Punta Arenas es la ciudad más meridional del territorio continental de
Chile, una de las más inhóspitas y remotas regiones de la Tierra, sobre
el Estrecho de Magallanes. Disfrutó de su mayor auge entre los años 1850
y 1914 puesto que proveía de carbón a todas las naves que efectuaban el
recorrido entre los océanos Atlántico y Pacífico. De su puerto se
exportaba la mayor cantidad de lana de oveja.
Cuando comenzó a
operar el Canal de Panamá ya los navíos no debían doblar el Cabo de
Hornos obligatoriamente y como, además, entraron en el mercado las lanas
de Australia y Nueva Zelanda fue quedando relegada.
Paisajes inigualables e historia
Languideció
hasta que en 1940 se encontró petróleo en sus cercanías, nuevas
carreteras fueron construidas y se renovó su importancia comercial en la
zona, a la que comenzó a llegar también el turismo.
Su población
actual supera con amplitud los cien mil habitantes; aún los días
domingos se disfruta de bastante actividad, los centros comerciales
están abiertos y las ferias artesanales que ofrecen bellos recuerdos
confeccionados con materiales autóctonos son recorridas por gran número
de visitantes.
Gastronomía típica
La pastelería es una
delicia para la vista y el gusto, las tortas más increíbles pueden ser
degustadas allí, destacándose las que tienen como relleno frutos de la
Patagonia (arándanos, frambuesas, frutillas, rosa mosqueta) o de dulces o
mermeladas confeccionados con ellos. Pero no faltan tampoco las de
chocolate, las de crema o las del tradicional “dulce de leche”.
También
las mejores carnes pueden conseguirse allí, el cordero patagónico es
exquisito y lo preparan al asador o a las brasas, hay por supuesto
platos a base de pescado fresco y hasta ciervo, para los que se animan a
los sabores exóticos.
Simpáticos pingüinos y minas de plata
Una
trabajada estatua de Magallanes, fundida en bronce y erguida sobre un
blanco pedestal se destaca en la plaza principal. Las pingüineras, que
todos queremos visitar, se hallan a escasos kilómetros al noroeste; en
ellas se pasean miles de los llamados “pingüinos magallánicos”.
De
camino hacia allí se observarán muchos ejemplares de otro de los
animales característicos de la región, los ñandúes, ave mansa similar
pero de menor tamaño que el avestruz, que al asustarse comienza a correr
desenfrenadamente; las hembras depositan de dos a tres huevos de enorme
tamaño en los nidos, éstos, a diferencia de los de otras aves, tienen
la clara amarilla al igual que la yema.
Otro atractivo para el
turismo internacional es la visita a las minas de plata, material muy
abundante en estas tierras y si deseamos realizar una excursión en barco
podemos llegar, a través del Canal de Beagle, hasta la próxima ciudad
de Ushuaia en la provincia argentina de Tierra del Fuego.
Un
lugar en el confín del mundo que es a la vez inhóspito y acogedor, donde
la belleza del paisaje nos hace olvidar lo lejos que está de todo y al
que desearemos regresar una y otra vez para descubrir más de sus
encantos.
