Cuando decidí que las próximas vacaciones serian allí, me sentí renacer en la expectativa, hasta que por fin llegó el día en que descendí de los vuelos Acapulco, una tierra bendecida por los dioses en todos sus aspectos.Si bien la oferta turística de Acapulco es muy variada, combinando naturaleza con hoteleria de primer nivel, así como también una noche muy divertida y lugares de ocio y descanso, las estrellas de Acapulco son sin dudas sus playas, a las cuales me dediqué a conocer y tratar de experimentar.
Para comenzar, fui a las playas más exclusivas de Acapulco, como lo son las playas Caleta y Caletilla, las cuales están de cierta manera resguardadas por la Isla Roqueta, la cual también posee playas de una belleza increíble. Ambas playas tanto de la isla como las continentales se caracterizan por ser las que los hoteles y tours buscan en sus paquetes.
La Playa Langosta fue otra de mis opciones, una de las preferidas por los viajeros que se aventuran en estas costas. Posee una excelente vista hacia la quebrada que se va abriendo hasta la inmensidad del mar. Es un lugar muy propicio para practicar snorkel y otros deportes acuáticos, además de bañarse en aguas tranquilas y cristalinas.
Otra de las opciones de las que pude disfrutar durante mi viaje y que me enamoraron para siempre fue la playa La Condesa, con mucho movimiento en el día, junto a un oleaje magnífico para el surf y para disfrutar tendido en la blanca arena. Por la noche, la vista de la costa iluminada, con el eterno sonido del mar hizo que me enamore cada vez más de las playas más bonitas de todo México, y las cuales siempre representarán unas vacaciones ideales en mi memoria.
