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28 julio 2008

Qué trámites se requieren para que los menores viajen al exterior


Llegaron las vacaciones y, junto con ellas, las consultas acerca de trámites varios previos a los viajes. Numerosos lectores preguntan cuáles son las disposiciones en Migraciones para que los menores de edad puedan viajar al exterior sin uno de sus padres, en comapañía de un tercero o, simplemente, solos.

Hasta agosto de 2005, se otorgaban permisos para que los menores pudieran viajar solos al exterior una y otra vez, indefinidamente, hasta los 21 años de edad, pero a partir de esa fecha las disposiciones de Migraciones cambiaron. Actualmente, ambos padres deben extender su autorización —firmada ante escribano público— cada vez que el chico cruce la frontera solo, con uno de los miembros del matrimonio o con un tercero mayor de edad. Así, por ejemplo, si un menor viaja todos los veranos con su abuela a Punta del Este, necesitará contar con una autorización nueva cada vez que lo haga (aunque se dirija siempre al mismo destino y con el mismo acompañante).

"Las autorizaciones requieren distintos tipos de datos según la edad del menor", explica el escribano Mauricio Fiori. Según establece la Disposición 31.100/2005, en los formularios de los menores de 14 años que viajen solos al exterior se deben incluir los siguientes datos: país de destino (y, dentro de éste, ciudades que se preveen visitar) y nombre, apellido, número de documento y domicilio del adulto que vaya a recibirlo en el extranjero. Si viaja acompañado por un adulto, deberán consignarse los datos del mismo.

La misma Disposición determina que las autorizaciones de viaje para los menores de entre 14 y 17 años deben contener los datos del destino (país y detalle de ciudades) y datos del acompañante —si no viaja solo—, pero no es necesario indicar datos de un mayor receptor en el país de destino. Por su parte, los menores de 6 años que viajan solos o acompañados por terceros mayores de edad que no sean sus padres, están identificados en un registro especial creado por la Dirección de Control Migratorio de la Dirección Nacional de Migraciones. Por último, "para los jóvenes de entre 18 y 21 años, considerados menores adultos, aún rige la Disposición 2.895 del año 1985, que permite no determinar ni destino de viaje ni nombre del acompañante en la autorización firmada por ambos padres ante escribano público".

Via: www.clarin.com

23 julio 2008

Dos tesoros bajo riesgo


Reclaman acciones para preservar las ruinas incas de Machu Picchu y para proteger a las ballenas.

La administración de la zona arqueológica, la deforestación, el peligro de avalanchas, el crecimiento urbano sin control y el acceso ilegal son las principales amenazas que, según la UNESCO se ciernen sobre las ruinas de Machu Picchu, la famosa ciudadela inca en Perú. Las visitas a este sitio histórico suman 800 mil personas por año y, es lógico suponer, tanta gente puede traer dificultades a la hora de preservar las ruinas incas.

A 500 kilómetros al sudeste de Lima, en el valle de Urubamba (Cusco), Machu Picchu fue designado Santuario Histórico Nacional en 1981 y Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1983. El año pasado, además, la ciudadela inca fue elegida como una de las siete nuevas maravillas del mundo, tras el concurso organizado por la Fundación New 7 Wonders.

Si bien es cierto que la UNESCO no incluyó a Machu Picchu dentro de la lista de monumentos en peligro, en la última reunión anual del Comité del Patrimonio Mundial -que se realizó en Quebec, Canadá a principios de este mes- se solicitó a Perú que implemente "mecanismos de vigilancia reforzada (...) para examinar cuidadosamente los sitios que se encuentran en situación de alto riesgo de deterioro grave".

Uno de los principales problemas es el desarrollo descontrolado de infraestructura para atender a la creciente cantidad de turistas en Aguas Calientes, la localidad vecina.



Salven a las ballenas
Por otro lado, la protección de las ballenas parece seguir a la deriva y nada podrá evitar que en la próxima temporada "mil ballenas mueran bajo los arpones de la flota japonesa", señalan en el Instituto de Conservación de Ballenas. Es que tras la reunión de la Comisión Ballenera Internacional en Santiago de Chile (que finalizó hace unas pocas semanas), no se logró el acuerdo para crear el Santuario en el Atlántico Sur. Sí es cierto que habrá un grupo encargado de conciliar posiciones entre los países conservacionistas y quienes buscan por todos los medios reanudar la cacería comercial de ballenas.

"Todos tenemos como meta detener a los países que presionan por la reanudación de la caza comercial y por sobre todo, poner fin a los programas de caza científica que lleva adelante Japón en las aguas del Santuario del Océano Austral", se señala en un comunicado del Instituto de Conservación de Ballenas.

Agregan: "Es una burla a la ciencia y por sobre todo a la moratoria vigente a la cacería comercial de ballenas ya que es bien conocido que la carne de los animales capturados terminan en los mercados de Japón".

Una aldea marcada por dos culturas


Alcántara mantiene inalteradas las fuertes huellas de Portugal en tiempos de la colonia y el aporte africano.

Hacia algún lugar inquietante deben conducir las callejuelas de Alcántara, una mixtura de cultura y tradiciones de Africa y Portugal en Brasil.

Se trasunta en todo forastero que pone pie en el muelle de la bahía San Marcos y sube con ansiedad los pasillos empedrados. Los esporádicos murmullos corren por cuenta de los turistas, amontonados de a veinte en las cajas de camionetas gastadas, mientras -a los saltos- los vehículos rozan a taciturnos vecinos que caminan y moto-taxis. A los costados, una multicolor secuencia de imágenes conserva la atmósfera inalterada de la colonia portuguesa. Los rasgos africanos asoman desde las ventanas, adosados de una sonrisa y una mano dispuesta al saludo.



Tras el último desembarco, en esta orilla opuesta a San Luis (capital del estado de Maranhao), retoman su rutina los pescadores de róbalo, burijaba y pescada amarilla bamboleando sobre botes de madera, los guarás que despegan y aterrizan como flechas rojas en el ovillo de manglar y los clientes de precarias cantinas, animados por tragos de cachaça y reggae a todo volumen.

La historia fuerte del Imperio, la esclavitud y el Brasil que zafó de esas ataduras en el siglo XIX dejó marcas indelebles en Alcántara. Se dejan ver mejor en mayo y agosto, cuando el pueblo entero es pura efervescencia por las fiestas del Divino Espíritu Santo y de San Benedicto. Trece casas con banderas en el frente indican los lugares escogidos para la Fiesta del Divino, 50 días después de Semana Santa. Allí, la generosidad vecinal fue una garantía para la euforia generalizada. Gracias a donaciones de maíz, arroz, mandioca, dulces, licores y frutas, las familias propietarias dedicaron todo el año para preparar su rol de anfitrionas y cumplieron con una tradición sagrada: residentes y visitantes son invitados a comer y beber gratis en las viviendas "fiesteras" a lo largo de 12 días.



En la plaza principal
Pasiones y rituales ancestrales se encienden puertas adentro y en los callejones. La plaza principal no es más que el terreno baldío donde las ruinas de la iglesia San Matías (la fachada de ladrillos y el campanario, del siglo XVII) proveen algo de sombra a los niños que remontan barriletes.

La Plaza de la Matriz, enmarcada por construcciones de dos plantas, buhardilla y tejado, es el atajo para cortar camino hacia la calle De la Bella Vista, que los descendientes de esclavos rebautizaron De la Amargura. En este lugar de paso, la curiosidad se transforma en conmoción ante una columna de piedra blanca, el pelourinho donde los trabajadores del algodón y la caña de azucar eran forzados a aceptar la explotación a puro azote.

El océano Atlántico recubre con un manto turquesa los restos de las mansiones de los terratenientes. Ya no se ven las carabelas que llevaban a estudiar en Europa a sus hijos, acosados por los barcos del pirata Francis Drake. En su mayor parte, los dueños de las tierras productivas -golpeados por la decadencia económica hace más de un siglo- optaron por radicarse en San Luis y ahora son los propios afrobrasileños los que se hacen tiempo para rezar en la Iglesia del Carmo (de 1665) y los Passos de Cuaresma, oratorios de paredes blancas y tejas rojas que conforman el Vía Crucis.



Los guías Danilo y Juan Pitacco apuntan la recorrida hacia el Museo Histórico, una silenciosa extensión de lo que muestran las calles y expresa la gente con amabilidad y un dejo de timidez. Documentos y reliquias delatan que fueron los franceses quienes se adelantaron en 1612 para alterar la vida de los indios tapuias y tupinambá en la primitiva aldea Upa Guazú, hasta que tres años después fueron echados por conquistadores portugueses.

Ya no hay tensiones a la vista, mucho menos en la Casa de las Artes o Posada da Zinha. El almuerzo se huele y el encantador jardín con maceteros desbordados de flores, helechos, palmeras y bananos parece un buen presagio antes de volver a la lancha y despedirme de un tiempo lejano.

17 julio 2008

Llegó la maleta motorizada


El año pasado nos enteramos de la existencia de un prototipo de maleta, Fido Lugagge, capaz de moverse por sí misma y de perseguirnos por donde vayamos.

Aquel fantasioso concepto no está tan lejos de lo que conocemos hoy, Live Luggage, la primera maleta con energía asistida, es decir una maleta dotada de un motor capaz de activar las ruedas cuando el usuario pulsa un botón.

Tiene un asa telescópica que se esconde en el cuerpo de la maleta cuando ésta no es transportada. Además, para asegurarse su maniobrabilidad, dispone de un sistema antigravedad que transfiere un 85% del peso a las ruedas de la maleta, evitando dolores de brazos al arrastrar pesadas cargas.

El motor se alimenta por medio de una batería, pero en caso de emergencia también puede recargarse a través del movimiento de las ruedas que aportan energía al motor.

Pero todavía hay más. Una maleta novedosa no puede dejar de lado la seguridad. Lamentablemente, la pérdida de equipaje es moneda de todos los días, por eso también incorpora un sistema que permite rastrearla durante dos horas después de perderla, el tiempo de autonomía de la batería.

Parece ser toda una revolución, una aproximación a las maletas del futuro, pero como era de esperar su precio es bastante elevado. Puede comprarse por 886 euros.

Via: www.diariodelviajero.com

Bolivia: Coroico



Es el tesoro turístico de los Yungas, a tan solo tres horas de La Paz, el camino sin ninguna duda es peligroso, no en vano se gano el lúgubre apodo de 'Carretera de la Muerte', por donde el turista puede bajar en bicicleta, considerándolo de este modo como Turismo de alto riesgo, teniendo hoy en día muchos adictos a esta ruta.

Desde paseos y caminatas, hasta trekking, bici de montaña, rafting, kayak en el río y canooping en los bosques de El Jiri en la comunidad de Charobamba, el turista tiene una infinidad de actividades que puede elegir.

Entre los circuitos más promocionados actualmente están los de Coroico-Uchumachi, Coroico-Puente Mururata-Tcaña, Coroico-Vagante, Cascadas y la Cumbre-Coroico, también los caminos del Inca, El Choro y Sillutinkara que se hacen de 3 a 4 días, en el trayecto se atraviesa parte del Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Cotapata, la Ecovía Chuspipata, Chovacollo. Coroico, se realiza en dos días.



Posibilidad de disfrutar de un ambiente natural único y acogedor en medio de vegetación y clima tropical, es el lugar más visitado turísticamente de los Yungas. Los Yungas de Coroico son valles tropicales y húmedos con montes elevados cubiertos de tupida vegetación y ríos impetuosos que corren entre ellos. La temporada recomendable es de Junio a Septiembre excepto en época lluviosa.

02 julio 2008

Habitaciones de hotel sólo para mujeres


Hace un tiempo traía la noticia del machoturismo en Escocia, una curiosa especialización en turismo para hombres, y ahora os hablo de una especialización para las féminas.

Varios hoteles y cadenas turísticas, conscientes del mercado en alza que supone la viajera, en especial las ejecutivas, apuestan por habitaciones especialmente dedicadas a ellas. Para lograr captar este público femenino, la cadena Hesperia ha anunciado que a partir de este sábado 8 de marzo se inaugurarán habitaciones especialmente dedicadas a las mujeres en muchos de sus establecimientos urbanos de 4 y 5 estrellas.

En fin... los chicos de azul y las chicas de rosa. Estas estancias se denominan Pink Rooms, y en ellas habrá revistas femeninas (¿el Hola y Mari Claire?), barritas de cereales (¿no les gustan a los hombres? y yogures (?) en el minibar, una mascarilla de ojos relajante (¿gratis? mmmm... buena idea), un kit de baño con desmaquillantes (a más de uno le vendría bien), bálsamo labial (ídem), gel íntimo (") o lima de uñas (")...

Pues parece ser que el tema ya lo vienen aplicando otros hoteles, como la cadena NH, que incluye complementos para las mujeres buscando atraer esta clientela femenina. Me hace gracia que se trate sobre todo de kits de belleza, en este momento de metrosexualismo en alza.

Y resulta que hay hasta hoteles que reservan una planta entera para mujeres (sí, como en esos viajes de fin de curso en el que los profes nos separaban...): en EEUU el Crowne Plaza de Mineapolis.
¿Y un hotel exclusivo para mujeres? También lo hay: en el centro de Berlín se encuentra el Hotel Artemisia, un pequeño establecimiento de 12 habitaciones muy femeninas. He estado viendo las fotos de las habitaciones, y se agradece que no sean de color rosa ni con encajes.

Vía: adn

Brasil: ¿Qué hacer en el norte de Florianópolis?


Para muchos, especialmente los que van a pasar varias semanas en la capital de Santa Catarina, la principal actividad de las vacaciones es bien simple: silla, sombrilla y playa. Pero hasta los más sedentarios van a querer en algún momento salir de su base para recorrer otras partes de la isla. Esta entrada forma parte de una trilogía (que incluye también Centro-Lagoa y Sur) con pistas y orientaciones básicas para el que quiera saber cuáles son los principales atractivos de la isla.

En el norte de Florianópolis se encuentran las dos playas preferidas de los argentinos, Canasvieiras e Ingleses y, por tanto, una de las mayores concentraciones de turistas de toda la isla. Además de las actividades propias de cada uno de esos lugares, el principal interés de la zona norte de la isla es andar de playa en playa. Los desplazamientos son relativamente cortos (pueden hacerse interminables durante la temporada alta debido a los perennes embotellamientos de una isla con una infraestructura viaria precaria), y existen furgonetas que comunican las diferentes playas de la región.



De oeste a este del norte de la isla, estas son las principales playas:
Daniela. Tiene tres kilómetros de extensión, aguas tranquilas, sin olas, y arenas finas. Bastante buena para familias con niños (el fondo marino tiene poca inclinación). En la esquina izquierda de la playa hay un manglar, cerca del cual se pescan gambas (camarones), cangrejos y berberechos. El paseo hasta la punta de la playa es muy agradable.
Forte. Entre la Daniela y Jurerê, también es bastante buena para familias con niños, tiene una buena franja de arena. En ella se encuentra la Fortaleza de São José da Ponta Grossa, que formaba parte de las fortificaciones levantadas por los portugueses para defender la isla de los invasores. El acceso y el estacionamiento no son fáciles, por eso suele haber menos gente que en otras playas.
Jurerê. Una playa que en realidad son dos. En la parte izquierda, la urbanización de Jurerê Internacional, donde si circuláis en coche os parecerá estar en Miami, con sus mansiones, sus cochazos y la ostentación del lujo por todas partes. Si queréis ver la parte superior de la pirámide de la concentración de renta en Brasil (de hecho, de buena parte de Sudamérica), este es uno de los mejores lugares. Las aguas de la playa son tranquilas y la franja de arena es grande. A la derecha de Jurerê Internacional se encuentra la playa de Jurerê propiamente dicha. Con buena infraestructura y bastante turistas.

Canasvieiras es la siguiente playa, con completa infraestructura, hoteles, tiendas, restaurantes y clubes nocturnos. Un pedazo de Argentina en Brasil. El mar tiene pocas olas y la temperatura del agua es muy buena durante todo el verano. Pero cuidado, la franja de arena es muy estrecha, y casi desaparece durante la marea alta. De Canasvierias salen paseos en barco que van a la Baía dos Golfinhos y la Isla de Anhatomirim.
a continuación se encuentran las playas de Cachoeira do Bom Jesus y Ponta das Canas. La primera tiene un mar muy parecido al de Canasvieiras, con aguas tranquilas y templadas. Tiene bastante infraestructura, pero es un poco más tranquila que aquella. Después de la Cachoeira do Bom Jesus se encuentra la Ponta das Canas, que se desarrolló a partir de un núcleo de pescadores. Es otra playa familiar, con arena blanca y aguas tranquilas. Hay muchos argentinos en la zona.
la Lagoinha es una de las playas más tranquilas del norte de la isla. Tiene casi un kilómetro de extensión, arenas claras y aguas tranquilas. No hay mucha infraestructura, la playa está ocupada principalmente por residencias. Tampoco es fácil estacionar en la región. Se puede llegar a la Lagoinha caminando a partir de la Ponta das Canas.
la Praia Brava, nuestra siguiente parada en el recorrido, ya es una playa con mar más agitado y agua más fría. Es una de las mejores playas para la práctica del surf. A pesar de que el mar no es muy adecuado para niños pequeños, la franja de arena es muy ancha y atrae muchas familias. Hay bares y restaurantes. Cuando lleguéis a la playa por la carretera os quedaréis impresionados con la cantidad de urbanizaciones que han sido construidas, acabando con cualquier aspiración de “naturaleza intocada” que la playa hubiera podido tener en el pasado. A pesar de ello, es una playa bastante bonita.




Ingleses es la siguiente playa, otra favorita de los argentinos. Es una de las playas más urbanizadas de toda la isla. Como Canasvieiras, tiene todo tipo de servicios. En Ingleses el oleaje es más fuerte que en Canasvieiras y las aguas son más frías. En las dunas que separan Ingleses de la playa de Santinho se practica el sandboard (surf en la arena). Vale la pena acercarse para divertirse un rato.
la playa de Santinho, al estar un poco más apartada del resto, atrae a gente que busca un poco de tranquilidad. El creciente número de construcciones hace que el contacto con la naturaleza sea cada vez más artificial. La playa tiene olas fuertes y atrae a muchos surfistas. Es bastante peligrosa para el baño. En la esquina derecha de la playa se encuentra uno de los complejos hoteleros más caros de la isla.

En la costa occidental de la isla, a mitad de camino entre el centro de Florianópolis y las playas del norte, se encuentran las villas portuguesas de Sambaqui y Santo Antônio de Lisboa. Son dos lugares interesantes para pasear con la familia, a pesar de que sus reducidas playas no son aptas para el baño. En los dos pueblos hay una gran concentración de restaurantes de pescado y marisco, así como tiendas de artesanos. En el mar veréis los utensilios utilizados para el cultivo de las ostras, y el puente Hercílio Luz a lo lejos.

Via: blog.deviajeabrasil.com

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