Así, para conocer además el corazón de México, el que suele estar un poco más alejado de los epicentros turísticos, viajaremos a la zona de Michoacán, uno de los estados aztecas, a orillas del Pacífico.
En esta zona es posible visitar las fincas de aguacate, ver las amplias plantaciones, pero también disfrutar de excelente gastronomía, en base claro está al aguacate, que por cierto marida muy bien con los vinos españoles de La Rioja o Ribera del Duero, que se consiguen por aquí.
Morelia es la ciudad central de Michoacán y de esta ruta. Es una ciudad con diferentes caras, destacando su lado colonial, que se percibe en la arquitectura y la cultura. Patzcuaro y Santa Fe de la Laguna son en cambio localidades más tranquilas, también con impronta colonial.
Uruapan es el centro mexicano principal de producción de aguacate, con una de las plantas procesadoras más grandes del mundo.
Así, esta ruta permite internarse en el México auténtico, genuino, y conocer el origen de uno de sus emblemas gastronómicos, deleitando todos los sentidos: el paladar, pero también los otros, vivenciando esta cultura tan particular, aquí donde es aún más pura.
