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02 julio 2008

Brasil: ¿Qué hacer en el norte de Florianópolis?


Para muchos, especialmente los que van a pasar varias semanas en la capital de Santa Catarina, la principal actividad de las vacaciones es bien simple: silla, sombrilla y playa. Pero hasta los más sedentarios van a querer en algún momento salir de su base para recorrer otras partes de la isla. Esta entrada forma parte de una trilogía (que incluye también Centro-Lagoa y Sur) con pistas y orientaciones básicas para el que quiera saber cuáles son los principales atractivos de la isla.

En el norte de Florianópolis se encuentran las dos playas preferidas de los argentinos, Canasvieiras e Ingleses y, por tanto, una de las mayores concentraciones de turistas de toda la isla. Además de las actividades propias de cada uno de esos lugares, el principal interés de la zona norte de la isla es andar de playa en playa. Los desplazamientos son relativamente cortos (pueden hacerse interminables durante la temporada alta debido a los perennes embotellamientos de una isla con una infraestructura viaria precaria), y existen furgonetas que comunican las diferentes playas de la región.



De oeste a este del norte de la isla, estas son las principales playas:
Daniela. Tiene tres kilómetros de extensión, aguas tranquilas, sin olas, y arenas finas. Bastante buena para familias con niños (el fondo marino tiene poca inclinación). En la esquina izquierda de la playa hay un manglar, cerca del cual se pescan gambas (camarones), cangrejos y berberechos. El paseo hasta la punta de la playa es muy agradable.
Forte. Entre la Daniela y Jurerê, también es bastante buena para familias con niños, tiene una buena franja de arena. En ella se encuentra la Fortaleza de São José da Ponta Grossa, que formaba parte de las fortificaciones levantadas por los portugueses para defender la isla de los invasores. El acceso y el estacionamiento no son fáciles, por eso suele haber menos gente que en otras playas.
Jurerê. Una playa que en realidad son dos. En la parte izquierda, la urbanización de Jurerê Internacional, donde si circuláis en coche os parecerá estar en Miami, con sus mansiones, sus cochazos y la ostentación del lujo por todas partes. Si queréis ver la parte superior de la pirámide de la concentración de renta en Brasil (de hecho, de buena parte de Sudamérica), este es uno de los mejores lugares. Las aguas de la playa son tranquilas y la franja de arena es grande. A la derecha de Jurerê Internacional se encuentra la playa de Jurerê propiamente dicha. Con buena infraestructura y bastante turistas.

Canasvieiras es la siguiente playa, con completa infraestructura, hoteles, tiendas, restaurantes y clubes nocturnos. Un pedazo de Argentina en Brasil. El mar tiene pocas olas y la temperatura del agua es muy buena durante todo el verano. Pero cuidado, la franja de arena es muy estrecha, y casi desaparece durante la marea alta. De Canasvierias salen paseos en barco que van a la Baía dos Golfinhos y la Isla de Anhatomirim.
a continuación se encuentran las playas de Cachoeira do Bom Jesus y Ponta das Canas. La primera tiene un mar muy parecido al de Canasvieiras, con aguas tranquilas y templadas. Tiene bastante infraestructura, pero es un poco más tranquila que aquella. Después de la Cachoeira do Bom Jesus se encuentra la Ponta das Canas, que se desarrolló a partir de un núcleo de pescadores. Es otra playa familiar, con arena blanca y aguas tranquilas. Hay muchos argentinos en la zona.
la Lagoinha es una de las playas más tranquilas del norte de la isla. Tiene casi un kilómetro de extensión, arenas claras y aguas tranquilas. No hay mucha infraestructura, la playa está ocupada principalmente por residencias. Tampoco es fácil estacionar en la región. Se puede llegar a la Lagoinha caminando a partir de la Ponta das Canas.
la Praia Brava, nuestra siguiente parada en el recorrido, ya es una playa con mar más agitado y agua más fría. Es una de las mejores playas para la práctica del surf. A pesar de que el mar no es muy adecuado para niños pequeños, la franja de arena es muy ancha y atrae muchas familias. Hay bares y restaurantes. Cuando lleguéis a la playa por la carretera os quedaréis impresionados con la cantidad de urbanizaciones que han sido construidas, acabando con cualquier aspiración de “naturaleza intocada” que la playa hubiera podido tener en el pasado. A pesar de ello, es una playa bastante bonita.




Ingleses es la siguiente playa, otra favorita de los argentinos. Es una de las playas más urbanizadas de toda la isla. Como Canasvieiras, tiene todo tipo de servicios. En Ingleses el oleaje es más fuerte que en Canasvieiras y las aguas son más frías. En las dunas que separan Ingleses de la playa de Santinho se practica el sandboard (surf en la arena). Vale la pena acercarse para divertirse un rato.
la playa de Santinho, al estar un poco más apartada del resto, atrae a gente que busca un poco de tranquilidad. El creciente número de construcciones hace que el contacto con la naturaleza sea cada vez más artificial. La playa tiene olas fuertes y atrae a muchos surfistas. Es bastante peligrosa para el baño. En la esquina derecha de la playa se encuentra uno de los complejos hoteleros más caros de la isla.

En la costa occidental de la isla, a mitad de camino entre el centro de Florianópolis y las playas del norte, se encuentran las villas portuguesas de Sambaqui y Santo Antônio de Lisboa. Son dos lugares interesantes para pasear con la familia, a pesar de que sus reducidas playas no son aptas para el baño. En los dos pueblos hay una gran concentración de restaurantes de pescado y marisco, así como tiendas de artesanos. En el mar veréis los utensilios utilizados para el cultivo de las ostras, y el puente Hercílio Luz a lo lejos.

Via: blog.deviajeabrasil.com

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