Una opción clásica es colocar documentos o dinero bajo el colchón, mejor si lo colocamos bien en el medio, donde no puedan encontrarse simplemente levantando una esquina del mismo. Si lo hacemos cuando la cama ya está arreglada y colocamos sobre ella algo de ropa, disuadirá al personal del hotel de revisar la cama.
Otra modalidad muy confiable es dejar las cosas “a la vista”, es decir en sitios donde se pueden encontrar los valores pero pasan desapercibidos. Por ejemplo, coloca el pasaporte o un sobre con dinero en el interior de un periódico.
Podemos además colocar los objetos de valor dentro de una maleta con candado o traba. Es cierto que se la pueden llevar o tratar de abrirla con un objeto cortante, pero es una maniobra más arriesgada.
La última técnica consiste en colocar dinero o documentación en un sobre y pegarlo con cinta en el fondo de un cajón, bajo una mesa, bajo un cesto de residuos que no usaremos para que no sea levantado por el personal de limpieza, y algún otro sitio que pueda parecerte seguro.