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05 febrero 2009

Filmaps, busca y ubica las locaciones donde se filmaron películas famosas

¿Cuántas veces te ha sucedido que mientras miras una película quedas enamorado del sitio donde se ha filmado determinada escena? Claro, luego queda saber cuál es la ubicación de ese lugar… Si tienes suerte podrás encontrar la información en los créditos al final de la película pero sino, quizás esta nueva web llamada Filmaps pueda ayudarte.

Se trata de un mashup de Google Maps para ubicar los sitios en los se que grabaron escenas de películas y en el que los mismos internautas colaboran para que la base de datos crezca. Así, la búsqueda podrá hacerse por película o por locación obteniendo los resultados en forma detallada, con fotografías de Panoramio de los lugares y ubicados en el mapa a un lado de la pantalla. Con todas las referencias sobre su superficie y listas para que, con un click, puedas acercarte más a él o los sitios en los que se tomaron las imágenes del film.

De esta forma los internautas tendrán la posibilidad de agregar más películas y locaciones así como dejar comentarios sobre las escenas rodadas, sobre la película e incluso agregar vídeos importados desde YouTube para, así, sumarle más información a la página. Una excelente forma de que los amantes del cine elijan su próximo destino de vacaciones.

Lamentablemente la web se encuentra en inglés, por lo tanto, al buscar determinadas películas habrá que saber el nombre de su título en ese idioma. ¿Las películas en español? Pues conservan su título.

De momento Filmaps cuenta con una base de datos de 227 películas y 649 locaciones, un número que podrá crecer con la colaboración de la gente para que ya no te quedes con las ganas de saber dónde se ubica ese hermoso “destino de película”.

Vía: Wwwhat’s New


Turismo de Aventura : Santa Cruz Acción en el Chaltén

Dos gigantes intimidan a los visitantes de El Chaltén, en Santa Cruz, y sólo reservan el abordaje de sus abruptas paredes a los escaladores expertos: el cerro Fitz Roy (el mítico "Chaltén" de los originarios tehuelches) esconde entre las nubes su cumbre de 3.375 m y el Torre lo imita con su cuerpo de 3.100 m.

Sin embargo, la variedad de circuitos autoguiados accesibles tanto para avezados como para principiantes permite a todos disfrutar de las magníficas imágenes de esos emblemas de la Cordillera, al menos desde la base y en senderos que trepan las laderas. A tal punto es posible desarrollar caminatas gratuitas alrededor de la localidad fundada a las apuradas en 1987 a pasos de la frontera con Chile, que El Chaltén ganó fama como "Capital nacional del trekking". La Fiesta Nacional de esta actividad es el gran momento del año que esperan los pobladores y sus huéspedes. Este año se celebrará el 18 de marzo.

Calles de tierra y casas de estilo alpino -y los cerros como fondo permanente- conforman la imagen característica del pueblo cercano al lago Viedma. La imponencia de la montaña se aprecia con nitidez desde el camino que corre entre bosques de lenga y arroyos trasparentes a la par del río de las Vueltas, en dirección al lago del Desierto.

Un itinerario de 5 km conduce al Chorrillo del Salto, la cascada de 20 metros de altura que quiebra bruscamente el curso de un arroyo. Otras rutas de escasa dificultad llevan al mirador del glaciar Piedras Blancas y a la laguna y glaciar colgante Huemul.

Tras un recorrido de dos horas, el Fitz Roy se abre impecable a los ojos desde la orilla de la laguna Capri. Para acercársele aún más, conviene regular el desgaste físico durante cinco horas, hasta alcanzar el campamento base Poincenot, un refugio que surge oportuno junto a la laguna De los 3.

La naturaleza presenta aquí un marco tan agreste que invariablemente sacude todos los sentidos. Recompensa por igual a quien lo disfruta de a pie, en una cabalgata, una escalada exigente o navegando plácidamente un lago.

28 enero 2009

Argentina: Paisajes Ecoturismo en el Parque Nacional Chaco

El Parque Nacional Chaco es un área protegida que ocupa una superficie de 15.000 hectáreas, ubicado en el centro este de la provincia homónima, a unos 107 km de la ciudad de Resistencia. Fue creado en el año 1954 con el fin de proteger la biodiversidad presente en el Chaco Oriental. El paisaje está formado por una variedad de ambientes naturales. Al centro, este y sur del área se extiende el monte fuerte, denominado así por los lugareños. Allí predominan majestuosos ejemplares de quebracho colorado chaqueño, que pueden alcanzar los 15 m de altura y que en algunos sectores forman comunidades casi puras o quebrachales. En el extremo noroeste, confluyen dos de sus exponentes: los quebrachos colorados chaqueño y santiagueño. Otras especies arbóreas que se destacan en el monte son el espina corona, de púas ramificadas en sus troncos, el guayacán de colorida corteza, el algarrobo y el guayaibí, además del lapacho rosado o amarillo, árbol nativo que embellece el entorno invernal con sus copas colmadas de flores.

Hacia el oeste, en las zonas más bajas con anegamiento parcial durante la época de lluvia, se forma la sabana de palmeras, constituida por palmares de palma blanca o caranday, junto a los pastizales naturales. Entre el monte fuerte y la sabana de palmeras, se presenta un área de transición marcada por un bosque bajo y abierto de palmeras caranday, árboles menores y arbustos. En el estrato inferior el bosque se cubre de chaguares, bromeliáceas de vistosas inflorescencias y fuertes espinas alrededor de sus hojas, que tornan casi inaccesible el área. Su mayor densidad se presenta sobre el río Negro, que atraviesa el sector noreste del Parque y en el que encontramos una compacta selva en galería con árboles de 15 m de altura. Los esteros, lagunas y cañadas, estas últimas formadas por las grandes lluvias que desaparecen con las sequías, completan el ambiente natural del Parque Nacional Chaco. El mayor espejo de agua es la laguna Panza de Cabra que, ubicada al sur, ofrece agua para beber a los animales silvestres y, por ende, es el mejor lugar para seguir sus rastros. Dentro del parque podremos encontrar variedad de fauna como el puma, el gato moro o yaguarundí y el eirá o hurón mayor, chancho moro o pecarí de collar, guazuncho que es un pequeño venado que se alimenta de hojas, frutos y hongos, carayá o mono silbador, aguará guazú, curiyú y el cocoé o tataupá.

El carayá o mono aullador negro es una especie que vive en grupos, que a veces superan la decena de individuos. Se alimentan de hojas, flores y frutos. Estos animales son conducidos por una pareja dominante. Los géneros se distinguen por el color de su pelaje y por la división de tareas. Los machos tienen un pelaje negro y se encargan de pelear y procurar el alimento, mientras que las hembras son de color cobrizo y se dedican al cuidado de las crías. Es el caso del yaguareté, que no pudo subsistir en un ambiente tan densamente poblado. Los pocos ejemplares que sobrevivieron, al no encontrar sus presas naturales, tuvieron que alimentarse de animales domésticos, originando su persecución y total exterminio. En el parque vive la coralina punteada, una culebra chaqueña de llamativos colores, de la que casi nada se conoce debido a sus hábitos semi - subterráneos. Las urracas paraguayas y moradas, el ipacaá, y el carpintero lomo blanco pueden observarse desde la zona del campamento, y por la noche se pueden observar lechuzas, atajacaminos e inclusive el urutaú. Las lagunas Panza de Cabra y Yacaré albergan al roedor más grande del mundo: el carpincho, que también habita la laguna que lleva su nombre. Además, existe una rica avifauna, entre las que se cuentan la pollona negra, el gallito de agua, varias garzas como el hocó colorado, el chajá y los biguaes, que después del chapuzón se asolean en las altas ramas. También se alistan cerca del agua el aguilucho pampa y el caracolero. En el verano, las lagunas congregan una increíble variedad de ranas, destacándose las especies trepadoras, que cuentan con extensiones circulares en las yemas de sus dedos a modo de ventosas.

Mucho tiempo antes de convertirse en zona protegida, los aborígenes se asentaban en el ambiente ribereño. Su sustento era la caza, en especial de carpinchos, tapires, monos, armadillos y vizcachas; además de la pesca y la recolección de vegetales y moluscos. Descendientes de estos grupos son las comunidades Tobas y Mocovíes que hoy viven en las localidades vecinas al Parque Nacional Chaco. El área cuenta, desde diciembre del 2006, con un centro de visitantes y de interpretación, en donde se realizan actividades educativas, relacionadas con la historia del Parque como así también con la interpretación de los diferentes ambientes que caracterizan esta unidad de conservación. Como llegar: Desde la ciudad de Resistencia, se parte por la Ruta Nacional Nº 16 hasta el empalme con la Ruta Provincial Nº 9, desviando en este punto hacia el norte para continuar unos 28 km hasta Colonia Elisa. Después de 15 km más de camino consolidado, se llega a Capitán Solari, ubicado a 6 km de distancia del Parque. Esta última localidad cuenta con servicios de ómnibus diarios. Información y servicios: El Parque cuenta con una amplia área de camping, que brinda sanitarios, mesas, fogones, agua potable y luz eléctrica además de ser el punto de partida de todas las sendas de interpretación. En completo silencio, pueden identificarse los sonidos de las aves y observarse algunos animales de la zona. La senda principal, que puede recorrerse en auto a mínima velocidad, permite acceder a dos circuitos peatonales: Sendero a las lagunas Carpincho y Yacaré: 3 km de selva ribereña que bordea el río Negro, conducen a los miradores de estas lagunas, ideales para la observación de aves. Sendero de flora: En un tramo de 1,5 km, comenzando muy cerca del área de acampe, se encuentra toda la riqueza arbórea nativa. Siempre con mucha precaución, se puede llegar hasta la laguna Panza de Cabra. Es un camino interno del Parque, que brinda 12 km de tupidos montes chaqueños, con quebrachales que en otros tiempos también poblaban la provincia.

Taxis y tarifas en el mundo

Tim Leffel le dedicó una entrada de su siempre útil blog al tema de las diferencias en las tarifas de los taxis de aeropuertos. La comparación es entre países más desarrollados y otros “en vías de desarrollo”, como suelen llamar a las naciones latinoamericanas. De acuerdo a Leffel, mientras las tarifas en sitios como Perú, México y Guatemala pueden estar entre 10 y 30 dólares, en Europa no bajan de 40 dólares, y en sitios como Tokio pueden costar 200 dólares.

Pueden leer más sobre el tema en Airport Taxis in Cheap Countries, en el blog de Tim Leffel. Para una comparación de precios de taxis en varias ciudades, chequeen Worldtaxifare. La foto que abre la entrada fue tomada por Daquella manera y publicada en Flickr bajo licencia Creative Commons Attribution.

Brasil mucho más que sol y playa

Hasta no hace mucho, los viajeros que llegaban a Bahía solían complementar la visita a la ciudad de Jorge Amado con unos días de playa en sitios como el morro de San Pablo o Porto Seguro. Pero comenzaron a aparecer otras alternativas en sitios más tranquilos. A 50 km de Bahía, Praia do Forte es uno de esos lugares, un antiguo pueblo de pescadores conocido por sus hermosas playas y por ser la sede del proyecto Tamar, dedicado a la preservación de las tortugas marinas en distintos puntos del litoral brasileño.

La zona donde se emplaza Praia do Forte es uno de los territorios con mayor impronta histórica de Brasil, ya que por allí ingresaron muchas de las primeras expediciones colonizadoras portuguesas y, por ello, en sus alrededores hay numerosas edificaciones y testimonios del nacimiento de Brasil como nación. Además, la villa en sí misma es un típico poblado de aires coloniales y calles empedradas, que refuerza la sensación de estar visitando un lugar detenido en el tiempo.

La presencia de la naturaleza es una de las características principales de Praia do Forte. El pueblo y su franja costera forman parte de la Reserva de Sapiranga, un área de preservación ecológica que posee 600 ha de virginal mata atlántica, el ecosistema de selva tropical del litoral brasileño. Las playas son amplias y están cercadas por frondosas palmeras que llegan casi hasta el mar y funcionan como sombrillas naturales.

El pueblo está presidido por la antigua capilla de San Francisco de Asís, de muros blancos y azules, que mira hacia el mar. En torno a ella serpentean callejuelas en las que hay encantadores restaurantes, tiendas y bares.

Casi todas las noches en los bares hay música en vivo y bailes que surgen de manera espontánea. Como es de esperar, las especialidades son las cervezas heladas y las caipirinhas o caipiroskas, preparadas con distintas frutas tropicales.

Los domingos al mediodía los restaurantes se llenan de comensales que se reúnen para celebrar el rito culinario de la feijoada, acompañada por caipirinhas y arrullada por la música de grupos de samba.

Tesoros del mar

La sede del proyecto Tamar está en el corazón del casco urbano y es, desde hace tiempo, el gran atractivo de Praia do Forte. Es un centro de investigación especializado en la protección de tortugas marinas, que cuenta con un acuario al aire libre en el que se pueden ver rayas, tiburones y, por supuesto, diferentes tipos de tortugas, algunas de ellas verdaderamente gigantes. Es un sitio ideal para ir con chicos, ya que hay visitas guiadas, juegos y actividades pensadas para despertar la conciencia ecológica.

En las afueras del pueblo está el castillo Garcia d'Avila, una casa-fortaleza levantada en el siglo XVI por el que fue uno de los primeros terratenientes de Brasil. Ese fuerte -que es el que da nombre al pueblo- fue la cabecera de los dominios del adelantado portugués Garcia d'Avila, quien se instaló en las costas brasileñas en 1549, pasando de ser un simple soldado a dueño de extensiones de tierra que cuadruplicaban a las de todo su país de origen. El edificio es un excelente ejemplo de la arquitectura residencial-militar portuguesa y alberga un interesante museo.

El pueblo de Praia do Forte se encuentra a pocos km del castillo, casi pegado al Tivoli Eco Resort, el hotel más tradicional de la zona. Es un complejo de 248 habitaciones que miran hacia el océano y que ofrece servicios como spa, diferentes restaurantes, varias piscinas (una de ellas situada casi dentro del mismo mar), espacios para chicos y un bar donde por las noches tienen lugar actuaciones de grupos locales.

La filosofía del hotel se basa en impactar lo menos posible en el entorno natural, por lo que uno de sus mayores atractivos es que brinda la sensación de estar alojado en una especie de reserva natural.

Desde el hotel parten excursiones al castillo Garcia d'Avila, a la reserva natural de Sapiranga y hacia la ciudad de Bahía, donde se encuentra el maravilloso barrio del Pelourinho, cuna de varios de los más grandes artistas y músicos brasileños.

15 enero 2009

Pasajes aereos en Argentina: mismo viaje, dos precios

Hace pocos días se dio a conocer que los pasajes aéreos en Argentina sufrirían un aumento, en dos partes, del 20%. Los valores de estos pasajes, en dólares, aparecían por debajo de otros países, debido a la política interna del gobierno, contraria al ajuste de tarifas. Para evitar esas subas, existen ciertos mecanismos de compensación, como la entrega de combustible a las aerolíneas a precios subsidiados.

Pero la polémica no es tanto el aumento, sino la decisión de la empresa Aerolíneas Argentinas de dolarizar los costos de los pasajes para no residentes. La Cámara de Turismo de Mendoza afirma que los costos pasaron de 600 pesos (200 dólares aproximadamente) a 600 dólares; tal incremento no se aplica a residentes argentinos. En un correo electrónico, Pablo Haas me cuenta que el costo de un pasaje aéreo a Bariloche para aquellos no residentes pas de 825 pesos a 2400; un 170% más en promedio en la mayoría de las rutas internas.

Y aquí creo que hay que puntualizar una serie de cosas. Les pido lean hasta el final antes de dejar comentarios, porque mi idea es analizar los pros y contras de tomar medidas acerca de tener sistemas diferenciados de precios para residentes y turistas extranjeros. Haré un resumen de los argumentos al final, para que la discusión se concentre en ellos.

En primer lugar, los costos relativamente más bajos de los pasajes aéreos en Argentina se deben a la combinación de políticas del gobierno, que apuntan a no permitir aumentos de tarifas en pesos y a mantener un valor alto para el dólar en relación al peso. Tal costo, en particular el segundo punto, no es gratuito. El estado argentino está usando parte de sus fondos para sostener el precio del dólar; o sea, con los impuestos que se pagan internamente, más las retenciones a las exportaciones. Eso ha permitido, por ejemplo, que sectores como el turismo hoy sean más competitivos que en otros años, gracias a que pueden ofrecer precios en dólares menores.

Mi pregunta es: ¿es razonable que aquellas personas que visitan un país, y que no pagan impuestos en él, se beneficien de una política pagada con los tributos de los residentes? Justamente, si el turismo es atractivo para muchos países es porque los turistas traen dinero para gastar, y no porque aprovecharán los recursos propios de los Estados. En este sentido, varias naciones latinoamericanas, como Perú y Ecuador, cobran costos dolarizados a los turistas internacionales para visitar ciertos lugares (Machu Picchu y Galápagos, por ejemplo). Y no por eso han perdido turistas. De todos modos, hay que aclarar que los no residentes ya estaban pagando, en Argentina, los valores máximos permitidos para la clase turista en Argentina, en el caso de los vuelos aéreos internos.

Ahora bien: la dolarización de la tarifa para no residentes, tal como quiere ser aplicado por Aerolíneas Argentinas, aparece como evidentemente desproporcionada, y lleva a los costos internos de los vuelos a valores demasiado altos en comparación las naciones vecinas. Y para peor, se vincula con una estrategia comercial clara: este aumento no se aplica (o al menos no se aplica totalmente) a aquellos no residentes que lleguen a Argentina vía los vuelos internacionales de Aerolíneas. La intención, claro, es generar un “lock in” de pasajeros, que opten por las rutas internacionales de la “aerolínea de bandera” argentina.

Lo extraño, además, es que sólo Aerolíneas aplica este aumento. LAN sólo subió sus tarifas un 20%, tal como se anunció. Pero por desgracia, Aerolíneas es prestataria monopólica en ciertos destinos; en otros, la oferta de LAN no alcanzaría a cubrir la demanda. Tengan en cuenta que Aerolíneas y Austral, su empresa controlada, manejan el 80% del tráfico interno en Argentina.

Definitivamente esto tendrá un impacto muy negativo en el flujo de turismo a las provincias argentinas, y a mediano plazo en todo el país. Si bien el papel de Aerolíneas Argentinas se viene discutiendo hace rato, en este momento lo que falta es mayor oferta de vuelos hacia muchos destinos. Aún cuando precios más altos puedan mejorar la rentabilidad del sector aéreo e impulsar la necesario oferta de asientos, tarifas muy caras ahuyentarán a los turistas internacionales, el sector más buscado por muchos operadores turísticos. De hecho, como me cuenta Pablo Haas, que es socio y manager de una agencia local de viajes, están recibiendo múltiples cancelaciones de compras de pasajes por parte de turistas extranjeros. Por ahora, los platos rotos los están pagando las agencias, y pronto los prestadores de servicios turísticos en toda Argentina.

Los moái, en peligro

Lamentablemente, no es la primera vez que comentamos sobre alguna maravilla de la Tierra, a la que la continuidad de su existencia la amenazan distintas causas, pero que siempre tienen un origen común: la mano del hombre. La isla de Pascua o Rapa Nui – perteneciente a Chile a pesar de internarse varios miles de kilómetros en el Pacífico –, es uno de estos sitios.

Un moái – que en el dialecto rapanui significa “escultura” – es una estatua de piedra monolítica que sólo se encuentra en la Isla de Pascua. No se sabe a ciencia cierta por qué los antiguos habitantes la erigieron a partir de las canteras de roca volcánica que abundan en la isla. Lo cierto es que hay más de 600 distribuidos en todo el territorio insular. Y lo triste es que se están deteriorando cada vez más rápido.


Por ello, instituciones chilenas y estadounidenses están sumando sus esfuerzos en un intento por preservar estas gigantescas máscaras pétreas.

El Instituto de Arqueología de América escogió esta isla como su segundo proyecto de preservación, después del Templo de Atenea en Turquía – que ya se encuentra en una fase avanzada de trabajos –. A partir de allí, y afortunadamente, el proyecto de los moáis cobró fuerza y empuje.

El interior del volcán Rano Raraku concentrará los esfuerzos, donde quedan 397 moáis más en diferentes fases de acabado. Todo indica que la cantera fue abandonada repentinamente, quedando estatuas a medio labrar en la roca.

Así que, gracias a esta iniciativa, los moáis seguirán contemplando el horizonte del Pacífico un buen tiempo más – al menos hasta darnos tiempo a visitarlos algún día.

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