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19 marzo 2008

Bolivia: Tiwanaku

En Bolivia, a unos 70 kilómetros de La Paz, hay unas ruinas llamadas Tiwanaku. Ruinas que atestiguan que ya en el altiplano andino existía orden entre los humanos antes de la clásica Grecia. Culturas que sólo se pueden comparar con las de la Mesopotamia olvidada.


Tiwanaku fue una ciudad, es posible que fuese capital, de una civilización que surgió en el valle Pampa Koani, al sur del lago Titicaca, en la presente Bolivia. Se estima que esta ciudad ya existía cinco siglos antes de Cristo y perduró por más de 1500 años.

Realmente se sabe muy poco de esta civilización y de esta ciudad. En parte porque aun falta mucho por encontrar y reconstruir para poder tener una idea completa. Y en parte porque hasta hace poco todo lo que se encontraba era destruido.

Esta civilización, llamada la de Tiwanaku, tuvo su éxito gracias a sus extensos campos de cultivo. Se estima que su agricultura era capaz de abastecer la población actual de Bolivia. También eran buenos guerreros y llegaron a conquistar todas las otras culturas alrededor del lago y gran parte del altiplano. Mantuvieron comercio con otras regiones, llegando hasta las costas de Chile y las zonas tropicales de la cuenca amazónica.

Esta civilización abandonó sus ciudades y templos en el siglo XII, según la conclusión de los expertos en estos estudios. Existen teorías de terremotos (sin base científica), ataques de otras culturas (¿cuál?), y secas (¿y qué del lago y las montañas nevadas?). Es posible que Tiwanaku haya sido víctima de una de estas desgracias, o es muy posible que haya sido una revolución interna. Todo lo que se toma es un habla bonito que diga que lo existente no es bueno. Cuantas veces hemos oído las promesas de justicia e igualdad, sólo para terminar la gente en la guillotina o el paredón. Y a la historia después se le olvida el cuento.

Par de siglos más tarde surgieron los Incas, con su sede en Cusco. Poco después llegaron los europeos y ahí fue donde todo lo que estaba a la vista en Tiwanaku desapareció. Todo lo que no era de la religión de los evangelizadores era pagano y por tanto fue destruido. Las piedras sirvieron de paredes para las nuevas casas y las iglesias. Por último lo que quedó se dinamitó para ser usado como grava en la línea del ferrocarril.
Sin embargo tal parece que la tierra sabe lo que hace porque gracias al destrozo Tiwanaku ya no es más que una sombra de lo una vez fue. Una sombra que ahuyenta al que sólo quiere mirar y atrae al que de veras quiere apreciar. Sea su viaje científico, turístico, o espiritual, allí encontrará la paz para reflexionar.

En realidad Tiwanacu no son ruinas de piedras para el turismo. Es un templo vivo y como tal nosotros respetamos. Allí se congregan cientos, tal vez miles, de personas los días que la comunidad estima sagrados. El Año Nuevo de la cultura aymará, predominante en esa región, se celebra el 21 de junio. Ese día los rayos del amanecer penetran por la puerta del templo Kalasasaya e iluminan al impresionante Monolito de Ponce. Ese amanecer todo creyente está en Tiwanaku, al menos en alma sino es en cuerpo.

Tras el Monolito de Ponce, hay otro en otra sección del templo, vimos unos altares de piedra. Nos dijeron que en ellos se hacen las debidas reverencias de acuerdo a la ceremonia que se esté efectuando. Los peregrinos traen ofrendas de flores y hierbas santas.
Desde La Paz puede tomar un tour hasta Tiwanaku. Si su visita es simplemente académica en un día puede hacer todo el recorrido. Si es de creencias, le recomendamos que se quede en el pueblo de Tiahuanaco una o dos noches. Existen otros lugares cercanos que también puede visitar.

07 marzo 2008

Goiânia Brasil




Goiânia es la capital del estado de Goiás, Brasil. Es una ciudad relativamente moderna, habiendo sido diseñada por el urbanista Armando de Godói e inaugurada en 1933. De altos edificios y amplios parques tiene los beneficios de una urbe planeada con la zona industrial al norte, el área gubernamental al centro y las viviendas al sur. Las calles son concéntricas desde la Plaza Cívica, en el centro de la ciudad, con otras interceptándolas que parten desde este punto hacia las afueras. Una realización del sueño de muchos arquitectos puesta en práctica con excelentes resultados.


Nuestra estancia en Goiânia fue muy breve, de apenas un día. Sin embargo en el poco tiempo que allí estuvimos logramos disfrutar de las comodidades de esta ciudad del interior de Brasil. Los hoteles que vimos son excelentes, según nos informan algunos son de cinco estrellas, y también los hay más módicos. Los restaurantes son muy apropiados y en el que almorzamos de excelente calidad. El vestir es elegante y muy moderno.


Goiânia en portugués se pronuncia muy parecido a Goiyania. Se encuentra situada a 209 kilómetros al suroeste de Brasilia por la actual carretera BR-060, la cual viajamos y está en perfectas condiciones. La travesía se toma unas tres horas, tiempo que pronto será considerablemente reducido con el proyectado y aprobado tren-bala que se prepara instalar entre las dos capitales. De acuerdo a ciertas guías turísticas que hemos consultado Goiânia apenas sobrepasa el millón de habitantes, mas los estimados de la metrópolis se elevan a más de medio millón de personas.





fuentes: caminandosinrumbo.com

El Tigre, Argentina


Al norte y este de la Argentina se encuentra el Río de la Plata. Este río, que por sus dimensiones es un mar. Sus aguas provienen de varios ríos del continente sudamericano. Entre tales ríos dos de los de mayor caudal son el río Uruguay y el Paraná. El Uruguay desemboca al norte y este del Río de la Plata. El Paraná desemboca al este y en su delta los depósitos han formado un sinfín de islas. La ciudad de Tigre, de que se trata esta presentación, es el puerto en tierra firme entre esas islas y el extremo noroeste de la costa sur del Río de la Plata. Las islas en el delta del Paraná, tenemos entendido que otros ríos como el Luján también desembocan en esta zona, son numerosas con canales entre ellas, oímos serle llamadas la “Venecia de Argentina”. El traslado entre las islas es a través de botes y lanchas los cuales se conducen, si mal no recordamos, por unos dos mil kilómetros de canales.



A toda el área de las islas también se la llama, como es de esperar, el Delta. Muchas de las islas han sido pobladas, creándose una comunidad dispersa y hasta cierto punto muy privada e independiente debido a su acceso sólo por agua. Aunque en algunas de las islas, como la Isla Martín García, hay pueblos con aeropuerto, museos, camping y otras atracciones propias de la región. No faltan las reservas naturales, aunque por lo poco que logramos ver en todas partes la naturaleza se encuentra floreciente. El simple hecho de tomar una lancha para ir a uno de los restaurantes en el Delta, que son varios y muy recomendados, le aportará la oportunidad de ver el desenvolvimiento de la vida en esta muy interesante sección de la Argentina.



Desde Tigre salen lanchas que le llevan al Delta. En la parte del puerto hay un lugar llamado Estación Fluvial de Tigre donde puede toma una lancha ómnibus por un precio bien razonable. Estas lanchas lo dejan en las islas y después lo recogen, como un ómnibus. Claro si de verdad quiere pasear en lancha puede ir hasta Carmelo, en Uruguay, viajando por dentro del Delta.



Si desea también puede disfrutar en la ciudad de Tigre. Además de servir como puerto entre la metrópoli de Buenos Aires y el Delta, Tigre de por sí es una de las destinaciones de fin de semana preferidas de los porteños. Lo cual hace de esta ciudad uno de los puntos más turísticos de toda la Argentina. Entre los lugares que visitamos pudimos disfrutar del Puerto de Frutos, donde muchos comercios menores venden todo tipo de adornos para la casa y el jardín. En este lugar puede almorzar en uno de los restaurantes que sirven platos adecuados para el paladar y refinamiento de los porteños, en otras palabras, la comida es deliciosa. Nos recomendaron pasear a pie por la parte colonial para ver la arquitectura de las casas y llegarnos hasta la Iglesia de la Inmaculada Concepción, pero bueno, el próximo viaje lo trataremos. En la ciudad vimos un casino, museos, parques, parques de diversiones, hoteles y todo lo demás propio de un lugar acomodado para el turismo.



Tigre cuenta con una población de unos trescientos mil habitantes. A unos 30 kilómetros del centro de Buenos Aires el viaje se puede hacer por carretera, ómnibus o tren. No importa que transporte seleccione, el viaje es tan pintoresco que se justifica de por sí mismo. Antes de llegar a Tigre se encuentra San Isidro, otra ciudad que se debe visitar por sus jardines, edificaciones coloniales incluyendo una bella catedral, y en general ambiente bohemio y acogedor.




Nosotros visitamos Tigre entre semana. No tuvimos problemas encontrando donde estacionar el carro y todo estaba muy calmado y agradable. En el Gran Buenos Aires viven muchas personas y siendo Tigre una destinación preferida de los fines de semanas, según nos dijeron, los sábados y domingos no es tan fácil encontrar parqueo. Una opción es visitar en un tour; no se tiene que preocupar del transporte y los guías, al menos los que a nosotros nos atendieron en otros tours, se encargan de todo. De todas formas, si se llega hasta Buenos Aires, trate de ir hasta Tigre y el Delta, le va a gustar.

Bolivia: Copacabana


Copacabana es un pequeño pueblito en Bolivia. Lo encontramos en las orillas del lago Titicaca, en una península que se une a tierra firme en Perú. Porque este majestuoso lago es frontera entre Bolivia y Perú. Mas sin embargo la península se encuentra en el lado del Perú pero pertenece a Bolivia. Para llegar a Copacabana en automóvil desde La Paz, sin pisar territorio del Perú, es necesario cruzar el lago. Lo cual no es ningún problema porque en el Estrecho de Tiquina tienen unas barcazas donde cruzan los ómnibuses llenos de personas.



Tal vez ir a Copacabana no indique tener significado alguno, excepto por las vistas que son increíbles y las truchas del lago que son una exquisitez. Sin embargo es en Copacabana donde está el santuario de la Santísima Virgen de la Candelaria, o como también le llaman, la Virgen de Copacabana. No vamos a entrar aquí en diferencias de religiones pero si quiere ver fe en los creyentes, visite esta iglesia. Dicen que esta imagen de la virgen es sumamente milagrosa.



También nos dijeron que los sábados aquello se llena porque toda persona, incluyendo los residentes de La Paz, que ha adquirido un automóvil esa semana lo trae para bendecidlo frente a la catedral. El pueblito aunque pequeño es muy alegre y está bien equipado para el turismo. Si se llega hasta Bolivia trate de visitarlo, sólo las obras de arte en el templo son suficiente razón para darse el viaje. Nosotros, fuimos a conocer y venerar la Virgen de Copacabana.



fuente: caminandosinrumbo.com

20 febrero 2008

Piriápolis, Uruguay

En la costa sur del Uruguay, la del Río de la Plata, hay una ciudad llamada Piriápolis. Hemos tenido la oportunidad de visitarla un par de veces. En ambas ocasiones fue la misma impresión la que captamos. Piriápolis tiene una atmósfera tan agradable, que nos es imposible olvidarla. No es lo grande sino lo amplio, tampoco lo lujoso sino lo cómodo que hace de esta ciudad un lugar tan atractivo.Cierto que es un centro turístico muy popular durante el verano. En ese tiempo es difícil conseguir reservaciones en cualquiera de sus muchos hoteles y en la avenida próxima a la playa, la Rambla de los Argentinos, es casi imposible conducir un auto por la cantidad de personas. Pero nuestras visitas no fueron durante la temporada y de veras que nos dieron deseos de alojarnos en un hotel y pasarnos un par de días allí disfrutando de la brisa marina, o tal vez más correcto, del río. Durante estas visitas había varios hoteles y restaurantes abiertos al público.





Como en el resto del Uruguay que hemos visitado, el respeto hacia el prójimo es máximo. No existe la tensión de que uno no puede estacionar el auto aquí o allá porque enseguida le ponen una multa o la policía le manda a remover el carro. En los restaurantes no existe la prisa ni la más mínima indicación que uno se tiene que apresurar. El trato, desde las oficinas de información turística del gobierno hasta los hoteles, que sólo fuimos a preguntar, es pura cordialidad y atención. Y bueno, así fue todo lo que nosotros tuvimos oportunidad de hacer. Es una cosa que le dan deseos de quedarse.

Como ya mencionamos, Piriápolis se encuentra en la costa del Río de la Plata. Desde Montevideo, a unos 100 kilómetros al oeste, el viaje se puede hacer por carretera y toma poco más de una hora manejando con precaución. Desde Punta del Este, a unos 40 kilómetros al este, la travesía toma una media hora por carretera.




Entre Piriápolis y la carretera entre Montevideo y Punta del Este hay un zoológico muy peculiar. Se llama la Estación de Cría de Fauna Autóctona del Cerro Pan de Azúcar y está en las faldas del cerro que le da su nombre. Lo muy interesante de este zoológico es que han logrado criar varias especies que están en peligro de extinción. Las presentaciones de los animales son de gran gusto, atractivas y muy reales. Hemos visitado muchos zoológicos en nuestros viajes, este no será uno de los más grandes y no tendrá jaulas caras, pero es uno de los mejores y más interesantes que hemos visto. Es un lugar muy agradable, no sólo para las personas interesadas en la ecología. Cuando visite Piriápolis, no deje de llegarse hasta allí.



Otras atracciones propias de esta ciudad es subir los cerros. Como estas elevaciones son redondeadas no indican su altura con franqueza, sin embargo una vez que se emprende el ascenso, sí nos damos cuenta de inmediato que el ejercicio no va a ser tan ligero como aparentaba ser. Como ciudad de playa, o balneario como le llaman allí, es el disfrutar del sol otra de las actividades populares. Nos dijeron que en tiempo de temporada la vida nocturna, discotecas y reuniones de grupos de amigos, es muy activa. Durante este tiempo el Hotel Argentino, no se preocupe que es tan grande que aunque no lo busque lo va a encontrar, tiene todas sus facilidades operando entre las cuales, según nos dijeron, se incluyen casino, baños termales, terapia de estética y todo lo que uno se puede imaginar para complacer al turista.

Fuentes: caminandosinrumbo.com

Bolivia lago Titicaca

El hombre siempre ha tratado de narrar lo que de las aguas del Titicaca no se ha podido llevar. Cuentan que bajo su superficie existen ciudades abundantes en oro y plata, pero aun no se han podido encontrar. Dicen que en sus aguas viven sirenas de canto dulce y mortal. Lo cierto es que crecen unas truchas allí de sabor excepcional. Y muchas, muchas leyendas más, que si no son ciertas, por lo menos entretienen toda una noche.




Al Titicaca le llamaban el lago más alto del mundo. Entonces, después de ser desaprobado, le calificaron como 'navegable'. Sólo para más tarde volver a rectificar. Se ha dicho que no tiene fondo, pero los instrumentos modernos hasta una medida le han dado. Y para los que necesitan números exactos, aquí le damos algunos datos, de lo preciso y mundano.
Este lago se encuentra en el altiplano andino, en la frontera entre Perú y Bolivia. La superficie abarca unos 9000 kilómetros cuadrados y descansa a unos 3800 metros sobre el nivel del mar. Su profundidad máxima se estima ser de unos 460 metros. Claro, todas estas medidas aumentan según la ferocidad de las lluvias. El lago actual es una muy pequeña porción de lo que una vez fue un inmenso mar.
Se conoce de varias culturas que por muchos años vivieron en las regiones de los altos Andes. Por lo menos dos de éstas lograron alcanzar el grado de imperios, a los cuales llamaremos civilizaciones para ser menos criticados. La civilización de Tiwanaku y la muy conocida de los Incas. Dos pueblos sumamente religiosos pero también avanzados. Lo interesante es que en la mitología de los dos se presenta el génesis con sus líderes surgiendo de las aguas del lago Titicaca. Muy posible que de verdad sea un lago sagrado.




Para el turista aficionado, no se preocupe usted que ya parte de este encanto está bien comercializado. Hay botes y lanchas de todos tipos y tamaños. Hay unas lanchas que navegan sobre esquíes y hay otras construidas de hierbas como las hacían hace cientos de años. También hay hoteles con saunas y restaurantes sirviendo delicias por platos. Visite el Restauran Panamericana en Huatajata y trate el cebiche y trucha del lago.



Dicen que en invierno, en el mes de agosto, ocurren tormentas en el lago. Nosotros estuvimos en marzo del 2001 después de una abundante temporada de lluvia. El Titicaca estaba crecido, sus aguas cubriendo más allá de sus límites usuales. Aun así, pudimos disfrutar y visitar todo lo que el camino nos indicó.El Titicaca es algo muy especial. Rodeado por montañas, algunas nevadas; de entre sus aguas se elevan islas que no son más que otros picos en la cordillera. En estas islas es donde la magia ocurre, según cuentan las leyendas.
Trate por todos los medios de llegar hasta la Isla del Sol. No sabemos toda su historia pero sí estamos seguros que es más extensa y colorida de lo que cuentan. Por lo menos va a encontrar un manantial de tres fuentes. No se preocupe de buscarlo, a todos los turistas nos llevan hasta allí. Al manantial que nos referimos le llaman la Fuente de la Juventud. De acuerdo al cuento de los guías, quien tome agua de él rejuvenece 10 años. A nosotros no nos interesa rejuvenecer ni un día, pero era tanta el agua que fluía que por absurdo que suene, diremos que fue una de las fuentes quien insistió. Con todo respeto bebimos y todo nos fue de maravilla.

Fuentes: caminandosinrumbo.com

Buenos Aires Argentina





Buenos Aires es una ciudad dinámica en avanzada. Hay quienes la describen como una locura por su alegría y muchas actividades. Nosotros aunque sí vivimos ese carnaval durante nuestra corta visita, también tuvimos la oportunidad de captar otra cara más seria, digamos más formal. Porque si es locura lo que usted busca, oh, allí la va a encontrar. Sin embargo, es también una ciudad precisa, avanzando como la puntualidad de un reloj y la exactitud de un banquero. Una metrópolis no satisfecha con una mala jugada del destino que se esfuerza con toda la gracia de una gran capital por recuperar su lugar entre las más importantes del planeta.





Los porteños, como en el presente se le llama a los residentes de Buenos Aires, son gente ocurrente y de buen humor. Los porteños también son sumamente respetuosos y educados. Personas que se comportan de acuerdo al tema y profundidad del momento o la conversación; pueden ser bien alegres y jaraneros, serios y constantes, dispuestos a tanto aportar sus conocimientos como aceptar puntos de vistas de otras culturas diferentes. Gente de mucho tacto y talento que por intuición sabe cuando invitar y cuando aceptar una invitación. De verdad que tanto Buenos Aires como sus ciudadanos nos sorprendieron y nos sentimos muy alagados que nos hayan permitido haber sido sus huéspedes por unos días.



Cuando decimos Buenos Aires en realidad, por lo que captamos en este viaje, podemos referirnos a tres divisiones políticas diferentes. Buenos Aires capital de la Argentina es donde se concentró nuestra visita. Esta ciudad es una Ciudad Federal, no respondiendo a ninguna de las provincias que integran la nación de Argentina; algo así como Washington D. C. en los Estados Unidos o México D. F. en México. Según nos dijeron en la Ciudad Federal viven de tres a cuatro millones de personas.

Buenos Aires también es el nombre de una de las provincias de Argentina. La nación se compone de más de veinte provincias (similar a las provincias, estados o departamentos en otros países); a la que nos referimos aquí es una de esas provincias y se encuentra alrededor de la capital. La ciudad de La Plata es la capital de la provincia de Buenos Aires.

Por último, Buenos Aires también puede ser la metrópolis formada por la Ciudad Federal y las zonas urbanas de la provincia próxima a la capital. A esta metrópolis también se le llama Gran Buenos Aires. Es un área bien extensa; estimándose que una tercera parte de la población de toda Argentina, aproximado de unos trece millones de personas, viva en esta zona.



Un dato que notamos, y tal vez le sea de utilidad a quienes deseen visitar esta ciudad, es la cantidad de restaurantes que hay; no es necesario hacer planes para el almuerzo. No importa donde uno se encuentre, a la hora deseada puede ir a comer o cenar a pocos metros de donde esté en ese momento. Los otros turistas que conocimos en el viaje llevaban listas interminables de restaurantes recomendados; nosotros almorzamos donde los deseos nos lo indicaban. Cuando comparamos notas con estos otros visitantes, estábamos parejos. Claro, no podemos negar el hecho de que buscar una localidad le provee un objetivo que en el proceso le lleva a conocer toda la ciudad; nosotros, como de costumbre, ponemos énfasis en que el objetivo sea el ver la ciudad y compartir con sus ciudadanos. Pero bueno, terminamos parejos, tanto en almorzar bien como en disfrutar de Buenos Aires.

Si va acompañado, el almuerzo es un momento perfecto para conversar, la sobremesa llegando a prolongarse por horas si así lo desea. Las tiendas las encontramos muy bien surtidas con ropa muy elegante y otros artículos de muy buena calidad. Hay varias calles cerradas al tráfico de automóviles que se han designado peatonales. En estas peatonales frente a algunas tiendas, y otros por su propia cuenta, se ven jóvenes bailando tango, danzas típicas de otras partes de la Argentina, danza moderna, músicos y en realidad todo tipo de espectáculo de este tipo.



Los cines, en algunas partes, están uno al lado del otro por cuadras. En este viaje preferimos prestarle más atención a la vida diurna, mas según nos dijeron las discotecas y vida nocturna en general es estupenda. Aunque si salimos en un par de ocasiones de noche y sí vimos todo muy iluminado y todos los restaurantes abiertos hasta bien tarde.
Los hoteles son muchos y están bien integrados dentro de la ciudad. Por experiencia propia en este viaje de noviembre del 2003 y otro que tuvimos que cancelar en el 2000, no se le vaya ocurrir ir sin reservaciones. Nuestra experiencia con nuestro hotel fue excelente, la de otros turistas con quienes conversamos y que se hospedaron en otros hoteles fue similar. Realmente en nuestro hotel trataban de hacer todo lo posible por que nos sintiéramos bien a la vez que con mucho tacto mantenían un ambiente argentino. Una experiencia muy bonita.Tómelo por seguro que en Buenos Aires no se va a aburrir, sea de placer o negocios el viaje. Tan pronto usted logre hacer alguna amistad, lo cual va a ser bien fácil porque los porteños de ambos géneros son muy alegres y amigables, ya la ciudad es suya. Pero si se diera el caso, no hay problemas; las agencias de viajes tienen una cantidad bien variada de tours locales, desde show nocturnos de tango hasta visitas a alguna hacienda cercana. También le pueden preparar un tour a cualquier otra localidad en la Argentina, incluyendo las cataratas de Iguazú y el sur de la Argentina que dicen que es precioso, y también se puede dar su vueltecita por Montevideo que por lancha se encuentra a dos horas y medias del centro de Buenos Aires. Quedamos muy complacidos y ya hemos incluido esta ciudad entre las favoritas nuestras.
fuente: caminandosinrumbo.com

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