
Una vez allí se organizan muchas actividades fuera del barco, aunque todo depende del clima, del viento, el hielo, la fauna y demás. El crucero incluye un paseo en gomón o bote inflable para visitar las colonias de pingüinos, ver de cerca los imponentes témpanos de hielo y la fauna. Realmente es un viaje estupendo y los hay de distintos días de duración. Algunos cruceros parten desde Buenos Aires pero si no hay que acercarse hasta Ushuaia para embarcar directamente. Por supuesto, se pasea por la ciudad y el Canal del Beagle cuyo cruce suele ser agitado.
Un crucero más o menos completo desde esta ciudad incluye en el precio la noche de estadía en el hotel, si es de Buenos Aires el traslado hasta la ciudad austral, el hospedaje a bordo con servicio de limpieza diario, las tres comidas, un guía, un DVD de fotos, té y café las 24 horas, traslados, equipos impermeables y todos los gastos y servicios portuarios. Hay muchas empresas dedicadas a hacer cruceros a la Antártida así que puedes elegir la que mas esté a tu alcance.
