Es cierto, Paraguay no figura mucho en las guías de turismo pero en verdad debería porque es un país con una naturaleza muy hermosa y una historia rica e interesante. Tal vez puede no ser el objetivo prinicpal de un viaje pues Perú o Colombia, o Brasil o Argentina resultan al turista extranjero más interesantes, pero si andas por América del Sur un paseo por su capital no estaría nada mal. La ciudad se llama Asunción y en sus calles te toparás con una casa colonial, la Casa de la Independencia.
Esta casa está situada en la esquina de las calles 14 de Mayo y Presidente Franco y funciona en ella un museo. Se construyó originalmente en 1772 y era propiedad de un español que estaba casado con una paraguaya. Tiene paredes de adobe, base de palmas y tacuaras y techo de tejas. La casa estaba en una zona importante de la ciudad pues a su alrededor vivían ciudadanos ilustres, la alta burguesía colonial de entonces. En los salones de esta casa fue donde tuvieron lugar muchos de los mitines secretos en los que se planeó la independencia de la corona española. La casa estuvo en manos privadas por muchos años, hasta 1943 cuando por fin la compra el gobierno. Es hoy un Monumento Nacional y el museo data de los años ‘60.
En sus distintas salas, el Escritorio, el Oratorio, el Dormitorio o el Comedor, uno puede ver muebles, decoraciones, documentos, armas, retratos, tallas religiosas, murales, el primer escudo de la nación y un túmulo con los restos del prócer nacional Juan Bautista Rivarola. Y finalmente, si sales por una de las puertas del Salón Capitular, un salón réplica del cabildo colonial de la ciudad, el primero del Río de la Plata, sales a un callejón estrecho, el Callejón Histórico por el que caminaron los conspiradores que planearon y lograron la independencia del Paraguay.
Esta casa está situada en la esquina de las calles 14 de Mayo y Presidente Franco y funciona en ella un museo. Se construyó originalmente en 1772 y era propiedad de un español que estaba casado con una paraguaya. Tiene paredes de adobe, base de palmas y tacuaras y techo de tejas. La casa estaba en una zona importante de la ciudad pues a su alrededor vivían ciudadanos ilustres, la alta burguesía colonial de entonces. En los salones de esta casa fue donde tuvieron lugar muchos de los mitines secretos en los que se planeó la independencia de la corona española. La casa estuvo en manos privadas por muchos años, hasta 1943 cuando por fin la compra el gobierno. Es hoy un Monumento Nacional y el museo data de los años ‘60.
En sus distintas salas, el Escritorio, el Oratorio, el Dormitorio o el Comedor, uno puede ver muebles, decoraciones, documentos, armas, retratos, tallas religiosas, murales, el primer escudo de la nación y un túmulo con los restos del prócer nacional Juan Bautista Rivarola. Y finalmente, si sales por una de las puertas del Salón Capitular, un salón réplica del cabildo colonial de la ciudad, el primero del Río de la Plata, sales a un callejón estrecho, el Callejón Histórico por el que caminaron los conspiradores que planearon y lograron la independencia del Paraguay.