel de Ingeniero Jacobacci (Río Negro), en un viaje que llevaba más de 20 horas. No sólo se utilizaba para calentar los vagones sino también para cebar mate y hasta para cocinar bifes.
Claro que por entonces, según nos cuenta la guía, también era habitual que los pasajeros bajaran un rato a estirar las piernas y retomaran la formación, que avanzaba a paso de hombre, unos metros más adelante.

La Trochita era el sostén de todos los pueblos que fueron creciendo a su alrededor. Más de mil hombres llegados de distintas partes del mundo trabajaron en el tendido de las vías, que llevó largos años de idas y venidas. El primer tren salió desde Esquel el 25 de mayo de 1945 y durante décadas se dedicó al transporte de cargas y pasajeros entre Esquel y Jacobacci.
A fines de los 70, cuando Paul Theroux hizo su famoso viaje de Boston a Esquel, La Trochita no era el brioso tren turístico que nos pasea ahora sino un "samovar demente sobre ruedas" con vagones crujientes que transportaban gente, lana y maderas. Veinte años después, en plena fiebre liberal de los 90, El Viejo Expreso Patagónico estuvo a punto de cerrar por su baja rentabilidad.

El gobierno de Chubut decidió rescatarlo, aunque sólo en el tramo Esquel-El Maitén, en el límite con Río Negro. La Trochita resucitó como tren turístico. No es el tren bala, y precisamente en eso está su encanto. Sigue viajando a un promedio de 20 km por hora, largando silbidos de vapor en cada curva.

Aprovechemos entonces para sacar fotos de los valles idílicos que pasan detrás de la ventana, para colgarnos del estribo, para hacer equilibrio en el movedizo espacio que une los vagones o para ver pasar la vida en alguno de los dos coches-comedor con gusto a torta casera.

Llegada a Nahuelpán
Ahora sí, el maquinista cede su puesto y nos deja jugar sobre la mítica locomotora. No es fácil su trabajo: aquí arriba las calderas arden, el fuego amenaza y el calor es infernal. Alcanza con subir unos minutos, asomar la cabeza para la foto y volver a tierra firme para curiosear el hospitalario pueblito mapuche, donde un ejército de niños saluda y ofrece tejidos, artesanías y alimentos.

Optamos por las tortas fritas y las guardamos para el viaje de vuelta. Hay poco tiempo y no podemos perdernos el Museo de Culturas Originarias Patagónicas, donde se exhiben antiguos instrumentos musicales, piezas de alfarería y platería de la cultura mapuche.
La locomotora resopla y anuncia que está iniciando las maniobras para el regreso a Esquel. La máquina avanza, retrocede, se contorsiona, gruñe, transpira humo. Es la hora del regreso.
El paseo desde Esquel hasta Nahuelpan no es la única alternativa para quienes quieran vivir su experiencia en La Trochita. El Maitén es una apacible localidad situada en La Comarca Andina del Paralelo 42 -al sudeste de El Bolsón-, un lugar famoso por sus cultivos de frutas finas, sus lagos y valles y por albergar historias como la del famoso bandido estadounidense Butch Cassidy, que vivió en esta región mientras huía de la Justicia.

El recorrido de 36 km de La Trochita entre El Maitén y Ñorquinco pasa por la estancia del empresario italiano Luciano Benetton.

Pero, más allá de las emociones del paseo en el tren, el viaje tiene otro atractivo: en El Maitén pueden ser visitados los talleres de las viejas locomotoras.

Los tesoros del taller

"Este es un pueblo ferroviario. En cada familia hay alguien que alguna vez trabajó en el ferrocarril", asegura Carlos Kmet, jefe de Talleres. "Mi padre y mi abuelo vinieron de Polonia para construir el tren y aquí se quedaron. Mi abuelo viajó en el primer tren que llegó hasta Esquel". A tal punto la vida de El Maitén está ligada a La Trochita que, todos los años, en febrero se celebra la Fiesta Nacional del Tren a Vapor.

Los talleres -llegaron a tener 120 operarios, hoy son sólo 28-, son únicos en el mundo porque allí se fabrican piezas en base a planos originales que ya no se consiguen. "Una vez, de la fábrica Henschel se sorprendieron al encontrar una locomotora de maniobra que ni ellos sabían que existía", cuentan. El capital más importante de los talleres es el personal, que conoce todos los secretos de las máquinas a vapor. Muchos trabajan allí desde hace décadas y transmiten sus conocimientos a los jóvenes. "De chico, mi sueño era ser ferroviario y se me cumplió. Entré a los 17 años, llevo 43 de servicio y espero jubilarme como ferroviario", se ilusiona Kmet.

El encanto artesanal de las viejas máquinas y la mística de las vias de paso angosto hundiéndose en el paisaje adquiere otra dimensión cuando se trata de este paisaje. El de la Patagonia, tierra de sueños y pioneros.

Via: www.clarin.com

28 julio 2008

Argentina: Puerto Deseado el esplendor de la naturaleza


Desde que el hombre comenzó a aventurarse en los mares australes, Puerto Deseado, a 740 kilómetros de Río Gallegos, en el nordeste de la provincia de Santa Cruz, cautiva a los viajeros que desafían distancias. El propio Charles Darwin, en 1833, escribió en su diario de viaje: "Estábamos rodeados por inmensas rocas y elevados cantiles. No creo haber visto en mi vida lugar más aislado del resto del mundo que esta grieta rocosa en medio de tan dilatada llanura". Hoy, casi igual que hace 174 años, y gracias a su inserción en las guías turísticas internacionales, viajeros de distintas partes del mundo sortean latitudes para alcanzar este pequeño poblado a la vera del Océano Atlántico.

Es que Puerto Deseado despunta en la planicie patagónica con un singular paisaje rocoso y sus gigantescos acantilados que sobrevuelan, entre otras especies, gaviotas, petreles, cormoranes, skúas y ostreros. Pero las mayores singularidades del lugar están dadas por la ría Deseado —la única de Sudamérica— y los particulares pingüinos de penacho amarillo que viven en una desolada isla en medio del mar.

la ciudad
Luego de una larga recta de casi 100 kilómetros de ruta, llaman la atención las curvas y contracurvas que anuncian la llegada a Puerto Deseado. Como sucede en tantas otras ciudades de la Patagonia costera, el paisaje urbano deseadense combina imágenes de esforzado trabajo y de la naturaleza más pura. Así, conviven en armonía el horizonte infinito, las hileras de barcos con una pila de containers, el más azul de los mares y los tanques petroleros. Pero siempre reina el silencio, sin que la febril actividad del puerto ni los turistas sean capaces de cuestionar su autoridad.

Los lobos marinos que retozan en las rocas del puerto anuncian una de las excursiones más interesantes que ofrece Puerto Deseado. Los trabajadores del puerto los llaman por sus nombres, y ellos toman sol a un costado del embarcadero en el que nos espera una lancha.

Al alejarnos del muelle, vislumbramos una caprichosa lengua de agua azul que se interna en el continente —42 kilómetros, nos informan— a través de una amplia red de cañadones y acantilados.

El guía nos explica que no es un río sino una ría, un cauce que alguna vez tuvo agua dulce pero luego fue invadido por el mar. A sus flancos, murallones de más de 30 metros de altura imponen respeto; observamos ese singular paisaje en silencio.

En el camino, aprendemos que la historia de este sobrecogedor escenario se inició hace nada menos que 160 millones de años, en pleno período jurásico. Cuando los dinosaurios todavía eran los señores de la Tierra, la comarca se estremeció al ritmo de brutales erupciones volcánicas. La lava y las cenizas modelaron los cañadones y acantilados que se abren como grietas en la estepa patagónica, dibujando escarpadas costas e islotes solitarios.

Tras unos pocos minutos por el canal, entre las piedras que parecen nevadas por el blanco del guano, se asoman los cormoranes, que luego se animan al vuelo y pueblan el cielo, para regocijo de turistas y cámaras. Al concierto de aves se suman las gaviotas, los petreles, los ostreros y alguna que otra paloma antártica. A lo lejos, donde apenas llega la mirada, cisnes y flamencos se refrescan en un charco.

Desembarcamos en una isla de playas pedregosas, donde el guía prepara mate —el primero de sus vidas para varios extranjeros— y se entusiasma con los relatos. "¿Alguna vez vieron estos animales tan de cerca?", pregunta, mientras centenares de pingüinos de Magallanes parecen querer participar de la ronda de mate.

Entonces, habla de la fragilidad de estas aves, que solamente son capaces de poner dos huevos por nidada, uno de los cuales indefectiblemente no sobrevivirá. "Son estrategias de la naturaleza; otras aves tienen muchas crías, pero son más débiles. En cambio, los pingüinos prefieren la calidad a la cantidad", dice, atravesado por el espíritu de un Darwin que, probablemente, se haya sentado en estas mismas rocas.

Cuando la lancha reanuda su marcha, el paisaje se torna diferente: el canal recto que formó un puerto natural se transforma en un curso serpenteante en medio de una postal que parece tomada en la luna.

De repente, la embarcación comienza a desplazarse con una simpática custodia: las toninas overas, con sus lomos grises y blancos, se acercan, primero tímidas, luego juguetonas, dejando blancas estelas en el agua.

Las cámaras disparan una y otra vez buscando retratar ese efímero momento en el cual, por proa, surge el lomo de la tonina en un pequeño salto antes de sumergirse con un chapuzón que deja a todos mojados pero sonrientes.

Aventura en el mar
El despliegue de la naturaleza de la ría es apenas una especie de introducción. En las aguas del Atlántico, a 11 millas náuticas —casi 20 kilómetros— de la ciudad, la Isla Pingüino brinda otro plato fuerte.

Para llegar a ella hace falta una buena dosis de conocimiento y espíritu de aventura, algo que abunda en los operadores turísticos locales. Lo logramos tras una hora de navegación al amanecer, con un viento frío que ayuda a despertar a los más remolones.

Si los cálculos fueron correctos, la marea estará lo suficientemente alta como para que el desembarco sobre una roca sea una maniobra sencilla, aunque no del todo desprovista de adrenalina.

Luego de saltar de piedra en piedra, descansamos en una pequeña planicie y nos concentramos en el paisaje: sobre una loma, un viejo faro rompe las líneas horizontales del entorno, y dota al sitio de una atmósfera de cuento. Como oficiando de anfitriones y marcando el camino, una hilera de pingüinos sube la colina que conduce a la torre abandonada.

Al seguirlos, una nueva dosis de aventura: lanzados a toda velocidad sobre los cuerpos de los intrusos viajeros, los skúas defienden sus nidos cual pilotos kamikaze.

Tras un par de "cuerpo a tierra" y la frustrante sensación de no poder llegar a la cima, el guía revela el secreto: agitar un palo por encima de las cabezas evita ser atacados por los iracibles skúas. Sólo así podemos seguir la marcha de los pingüinos.

El faro abandonado, con su torre pintada con las clásicas rayas rojas y blancas, sirve de refugio a cientos de estas aves, como si se tratara de un enorme gallinero. En la tranquilidad de una isla desierta, interrumpida apenas por un puñado de visitantes, las hembras empollan entre los recovecos de la construcción.

De pronto, colina abajo, desde el lado opuesto de donde desembarcamos, oímos unos chillidos totalmente diferentes, desconcertantes. El escarpado terreno invita a tener cuidado mientras buscamos la fuente de esos intrigantes sonidos. Cuando ya comenzamos a dudar si podremos descubrir de dónde vienen los chillidos, asomando desde una profunda grieta, miles de cabecitas, agrupadas de dos en dos: estamos ante la única colonia de pingüinos de penacho amarillo de nuestro territorio continental, una especie que anida en casi todas las islas subantárticas y en las Malvinas.


Diferentes a los archiconocidos pingüinos de Magallanes, los de penacho amarillo se caracterizan por un tamaño menor y un andar diferente. Saltando de roca en roca, cultivan un look más informal que el de sus parientes. Sus desprolijas plumas de un intenso amarillo en cada sien les confieren un aire algo punk, y sus ojos de un fuerte color rojo le dan un aspecto intrigante a su mirada. Los más chicos reconocerán de inmediato a "Amoroso", el personaje del pingüino sabio de la película "Happy Feet".

"Es el día más maravilloso de mi vida", exclama Rita, una turista norteamericana
, mientras un pingüino mira fijo y de cerca a la lente de su cámara. Imperturbables ante la presencia de los visitantes, casi hasta el punto de la descortesía, siguen con sus labores cotidianas.

Durante la temporada de reproducción, las parejas se establecen en esta grieta y se turnan, sin distinción alguna de sexos: uno empolla mientras el otro se alimenta. La tierna escena atrae hacia los nidos, pero nos detiene una advertencia del guía: pese a su aspecto simpático y su andar confiado, estos pingüinos se tornan muy agresivos a la hora de defender sus huevos.

Tras una breve pausa, la caminata sigue por un laberinto de rocas que desemboca en una pequeña bahía. Allí, decenas de lo bos marinos —y algún que otro elefante marino— asoman sus cabezas en el agua, a la espera del momento de pisar tierra firme para tenderse al sol.

Unos pasos más allá, una pradera —algo extraño por estas latitudes— deja divisar el punto donde se produjo nuestro desembarco, a los saltos. Esa roca, con la marea baja, se ve mucho más alta, y por el momento la misión de volver a puerto parece un imposible. Por eso, luego de sortear la planicie y un nuevo ataque de los skúas, se impone un almuerzo para socializar tantas experiencias y aguardar a que las aguas encuentren la altura propicia para emprender el regreso a Puerto Deseado.

Luego de una hora de navegación, los techos de las casas de Puerto Deseado comienzan a verse cada vez más cerca, mientras algunos delfines australes acompañan el paso de la lancha. Como para dejar en claro que el juego no es patrimonio de las toninas que habitan en la ría. Quizás sea la forma que la naturaleza tiene de agradecer a quienes no se desaniman por las distancias. O el premio por animarse a ir en busca de lo desconocido.

Qué trámites se requieren para que los menores viajen al exterior


Llegaron las vacaciones y, junto con ellas, las consultas acerca de trámites varios previos a los viajes. Numerosos lectores preguntan cuáles son las disposiciones en Migraciones para que los menores de edad puedan viajar al exterior sin uno de sus padres, en comapañía de un tercero o, simplemente, solos.

Hasta agosto de 2005, se otorgaban permisos para que los menores pudieran viajar solos al exterior una y otra vez, indefinidamente, hasta los 21 años de edad, pero a partir de esa fecha las disposiciones de Migraciones cambiaron. Actualmente, ambos padres deben extender su autorización —firmada ante escribano público— cada vez que el chico cruce la frontera solo, con uno de los miembros del matrimonio o con un tercero mayor de edad. Así, por ejemplo, si un menor viaja todos los veranos con su abuela a Punta del Este, necesitará contar con una autorización nueva cada vez que lo haga (aunque se dirija siempre al mismo destino y con el mismo acompañante).

"Las autorizaciones requieren distintos tipos de datos según la edad del menor", explica el escribano Mauricio Fiori. Según establece la Disposición 31.100/2005, en los formularios de los menores de 14 años que viajen solos al exterior se deben incluir los siguientes datos: país de destino (y, dentro de éste, ciudades que se preveen visitar) y nombre, apellido, número de documento y domicilio del adulto que vaya a recibirlo en el extranjero. Si viaja acompañado por un adulto, deberán consignarse los datos del mismo.

La misma Disposición determina que las autorizaciones de viaje para los menores de entre 14 y 17 años deben contener los datos del destino (país y detalle de ciudades) y datos del acompañante —si no viaja solo—, pero no es necesario indicar datos de un mayor receptor en el país de destino. Por su parte, los menores de 6 años que viajan solos o acompañados por terceros mayores de edad que no sean sus padres, están identificados en un registro especial creado por la Dirección de Control Migratorio de la Dirección Nacional de Migraciones. Por último, "para los jóvenes de entre 18 y 21 años, considerados menores adultos, aún rige la Disposición 2.895 del año 1985, que permite no determinar ni destino de viaje ni nombre del acompañante en la autorización firmada por ambos padres ante escribano público".

Via: www.clarin.com

23 julio 2008

Dos tesoros bajo riesgo


Reclaman acciones para preservar las ruinas incas de Machu Picchu y para proteger a las ballenas.

La administración de la zona arqueológica, la deforestación, el peligro de avalanchas, el crecimiento urbano sin control y el acceso ilegal son las principales amenazas que, según la UNESCO se ciernen sobre las ruinas de Machu Picchu, la famosa ciudadela inca en Perú. Las visitas a este sitio histórico suman 800 mil personas por año y, es lógico suponer, tanta gente puede traer dificultades a la hora de preservar las ruinas incas.

A 500 kilómetros al sudeste de Lima, en el valle de Urubamba (Cusco), Machu Picchu fue designado Santuario Histórico Nacional en 1981 y Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1983. El año pasado, además, la ciudadela inca fue elegida como una de las siete nuevas maravillas del mundo, tras el concurso organizado por la Fundación New 7 Wonders.

Si bien es cierto que la UNESCO no incluyó a Machu Picchu dentro de la lista de monumentos en peligro, en la última reunión anual del Comité del Patrimonio Mundial -que se realizó en Quebec, Canadá a principios de este mes- se solicitó a Perú que implemente "mecanismos de vigilancia reforzada (...) para examinar cuidadosamente los sitios que se encuentran en situación de alto riesgo de deterioro grave".

Uno de los principales problemas es el desarrollo descontrolado de infraestructura para atender a la creciente cantidad de turistas en Aguas Calientes, la localidad vecina.



Salven a las ballenas
Por otro lado, la protección de las ballenas parece seguir a la deriva y nada podrá evitar que en la próxima temporada "mil ballenas mueran bajo los arpones de la flota japonesa", señalan en el Instituto de Conservación de Ballenas. Es que tras la reunión de la Comisión Ballenera Internacional en Santiago de Chile (que finalizó hace unas pocas semanas), no se logró el acuerdo para crear el Santuario en el Atlántico Sur. Sí es cierto que habrá un grupo encargado de conciliar posiciones entre los países conservacionistas y quienes buscan por todos los medios reanudar la cacería comercial de ballenas.

"Todos tenemos como meta detener a los países que presionan por la reanudación de la caza comercial y por sobre todo, poner fin a los programas de caza científica que lleva adelante Japón en las aguas del Santuario del Océano Austral", se señala en un comunicado del Instituto de Conservación de Ballenas.

Agregan: "Es una burla a la ciencia y por sobre todo a la moratoria vigente a la cacería comercial de ballenas ya que es bien conocido que la carne de los animales capturados terminan en los mercados de Japón".

Una aldea marcada por dos culturas


Alcántara mantiene inalteradas las fuertes huellas de Portugal en tiempos de la colonia y el aporte africano.

Hacia algún lugar inquietante deben conducir las callejuelas de Alcántara, una mixtura de cultura y tradiciones de Africa y Portugal en Brasil.

Se trasunta en todo forastero que pone pie en el muelle de la bahía San Marcos y sube con ansiedad los pasillos empedrados. Los esporádicos murmullos corren por cuenta de los turistas, amontonados de a veinte en las cajas de camionetas gastadas, mientras -a los saltos- los vehículos rozan a taciturnos vecinos que caminan y moto-taxis. A los costados, una multicolor secuencia de imágenes conserva la atmósfera inalterada de la colonia portuguesa. Los rasgos africanos asoman desde las ventanas, adosados de una sonrisa y una mano dispuesta al saludo.



Tras el último desembarco, en esta orilla opuesta a San Luis (capital del estado de Maranhao), retoman su rutina los pescadores de róbalo, burijaba y pescada amarilla bamboleando sobre botes de madera, los guarás que despegan y aterrizan como flechas rojas en el ovillo de manglar y los clientes de precarias cantinas, animados por tragos de cachaça y reggae a todo volumen.

La historia fuerte del Imperio, la esclavitud y el Brasil que zafó de esas ataduras en el siglo XIX dejó marcas indelebles en Alcántara. Se dejan ver mejor en mayo y agosto, cuando el pueblo entero es pura efervescencia por las fiestas del Divino Espíritu Santo y de San Benedicto. Trece casas con banderas en el frente indican los lugares escogidos para la Fiesta del Divino, 50 días después de Semana Santa. Allí, la generosidad vecinal fue una garantía para la euforia generalizada. Gracias a donaciones de maíz, arroz, mandioca, dulces, licores y frutas, las familias propietarias dedicaron todo el año para preparar su rol de anfitrionas y cumplieron con una tradición sagrada: residentes y visitantes son invitados a comer y beber gratis en las viviendas "fiesteras" a lo largo de 12 días.



En la plaza principal
Pasiones y rituales ancestrales se encienden puertas adentro y en los callejones. La plaza principal no es más que el terreno baldío donde las ruinas de la iglesia San Matías (la fachada de ladrillos y el campanario, del siglo XVII) proveen algo de sombra a los niños que remontan barriletes.

La Plaza de la Matriz, enmarcada por construcciones de dos plantas, buhardilla y tejado, es el atajo para cortar camino hacia la calle De la Bella Vista, que los descendientes de esclavos rebautizaron De la Amargura. En este lugar de paso, la curiosidad se transforma en conmoción ante una columna de piedra blanca, el pelourinho donde los trabajadores del algodón y la caña de azucar eran forzados a aceptar la explotación a puro azote.

El océano Atlántico recubre con un manto turquesa los restos de las mansiones de los terratenientes. Ya no se ven las carabelas que llevaban a estudiar en Europa a sus hijos, acosados por los barcos del pirata Francis Drake. En su mayor parte, los dueños de las tierras productivas -golpeados por la decadencia económica hace más de un siglo- optaron por radicarse en San Luis y ahora son los propios afrobrasileños los que se hacen tiempo para rezar en la Iglesia del Carmo (de 1665) y los Passos de Cuaresma, oratorios de paredes blancas y tejas rojas que conforman el Vía Crucis.



Los guías Danilo y Juan Pitacco apuntan la recorrida hacia el Museo Histórico, una silenciosa extensión de lo que muestran las calles y expresa la gente con amabilidad y un dejo de timidez. Documentos y reliquias delatan que fueron los franceses quienes se adelantaron en 1612 para alterar la vida de los indios tapuias y tupinambá en la primitiva aldea Upa Guazú, hasta que tres años después fueron echados por conquistadores portugueses.

Ya no hay tensiones a la vista, mucho menos en la Casa de las Artes o Posada da Zinha. El almuerzo se huele y el encantador jardín con maceteros desbordados de flores, helechos, palmeras y bananos parece un buen presagio antes de volver a la lancha y despedirme de un tiempo lejano.

17 julio 2008

Llegó la maleta motorizada


El año pasado nos enteramos de la existencia de un prototipo de maleta, Fido Lugagge, capaz de moverse por sí misma y de perseguirnos por donde vayamos.

Aquel fantasioso concepto no está tan lejos de lo que conocemos hoy, Live Luggage, la primera maleta con energía asistida, es decir una maleta dotada de un motor capaz de activar las ruedas cuando el usuario pulsa un botón.

Tiene un asa telescópica que se esconde en el cuerpo de la maleta cuando ésta no es transportada. Además, para asegurarse su maniobrabilidad, dispone de un sistema antigravedad que transfiere un 85% del peso a las ruedas de la maleta, evitando dolores de brazos al arrastrar pesadas cargas.

El motor se alimenta por medio de una batería, pero en caso de emergencia también puede recargarse a través del movimiento de las ruedas que aportan energía al motor.

Pero todavía hay más. Una maleta novedosa no puede dejar de lado la seguridad. Lamentablemente, la pérdida de equipaje es moneda de todos los días, por eso también incorpora un sistema que permite rastrearla durante dos horas después de perderla, el tiempo de autonomía de la batería.

Parece ser toda una revolución, una aproximación a las maletas del futuro, pero como era de esperar su precio es bastante elevado. Puede comprarse por 886 euros.

Via: www.diariodelviajero.com

Bolivia: Coroico



Es el tesoro turístico de los Yungas, a tan solo tres horas de La Paz, el camino sin ninguna duda es peligroso, no en vano se gano el lúgubre apodo de 'Carretera de la Muerte', por donde el turista puede bajar en bicicleta, considerándolo de este modo como Turismo de alto riesgo, teniendo hoy en día muchos adictos a esta ruta.

Desde paseos y caminatas, hasta trekking, bici de montaña, rafting, kayak en el río y canooping en los bosques de El Jiri en la comunidad de Charobamba, el turista tiene una infinidad de actividades que puede elegir.

Entre los circuitos más promocionados actualmente están los de Coroico-Uchumachi, Coroico-Puente Mururata-Tcaña, Coroico-Vagante, Cascadas y la Cumbre-Coroico, también los caminos del Inca, El Choro y Sillutinkara que se hacen de 3 a 4 días, en el trayecto se atraviesa parte del Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Cotapata, la Ecovía Chuspipata, Chovacollo. Coroico, se realiza en dos días.



Posibilidad de disfrutar de un ambiente natural único y acogedor en medio de vegetación y clima tropical, es el lugar más visitado turísticamente de los Yungas. Los Yungas de Coroico son valles tropicales y húmedos con montes elevados cubiertos de tupida vegetación y ríos impetuosos que corren entre ellos. La temporada recomendable es de Junio a Septiembre excepto en época lluviosa.

02 julio 2008

Habitaciones de hotel sólo para mujeres


Hace un tiempo traía la noticia del machoturismo en Escocia, una curiosa especialización en turismo para hombres, y ahora os hablo de una especialización para las féminas.

Varios hoteles y cadenas turísticas, conscientes del mercado en alza que supone la viajera, en especial las ejecutivas, apuestan por habitaciones especialmente dedicadas a ellas. Para lograr captar este público femenino, la cadena Hesperia ha anunciado que a partir de este sábado 8 de marzo se inaugurarán habitaciones especialmente dedicadas a las mujeres en muchos de sus establecimientos urbanos de 4 y 5 estrellas.

En fin... los chicos de azul y las chicas de rosa. Estas estancias se denominan Pink Rooms, y en ellas habrá revistas femeninas (¿el Hola y Mari Claire?), barritas de cereales (¿no les gustan a los hombres? y yogures (?) en el minibar, una mascarilla de ojos relajante (¿gratis? mmmm... buena idea), un kit de baño con desmaquillantes (a más de uno le vendría bien), bálsamo labial (ídem), gel íntimo (") o lima de uñas (")...

Pues parece ser que el tema ya lo vienen aplicando otros hoteles, como la cadena NH, que incluye complementos para las mujeres buscando atraer esta clientela femenina. Me hace gracia que se trate sobre todo de kits de belleza, en este momento de metrosexualismo en alza.

Y resulta que hay hasta hoteles que reservan una planta entera para mujeres (sí, como en esos viajes de fin de curso en el que los profes nos separaban...): en EEUU el Crowne Plaza de Mineapolis.
¿Y un hotel exclusivo para mujeres? También lo hay: en el centro de Berlín se encuentra el Hotel Artemisia, un pequeño establecimiento de 12 habitaciones muy femeninas. He estado viendo las fotos de las habitaciones, y se agradece que no sean de color rosa ni con encajes.

Vía: adn

Brasil: ¿Qué hacer en el norte de Florianópolis?


Para muchos, especialmente los que van a pasar varias semanas en la capital de Santa Catarina, la principal actividad de las vacaciones es bien simple: silla, sombrilla y playa. Pero hasta los más sedentarios van a querer en algún momento salir de su base para recorrer otras partes de la isla. Esta entrada forma parte de una trilogía (que incluye también Centro-Lagoa y Sur) con pistas y orientaciones básicas para el que quiera saber cuáles son los principales atractivos de la isla.

En el norte de Florianópolis se encuentran las dos playas preferidas de los argentinos, Canasvieiras e Ingleses y, por tanto, una de las mayores concentraciones de turistas de toda la isla. Además de las actividades propias de cada uno de esos lugares, el principal interés de la zona norte de la isla es andar de playa en playa. Los desplazamientos son relativamente cortos (pueden hacerse interminables durante la temporada alta debido a los perennes embotellamientos de una isla con una infraestructura viaria precaria), y existen furgonetas que comunican las diferentes playas de la región.



De oeste a este del norte de la isla, estas son las principales playas:
Daniela. Tiene tres kilómetros de extensión, aguas tranquilas, sin olas, y arenas finas. Bastante buena para familias con niños (el fondo marino tiene poca inclinación). En la esquina izquierda de la playa hay un manglar, cerca del cual se pescan gambas (camarones), cangrejos y berberechos. El paseo hasta la punta de la playa es muy agradable.
Forte. Entre la Daniela y Jurerê, también es bastante buena para familias con niños, tiene una buena franja de arena. En ella se encuentra la Fortaleza de São José da Ponta Grossa, que formaba parte de las fortificaciones levantadas por los portugueses para defender la isla de los invasores. El acceso y el estacionamiento no son fáciles, por eso suele haber menos gente que en otras playas.
Jurerê. Una playa que en realidad son dos. En la parte izquierda, la urbanización de Jurerê Internacional, donde si circuláis en coche os parecerá estar en Miami, con sus mansiones, sus cochazos y la ostentación del lujo por todas partes. Si queréis ver la parte superior de la pirámide de la concentración de renta en Brasil (de hecho, de buena parte de Sudamérica), este es uno de los mejores lugares. Las aguas de la playa son tranquilas y la franja de arena es grande. A la derecha de Jurerê Internacional se encuentra la playa de Jurerê propiamente dicha. Con buena infraestructura y bastante turistas.

Canasvieiras es la siguiente playa, con completa infraestructura, hoteles, tiendas, restaurantes y clubes nocturnos. Un pedazo de Argentina en Brasil. El mar tiene pocas olas y la temperatura del agua es muy buena durante todo el verano. Pero cuidado, la franja de arena es muy estrecha, y casi desaparece durante la marea alta. De Canasvierias salen paseos en barco que van a la Baía dos Golfinhos y la Isla de Anhatomirim.
a continuación se encuentran las playas de Cachoeira do Bom Jesus y Ponta das Canas. La primera tiene un mar muy parecido al de Canasvieiras, con aguas tranquilas y templadas. Tiene bastante infraestructura, pero es un poco más tranquila que aquella. Después de la Cachoeira do Bom Jesus se encuentra la Ponta das Canas, que se desarrolló a partir de un núcleo de pescadores. Es otra playa familiar, con arena blanca y aguas tranquilas. Hay muchos argentinos en la zona.
la Lagoinha es una de las playas más tranquilas del norte de la isla. Tiene casi un kilómetro de extensión, arenas claras y aguas tranquilas. No hay mucha infraestructura, la playa está ocupada principalmente por residencias. Tampoco es fácil estacionar en la región. Se puede llegar a la Lagoinha caminando a partir de la Ponta das Canas.
la Praia Brava, nuestra siguiente parada en el recorrido, ya es una playa con mar más agitado y agua más fría. Es una de las mejores playas para la práctica del surf. A pesar de que el mar no es muy adecuado para niños pequeños, la franja de arena es muy ancha y atrae muchas familias. Hay bares y restaurantes. Cuando lleguéis a la playa por la carretera os quedaréis impresionados con la cantidad de urbanizaciones que han sido construidas, acabando con cualquier aspiración de “naturaleza intocada” que la playa hubiera podido tener en el pasado. A pesar de ello, es una playa bastante bonita.




Ingleses es la siguiente playa, otra favorita de los argentinos. Es una de las playas más urbanizadas de toda la isla. Como Canasvieiras, tiene todo tipo de servicios. En Ingleses el oleaje es más fuerte que en Canasvieiras y las aguas son más frías. En las dunas que separan Ingleses de la playa de Santinho se practica el sandboard (surf en la arena). Vale la pena acercarse para divertirse un rato.
la playa de Santinho, al estar un poco más apartada del resto, atrae a gente que busca un poco de tranquilidad. El creciente número de construcciones hace que el contacto con la naturaleza sea cada vez más artificial. La playa tiene olas fuertes y atrae a muchos surfistas. Es bastante peligrosa para el baño. En la esquina derecha de la playa se encuentra uno de los complejos hoteleros más caros de la isla.

En la costa occidental de la isla, a mitad de camino entre el centro de Florianópolis y las playas del norte, se encuentran las villas portuguesas de Sambaqui y Santo Antônio de Lisboa. Son dos lugares interesantes para pasear con la familia, a pesar de que sus reducidas playas no son aptas para el baño. En los dos pueblos hay una gran concentración de restaurantes de pescado y marisco, así como tiendas de artesanos. En el mar veréis los utensilios utilizados para el cultivo de las ostras, y el puente Hercílio Luz a lo lejos.

Via: blog.deviajeabrasil.com

Mendoza, una provincia con muchos secretos



Ciudad de Mendoza :
Área Fundacional. Reconstrucción del Centro cívico y religioso de la antigua ciudad colonial de Mendoza fundada por el capital Don Pedro de Castillo en 1561. Este núcleo condensa gran parte del patrimonio cultural de la provincia como la Plaza Pedro de Castillo -Plaza Mayor de aquel entonces-, el Museo donde se encuentran las ruinas del Cabildo, del antiguo matadero y de la feria municipal; el gran patio escultórico y la Cámara Subterránea además de las Ruinas de San Francisco del siglo XVIII. Acceso por la calle Beltran o Alberdi.
Peatonal Sarmiento. Paseo ineludible para quienes quieran recorrer el centro comercial de la ciudad y conocer la vida callejera de los locales que se encuentran a tomar algo en los numerosos bares y cafés mientras toman el pulso a la vida provincial.
Plaza de la Independencia. La principal plaza de la ciudad abarca 4 manzanas y en su extensión posee un museo, un teatro, juegos y pérgolas que atraen a chicos y grandes, también a los hippies que arman una feria de artesanías los fines de semana.
Parque Gral. San Martín. Con más de 400 ha. es uno de los espacios verdes más relevantes del país proyectado por el paisajista Carlos Thays. Junto al Rosedal y al lago se encuentran: el Cerro de la Gloria, el Museo de Ciencias Naturales Cornelio Moyano, el jardín Zoológico, el Teatro Griego F. Romero Day y el Estadio Mundialista Islas Malvinas.
Fiesta de la Vendimia. El primer sábado de marzo se festeja la fiesta más popular de la provincia que celebra la culminación de un año de trabajo en el viñedo. Festivales de música, danza folklórica, comidas típicas acompañan el culto por la vid y por la vitivinicultura. Desde mediados de enero empiezan a resonar las campanas de las vendimias departamentales donde se elige, en cada una de ellas, la representante de la mujer mendocina quienes se subirán a los carros alegóricos que desfilarán para competir por la corona de la Reina Nacional.
Otros lugares lindos en los alrededores de la ciudad: El Challao donde hay aguas termales y también puede practicarse parapente, Carrodilla donde se puede visitar el Calvario y la Capilla de la Virgen de los viñedos.
San Rafael. Amantes del turismo aventura, unios!! E ir a San Rafael, segunda ciudad más importante de la provincia que nuclea el mundo de los deportes extremos. Valle Grande, Nihuil, Villa Atuel y Los Reyunos bañados por el río Atuel son los lugares preferidos de los fanáticos de los que gustan del mundo acuático. También hay montañas de sobra para quienes gustan del trekking, rappel, tirolesa, mountain bike, etc. Parapente y ala delta para los que desafían la gravedad.
Cañón del Atuel. Una tautología: un bello y gran cañón ubicado cerca de San Rafael. 60 millones de años de vientos y lluvias son los que crearon esta formación geomorfológica excavada naturalmente por el ir y venir constante del río Atuel. Con paredes de hasta 300 metros, 20 de ancho y 70 Km. de serpenteantes cuestas entre el Nihuil y el Valle Grande, el cañon se vuelve irresistible para los amantes del rafting a gran velocidad, y otros deportes acuáticos. Formas curiosas como la Garganta del Diablo o Saltos del Nihuil, el Astronauta, la Ventana, los Monjes Penitentes, el sillón de Rivadavia, el Museo de Cera, el Submarino, el Hongo, la Torta de Hojaldre resumen la infinita imaginación que uno podría desarrollar con tan sólo mirar semejante obra de la naturaleza.
Reserva Provincial La Payunia. En la Ruta 186 a 240 km. al sur de Malargüe se encuentra una de las zonas volcánicas de mayor concentración del planeta: 830 volcanes (inactivos) y 1.300 conos volcánicos esparcidos en 442.996 áridas hectáreas que conforman la Reserva Provincial más grande de Mendoza. Probablemente el origen geológico se encuentre ligado a una palabra pehuenche –indios que habitaron la región en el siglo XVIII- “Payunia” o “Payén” que refiere a “lugar donde hay cobre”. Metal que le otorga una paleta de colores rojizos, amarillos y azulados al “desierto negro” habitado por más de 70 especies animales, entre los que se distinguen el guanaco, el lagarto de cola piche, y el choique (ñandú petiso). Tip: vale la pena realizar el ascenso al volcán Payún Matrú, de 3.715 m.s.n.m, y adentrarse en su corazón a través de una fisura volcánica que aún permanece abierta. Hay 4×4 que te llevan hasta la caldera del volcán.
Reserva Provincial Laguna del Diamante. Serenidad y paciencia son rasgos medulares para los amantes de la pesca de trucha. Aquí la encontrarán aunque cuando empiezan a soplar los vientos cordilleranos la quietud a 3.250 metros sobre el nivel del mar en medio de las montañas concluye. A casi 200 km. de la ciudad de Medoza, este silente espejo de agua se despliega al pie del volcán Maipo de 5.323 m.s.n.m. En primavera o verano por allí pueden pasar tropillas de guanacos, reacios a pasar los duros inviernos a semejantes temperaturas, o sobrevolar la zona algún cóndor. Tip: se realizan cabalgatas y ascensos programados al Maipo u otro cerro todos los días de 6 a 22 hs. También hay un refugio conocido como “el cilindro” para los aventureros que quieran o necesiten pasar la noche en esas alturas.


Medanos Altos Limpios. A 130 km. de la capital mendocina, se levanta este reposado desierto de medanos en cuyo centro se halla el frondoso bosque Telteca henchido de longevos algarrobos.
Las Leñas. Uno de los centros de esquí más importantes de América Latina y más pro de la Argentina. Está ubicado en el corazón de la Cordillera de Los Andes a 2.240 m.s.n.m en el departamento de Malargüe. El complejo cuenta con 27 pistas de esquí y snowboard clasificadas en función de los distintos niveles de esquiadores en sus 17500 Ha, entre pistas y fuera de pistas. Cuenta con 13 medios de elevación y 1400 metros de pistas iluminadas. Para los que no tengan traje propio, se rentan en el complejo y también se reparan! Hay diversos hoteles ubicados en la base de las pistas, restaurantes de altura, supermercados, farmacias, un centro de salud y el Banco Regional de Cuyo. Discos, casinos, cines y hasta un shopping! Para todos los gustos… Tel/ fax del complejo Las Leñas: (02627) 471100.


Penitentes. Ubicado a 168 Km. de la ciudad de Mendoza y a 9 Km. del Parque Provincial Aconcagua, este complejo de esquí es uno de los más relevantes de Argentina. Con 28 pistas y un descenso ininterrumpido de más de 7 Km. combinados con desniveles para los diferentes niveles de esquiadores, el complejo cuenta con más de 300 hectáreas para que toda clase de esquí –alpino, nórdico, de competición, y extremo- pueda ser practicado. Los fanáticos del snowboard cuentan con un exclusivo snowpark y un agreste fuera de pista donde se apandillan las distintas modalidades de este deporte, freestyle, freeride y extremo.
El Aconcagua. Una elevación de la tierra en la Tierra de unos 200 a 280 millones de años de existencia. Imponentes 6.959 metros sobre el nivel del mar que hacen que éste sea el monte más alto de América. Andinistas de todo el mundo buscan cumplir su sueño en esta montaña de la Cordillera de los Andes. Ubicado en el Parque Provincial Aconcagua.
Ruta sanmartiniana. Camino que realizó el General José San Martín a través de los Andes con su Ejercito Libertador en 1817.
Cristo Redentor. Ubicado a 4000 m.s.n.m. es un símbolo que representa la amistad argentino-chilena. Por aquí pasó el General Las Heras con su división del Ejército Libertador en la Campaña de los Andes. Este se encuentra a 26 km. de Penitentes.
Uspallata. Esta ciudad ubicada a 64 km. de Penitentes conserva construcciones –bóvedas y conos de barro- que se erigiesen tiempos lejanos para el paso del Ejército de Los Andes durante el famoso Cruce del General San Martín. El río Mendoza y los arroyos San Alberto y Uspallata estrían esta villa suscitando el crecimiento de alamedas otorgándole verde a esta ciudad de montaña.
Puente del Inca. Allí pueden visitarse, entre otras cosas, termas naturales que rondan los 32º y los 38º. A 7 km. de Penitentes, este puente natural cruza el río Las Cuevas.

19 junio 2008

Cómo proteger información personal durante un viaje


Una de las cuestiones más importantes que dbemos tener en cuenta al momento de organizar un viaje, especialmente si se trata de un viaje al exterior, es el tema de la documentación a llevar y el cuidado que debemos tener con ella.

A pesar de seguir las recomendaciones y consejos sobre seguridad, muchas veces debemos enfrentarnos a una situación desagradable como es la pérdida o robo de nuestros documentos.

Y pocos momentos son tan desconcertantes para el viajero, como cuando te das cuenta que tu cartera, tu pasaporte, tu dinero, tus tarjetas de crédito,ya no están.

Afortunadamente, los trámites de bloqueo de tarjetas y la obtención de pasaportes nuevos se están simplificando, aunque cabe la posibilidad que volver a “rehacer” tu documentación en un país lejano te lleve dinero y tiempo que no tenías previsto.

Es por ello que aconsejamos tener en cuenta algunas ideas que pueden ayudar en un momento como ése:

Guardar una copia de tu pasaporte. Puede ser en un sitio web disponible 24 horas. Pero hay que tener en cuenta que cuando escaneamos nuestro pasaporte para guardar (en Flickr, por ejemplo), debemos hacerlo con todas las páginas que tengan información. Con la primer página no alcanza. Escanear también las páginas donde figuren la fecha original de expedición, la última reválida, la fecha de vencimiento y las visas (aunque te sirva sólo para volver a tramitar las nuevas). También es una buena idea llevar la “copia” en un dispositivo USB pequeñito.

No alcanza con ocultar tus documentos en un bolsillo secreto. También debemos tener accesible la información de referencia para obtener el bloqueo de las tarjetas de crédito y un duplicado de las mismas en el menor tiempo posible. Es una buena idea enviarte un email con los datos completos de número de cuenta bancaria, pins, números de tarjetas, códigos de seguridad, vencimientos y los números de teléfonos de las tarjetas en los países que vas a visitar (o los call free). Sugiero que lo envíes con copia a un familiar o amigo que esté al tanto de tu viaje, por las dudas. Y no olvides anotar los teléfonos de las embajadas o consulados de tu país de origen.

Protege tu equipaje. Sobre todo si viajas sólo. En algún momento debes dormir en un viaje en tren, o en el aeropuerto. Hay algunos candados que tienen incorporada una cuerda que permite “engancharte”a tu valija. Y así, quien quiera hacerse con tu equipaje, tendrá que llevarte a tí también.

No desesperes. Siempre hay una solución.

Via: www.diariodelviajero.com

Cómo serán los hoteles del futuro


Despertarse con sonidos selváticos y aroma a maracujá, en la habitación 7045 ubicada en el piso 70 de un hotel en pleno Manhattan. No es una escena de una película de ciencia ficción: es el futuro del hotel.

Esta imagen, entre muchas otras más extravagantes, son las que describen los expertos del sector como presagios tecnológicos con que, dentro de no mucho, nos toparemos los viajeros tras hacer el check in en distintos hoteles del mundo.

El año pasado, el Hospitality Design Group y la empresa Gettys, de Chicago, reunieron a 100 expertos de grupos afines al sector hotelero, como Starwood Hotels, Whirlpool y Phillips, con el objetivo de sondear con qué tecnología imaginan que se encontrarán los turistas del futuro en el rubro alojamiento. De esta investigación surgieron 1.000 ideas para desarrollar, acordes a las necesidades futuras, que fueron expuestas en una conferencia realizada en la ciudad de Miami.

Por otra parte, en Argentina, Marca Futuro presentó hace unos meses el prototipo del hotel del futuro, basado en la habitación a medida del huésped,
al que se le proporciona un control inteligente para manejar la iluminación, la temperatura, el aroma ambiental, la música, la TV, el chequeo de mails y la reserva de restaurantes o conciertos, sin moverse de la cama de su habitación. De aquí a pocos años, estos proyectos se concretarán.

Más cambios
Entre las mil ideas de los expertos figura la desaparición de la figura del botones tradicional. que sería reemplazado por un robot mayordomo al servicio del huésped día y noche. ¡Y hasta no hará falta dejarle propina!

Al momento de hacer el check in, es muy posible que las huellas digitales del pasajero se escaneen para agilizar su acceso a ciertas instalaciones, a Internet o, quizás, a un dispositivo inalámbrico, operado por voz y tacto, que sirva para solicitar un servicio dentro del hotel.

De aquí a diez años, en las habitaciones habrá ventanas interactivas que el huésped podrá controlar a gusto, convirtiendo el día en noche o viceversa,
por ejemplo. Con un simple movimiento del brazo se podrá bloquear el sonido que proviene del exterior, cambiar la iluminación o agregar árboles a la vista. Las ventanas futuristas (Daylight, de Phillips) incluyen una luz azul, que contrarrestra los efectos del jet lag.

Probablemente los pasillos de los hoteles detectarán la presencia de los huéspedes a través de emisiones de anhídrido carbónico, mientras paneles LCD descenderán del techo formando un cielo con luces que guiarán el camino a la habitación.

Según la tendencia actual, la nanotecnología (la aplicación, investigación y desarrollo tecnológico a escala atómica o molecular) estará presente en el diseño futuro de los hoteles: en las alfombras y en las sábanas, por ejemplo, las nanofibras amortiguarán los ruidos y absorberán la suciedad, se autolimpiarán.

Bañeras que se amoldan al propio cuerpo, azulejos antibacterianos y alfombras en el baño que, por el contacto con la planta del pie, detecten los nutrientes que el huésped necesita, figuran entre las ideas más revolucionarias del hotel del futuro. Y entre las más fáciles de implementar está la de convertir a las habitaciones en vidrieras: los muebles y objetos de decoración, luego de ser testeados, pueden adquirirse al abandonar el hotel. Algunas cadenas ya lo implementaron.

Pero más allá de las especulaciones, ya hay hoteles "high tech" funcionando en el mundo. El 7 estrellas Burj Al Arab, levantado en una isla artificial en la costa de Dubai, fue el primero que anticipó el futuro hotelero, a través de su diseño, su servicio y su tecnología. Burj Al Arab es futurista desde su arquitectura: simula una vela de barco, de 321 metros de altura. En sus habitaciones, redes de sensores activan luces, cortinas y aire acondicionado y las suites tienen sala de cine.

El Grand Hyatt Shanghai, en China, ocupa las plantas que van de la 53 a la 87 del rascacielos Jin Nao, uno de los más altos del mundo. El cuarto de baño de sus habitaciones cuenta con una ducha con pantallas de LCD para seguir las noticias de la CNN durante el baño. En Hong Kong, el Conrad International tiene ciberdetalles en sus habitaciones, como cristales fotograduables para tomar baños de sol en la bañera.

Casi sin darnos cuenta, el futuro va colándose, sin prisa y sin pausa, en nuestros viajes.

Nuevo vídeo de promoción turística de Buenos Aires

Este corto promocional ha sido presentado hace pocas semanas el marco de la tercera edición de la Feria de Turismo, Arte y Cultura de Iberoamérica en Europa (Feria Euroal). Se trata de un nuevo vídeo promocional de la Secretaría de Turismo que resalta la belleza de la provincia de Buenos Aires, Argentina, con el lema “La Gran Diversidad”.



Las bellas imágenes muestran precisamente esa faceta diversa y variada que hallamos en la provincia argentina En los casi 7 minutos de vídeo vamos a ir deteniéndonos en las pampas, las playas, el delta, las sierras y las ciudades.

Todo el vídeo va acompañado de una música suave, y aunque realmente la belleza de las imágenes y la fotografía eclipsa todo lo demás, tal vez se eche de menos alguna narración en off conductora. En cualquier caso, apreciaremos los paisajes y naturaleza de Buenos Aires, sus gentes, su gastronomía, sus deportes, sus monumentos… Dan ganas de acercarse a la provincia.

Vía: Expreso

05 junio 2008

Tips para visitar el ombligo del mundo


Cusco, la ciudad que para sus fundadores incas era el ombligo del mundo, es un lugar que muchísimas personas quieren visitar, tanto por su atractivo como por su legado arqueológico. Aquí van algunos consejos para reducir, hasta donde se pueda, el exigente gasto que requiere la ciudad.

• Si la idea es visitar Machu Picchu, apenas pongan un pie en la ciudad, salgan disparados para Ollantaytambo, a tres horas de Cusco. Allí es el único lugar donde pueden comprar el boleto del tren Backpacker Cerrojo, que cuesta 24 dólares, y que sale todas las noches a las 20:20 horas, con regreso a las 05:00 horas. El tren que sale de Cusco les costará 66 dólares –el Backpacker- o 468 dólares –el lujoso Hiram Bingham, seguramente el más lujoso de los ferrocarriles que recorre América del Sur. Si quieren, pueden combinar la ida a Ollantaytambo con el tour que recorre el Valle Sagrado –el mercado de Corao, Pisac, Ollantaytambo, Chichero- que los dejará a algunas cuadras de la boletería del tren. Pero vayan a comprar los tickets al menos dos o tres días antes de ir a Machu Picchu, si es que les dan los tiempos de viaje. NOTA: Oski nos avisa en los comentarios que el Cerrojo Backpacker ha aumentado a 40 dólares.

• Existen un tren local para ir a Macchu Pichu, pero sólo está disponible para quienes vivan en el Cusco. No se venden boletos a extranjeros: ni siquiera a peruanos que no vivan en la región. El valor del boleto allí es 30 soles, menos de diez dólares.

• Si quieren hacer el Camino del Inca, prepárense: sólo se puede ingresar con un tour comprado, que tenga guía y porteadores. Costo: 195 dólares en temporada baja, que puede llegar a 300 dólares en la temporada alta de julio y agosto. Es posible conseguir uno por 145 dólares, pero hay que ir a comprar el regreso en tren a Ollantaytambo, y de esa manera ahorrar el regreso en el más costoso tren Backpacker. Pero como allí sólo venden boletos con tres días de anticipación, no podrán adquirirlos si hacen el tradicional Camino del Inca, de cuatro días. Así que en Aguas Calientes, la estación de tren más cercana, seguramente sólo conseguirán el tren más caro. Consejo: compren el tour que incluye boleto de regreso, ya que de todas maneras no podrán ahorrar en pasajes. Por si no se dieron cuenta, en Cusco todo está pensado para hacerlos gastar más. Vayan preparados.

• Si toman el tren Backpacker Cerrojo, deberán pasar dos noches en Aguas Calientes, ya que el tren regresa a las 5 de la mañana. Otro interesante esquema para que gasten más. El tren llega cerca de las diez de la noche a Aguas Calientes, desde Ollantaytambo. De ahí, vayan para la plaza, donde están todos los hostales ofreciendo sus servicios. Para variar, Aguas Calientes tiene precios sustancialmente más altos que años atrás. Prepárense para pagar unos 15 soles por día por habitaciones compartidas, aunque por 20 soles pueden conseguir un lugar con baño privado. Tengan el cuidado de buscar hoteles cercanos a la estación de tren y a la salida de los buses que los llevarán a Machu Picchu. Éstos cuestan nada menos que 12 dólares por un viaje de apenas media hora. Se puede subir caminando, pero son unas dos horas de subida bastante exigente. Depende de su bolsillo y su estado físico, claro.

• En Cusco, es posible encontrar alojamientos a costos muy baratos, desde apenas diez soles, en casas de familia. No esperan, claro, grandes comodidades. Si quieren un hotel bien limpio, con agua caliente todo el día y no muy lejos del centro histórico, piensen en gastar de 40 a 50 soles por una doble con baño privado. En la zona del centro hay hoteles un poco venidos a menos, donde pueden compartir habitación con otros viajeros, por costos que van de los ocho a los quince soles por día. Obviamente, hay hoteles muchísimos más caros, pero ni me preocupé en averiguar los precios.

• Si quieren comer por menos dinero, huyan del centro, o de la Procuradores. En esos lugares, el menú más económico está por unos quince a 25 soles. Una opción excelente es restaurante El sabor de mi Casa, en Quera 253, a apenas dos cuadras de la Plaza de Armas. Allí hay abundantes menús por seis soles, con entrada, sopa y segundo. Desde ya, los menús sólo están disponibles al mediodía. Si les agarra hambre, a apenas media cuadra de la Plaza de Armas hay un par de hamburgueserías, donde por menos de dos soles se pueden comer una buena hamburguesa con queso. Si son débiles de estómago, mejor piénsenlo. Allí, por cierto, no van a ver casi turistas.

• Además de Machu Picchu, hay otros dos tours más que son clásicos. Uno es del Valle Sagrado, donde hay que salir a las nueve de la mañana de Cusco, con regreso a las cuatro de la tarde. Se puede conseguir por 20 soles. No se incluye almuerzo. Si los llevan a comer al pueblo de Urubamba, enfrente de los restaurantes –donde el menú cuesta unos 12 soles y no es gran cosa- pueden cruzarse a los puestos en donde venden unos enormes choclos con queso, con los granos más enormes que hayan visto en su vida. Los choclos se consiguen por un sol, y hay que agregar cincuenta céntimos si quieren la rebanada de queso. El otro tour es city tour, que se cuesta 12 soles, y en donde se visita Sacsayhuaman, Tambo Machay y Puca Pucara. Aquí se sale a las dos de la tarde y se regresa a Cusco a las seis de la tarde.

• Por cierto, para visitar las distintas ruinas cercanas a Cusco hay que comprar un boleto turístico, que cuesta 10 dólares. A pesar de que figura en el boleto, para entrar al famoso templo de Qoricancha hay que pagar seis soles aparte. Al parecer, la iglesia de Cusco optó por retirar sus sitios del boleto, por razones que me gustaría conocer. Para ingresar a la Catedral –visita más que recomendable- también hay que pagar aparte 9 soles. Eso sí: no vayan antes de las diez de la mañana, porque antes de esa hora es el momento de los oficios religiosos, y está “prohibido el turismo", como rezan los carteles al interior del edificio. Con el pago de la entrada tienen derecho a guía; de todas maneras, si éste hace un buen trabajo, al menos dejen una propina.

Via: www.blogdeviajes.com.ar

Ruta del vino riojano


Circuito de 450 kilómetros en los que se recorre toda la ruta del vino de la provincia de La Rioja (norte Argentina).

En ella se recorren 17 bodegas (entre Chilecito, Anillaco, Villa Unión y Fátima).
Se ofrece también diferentes actividades como el trekking y parapente.
Una de las bodegas más importantes del recorrido es la de Chañarluyo Estate, desde hace 9 años y con la ayuda de los habitantes de su cercanía se empezó a formar una moderna bodega que desde entonces no ha dejado de crecer. En ellas existen plantaciones de uvas singularmente oscuras (debido a la composición del suelo). Si uno observa desde cierta altura dicha plantación se observa la combinación de piedra roja y ocre.

En este proyecto se ha podido ensamblar el turismo con la actividad de la bodega.

Para esto se convirtió una posada de 10 habitaciones en donde se ambiento todo en torno al vino. En esta posada se busca plasmar la historia de La Rioja y la importancia de la cultura aborigen en la misma.



La producción vinícola en La Rioja representa un 5% del total de la Republica Argentina.

Si bien el porcentaje aun es pequeño la idea de los campos de dicha provincia es ir creciendo en producción, calidad y variedad. Teniendo en cuenta el interesante caudal d turismo que esto puede acarrear. Tratando de construir una unidad entre ambos mercado a través de la excelencia.

Via: www.paraconocer.com

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