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22 abril 2010

Viajes: Trekking a Machu Pichu

Machu Picchu, la ciudad perdida de los Incas, es uno de los destinos más cautivantes de América Latina. Recientemente declarada Capital Arqueológica de Sudamérica, la postal de esta civilización está de seguro grabada en la retina de muchos.

Realizar este viaje será sin duda una experiencia que no olvidareís, especialmente si decides recorrerla haciendo trekking, pues sentirás con todos los sentidos la inmensidad del paisaje circundante y la energía que de él emana con la fuerza de la historia.

Los peregrinos y oficiales autorizados del imperio llegaban a esta ciudad sagrada a través del "Camino Inca", como es conocido en la actualidad. El recorrido está pavimentado con bloques de roca y está facilitado el tránsito con escaleras, túneles y puentes de madera que ayudan a franquear ríos, valles, selva y demás obstáculos que se interponen en las alturas andinas.

El Camino del Inca une Cuzco con Machu Picchu y hoy se ha convertido en la ruta de trekking más famosa de todo el continente americano. Existen trenes y buses que os conducen hasta las ruinas pero si estaís dispuesto a la aventura lo mejor es llegar a la ciudadela incaica emulando los pasos de quienes la habitaron. Hacer el itinerario toma tres días de trekking con ascensos y descensos pronunciados, por lo que es importante estar preparado para soportar las inclemencias del clima, o para descansar en campings.

El Camino Inca a Machu Pichu es parte de una sistema de más de 30,000 kilómetros pertenecientes a la red del Tawantinsuyo. Se puede optar por hacer trekking en los circuitos establecidos más frecuentados, fundamentalmente el Camino Inca de Cusco a Machu Picchu, o bien tomar las rutas de Ausangate, Salcantay y Choquequirao, entre otras. Son caminos duros y por ello se recomienda contratar los servicios de una agencia especializada.

También se puede optar por hacerlo de forma independiente con un mapa detallado y valiéndose de las orientaciones de los lugareños. Tener en cuenta que para ciertas rutas, como el Camino Inca, se requiere inscripción con antelación de 4 días a la partida.

Antes de emprender viaje hay que asegurarse el equipo necesario (carpa, bolsa de dormir, calzado y ropa adecuada, linterna, botiquín, etc.) Los diversos tipos de trekking varían en dificultad, exigencia física y duración. Entonces sí estareís listo para largar la excursión desde el punto de partida: el kilómetro 88 de la vías del ferrocarril, en Qoriwayrachina. Desde allí se comienza la travesía de 40 km por el Camino del Inca que os llevará a Machu Picchu, a 2400 metros, en la mañana del cuarto día.

Al llegar a la Ciudad Imperial de seguro no os arrepentireís del largo camino recorrido: terrenos nada uniformes, con desniveles, escalinatas, caminos de cornisa y largos barrancos, yungas. En medio de esa frondosa vegetación (alimentada por las lluvias que se suceden durante la mayor parte del año) descubriraís diferentes ruinas de distintas fortificaciones muy bien conservadas.

Por si hacer senderismo no agotó las fuerzas y aún estaís dispuesto a otro desafío, no dejeís de ir a Wayna Picchu, el imponente cerro sagrado que custodia con recelo Machu Pichu. Prepárate para subir por infinitos escalones que se prolongan en un ángulo que pone a prueba al más intrépido. Desde ya, quienes tengan miedo a las alturas absténganse. Todo en Machu Pichu será una experiencia que os sorprenderá más allá de la imaginación. Todo lo vivido potenciado al máximo por el misterio y la magia de un lugar que emana energía y sabiduría ancestral.

Por qué no se puede volar cuando una nube de ceniza volcánica surca los cielos

Luego del caos que provocó la nube de ceniza del volcán islandés, muchos se preguntaron cómo podía ser que la masa de material volcánico, que es prácticamente imperceptible al ojo humano desde tierra, pueda causar tanto desorden a la aeronavegación. Veamos muy resumidamente cuál es la explicación.

En principio, hay que entender que cualquier partícula que pueda introducirse en los conductos de ventilación puede causar que aumenten la temperatura y presión de los motores de un avión, con el consecuente daño a la maquinaria y potencial riesgo para la aeronave. Pero esta es apenas la primera situación que se intenta evitar.

Hay partículas de material como el de la nube volcánica, que a pesar de que pueda tratarse de partículas microscópicas, pueden causar daño a largo plazo.

Los motores del avión trabajan a altísimas temperaturas, que pueden superar los 1.300º. Por ello, muchas de las partes están recubiertas de un material especial para evitar el sobrecalentamiento. Es lo que básicamente, previene que las turbinas se derritan en pleno vuelo.

Esta cubierta, en vez de ser completamente sólida, es microporosa y menos densa en algunos sectores, para evitar justamente que transmitan demasiado calor. Si una ínfima partícula de material volcánico se introduce en un poro, con el tiempo y a medida que los motores se calienten y enfríen una y otra vez, se genera una presión mínima, pero suficiente para esta cubierta térmica se rompa, y finalmente los motores se recalienten en pleno vuelo.

Dependiendo del tamaño de la partícula ingresada, esto puede ocurrir más rápido, o luego de cierto tiempo, pero con el mismo resultado: falla durante operaciones, potencialmente catastrófica.

Esta explicación es sumamente simplificada, pero si a alguien le interesa, puede leer un artículo al respecto de la compañía Boeing aquí.

19 abril 2010

Los hoteles más escalofriantes del mundo

Existe una historia paralela de asesinatos, fantasmas, de hechos macabros, que en algunas ocasiones está asociada a determinados lugares, monumentos,…La realidad suele superar toda ficción y algunos hoteles guardan sucesos escalofriantes entre sus paredes.

Si te gustan las emociones fuertes, el portal de reservas de vuelos y hoteles HolidayChek ha realizado un listado de los hoteles donde han sucedido acontecimientos que nos pondrán los pelos de punta.

El hotel Timberline Lodge en Estados Unidos fue el escenario donde nada más y nada menos Stanley Kubrick rodó los exteriores de “Resplandor”. Se localiza en la montaña más alta de Oregón, rodeado de bosques de pinos.

Aunque el dueño nada tiene que ver con el personaje que interpretaba Jack Nicholson, no nos será muy difícil tener reminiscencias de aquellas escenas escalofriantes.

Turismo: Una travesía por los paisajes riojanos, entre bodegas y fincas pródigas en buenos sabores

Hay un circuito que pocos conocen en La Rioja ( Argentina). Un camino "boutique", de turismo rural, ecológico y consciente. Esta vez, nada de Talampaya, Chilecito, Cuesta de Miranda o el Valle de la Luna. El paseo arranca por la llamada "costa riojana", en la ruta provincial 75. Aquí hay un circuito de ocho productores viñateros y elaboradores de vinos caseros del cordón del Velasco: Sanagasta, Huaco, Agua Blanca, Aminga, Anillaco, Los Molinos, Anjullón, San Pedro y Santa Vera Cruz, pueblitos que no superan, cada uno de ellos, los 800 habitantes. Aquí hacen malbec "casero"; torrontés blanco y vinos dulces de tipo "añejo" cocido con técnicas ancestrales.

Frutos de la tierra

En Sanagasta, en la bodega de la familia de Pablo Romero Minniti, un empresario de 28 años, se puede apreciar el proceso. El recuperó la firma tras pasar 30 años cerrada. El vino casero de su finca Lomas Blancas se hace con uvas torrontés provenientes de viñedos propios. Ellos combinan el método tradicional de la bodega familiar y la aplicación de nuevas prácticas enológicas. La marca es Rincón del Indio y el lugar, bellísimo, rodeado de cerros silenciosos y aire limpio.

Nomás atravesar el portón y encontrar los barriles de 1850 y pico, el turista inicia un viaje en el tiempo. Se envasan, aproximadamente, unas 5.000 botellas al año y las viejas máquinas que se usaron entre las años 40 y 70 esperan para darle contenido al futuro museo que ampliará la atracción de la bodega.

La parada siguiente es en lo de Silvio Salvadores de la Puente, en Agua Blanca, un pueblo vecino de 800 habitantes. Su bodega, Casa India -6 mil botellas al año- homenajea a los aborígenes con la pintura rupestre de su etiqueta que evoca a una mariposa o a un cóndor en vuelo. Silvio recibe con aceitunas negras grandes y carnosas cosechadas en su finca y también con las deliciosas empanadas fritas en grasa que prepara su mujer. Ellos también venden dulce de leche de cabra y hasta hierbas de la zona ideales para preparar originales y digestivas tizanas.

Llegado hasta aquí, el visitante no puede pasar por alto la vecina Finca El Huayco, donde vive Michel Belin, un francés que recaló en la zona cuando se enamoró de Irene, una hija de riojanos. Hace un año que Michel cría cabras en la finca y elabora un licor de nuez, vino y naranja que es un rara maravilla.

Irene hace exquisitos alfajores con dulces de frutales y da clases de inglés a los chicos de Agua Blanca, con quienes ya montó una obra de teatro y preparan otra.

Ruinas arqueológicas

Al otro día, el programa lleva hasta el sitio arqueológico Pucará del Hualco. Allí, las ruinas diaguitas y los indicios de cómo eran sus días iluminan sobre un pasado tan ajeno y tan propio.

Ubicado en el departamento de San Blas de Los Sauces, está emplazado sobre una de las laderas de la quebrada de Hualco, sobre el Famatina. Desde allí, la vista es inmejorable: se ven los picos del valle Vicioso y todo el cordón que limita con la provincia de Catamarca.

El espectacular marco montañoso actúa como el perfecto escenario para las ruinas del Pucará, que son los restos de una antigua ciudad al estilo fortaleza precolombina, testimonio de los pueblos que vivieron en la región de Cuyo y el noroeste argentino.

El guía, Flavio Yapura, descendiente indígena, se encargará de resaltar toda la belleza e importancia del lugar. Eso sí, hay que llevar protector solar, sombrero, remera que cubra espalda y hombros, zapatillas y bermudas. La travesía incluye un circuito de media hora u otro de hora y media. Se divisan los cactos, el cañadón y restos de formaciones aborígenes, con objetos y piezas que revelan su presencia en la zona entre los años 700 y 1000 dC.

Parras y algarrobales

Bordeando el Famatina, el viajero podrá hacer pie en otro lugar cercano, La Posada del Monte, la pequeña localidad de Taco Manta, en el departamento de San Blas de los Sauces, a 170 km al noroeste de la capital riojana.

El dueño de esta casa de adobe y madera, rodeada de algarrobales, es Henry Sánchez que sale a saludar flanqueado por sus llamas: Ñusta (princesa), Soco (corazón) y Panta (algarrobo), en lengua indígena. En estas cinco hectáreas, Sánchez siembra frutales al pie de los cerros. Entre parrales abundantes y hamacas, hay lugar para saborear otro corderito a las brazas y degustar el pan recién salido del horno de barro.

La casa tiene cuartos con baño privado y está preparada para alojar al viajero. La construyó el mismo Henry, que además es arquitecto y muestra los canales por donde llega el agua, mediante un ingenioso sistema construido por los aborígenes y que aún hoy se conserva.

El viaje sigue cosechando delicias y sorpresas hacia el faldeo oriental de las sierras del Famatina. Vamos hacia Huayrapuca, una antigua casona de adobe donde el visitante puede alojarse, degustar exquisitos platos gourmet y hacer cabalgatas y excursiones.

En Huayrapuca se asiste a la elaboración de la producción de la nuez, uno de los frutos característicos de la zona, e incluso
participar de la cosecha durante el mes de marzo o ver cómo es la selección y el fraccionamiento hasta el envasado al vacío.

Paulo D'Alssesandro encontró y recuperó este lugar con la ayuda de su mujer, Claudia Chiavassa Bermúdez. Al principio, Paulo pensaba utilizar el lugar como depósito para su negocio de picadero de nueces y secadero de tomates. Pero los turistas no tardaron en llegar atraídos por la belleza y singularidad de la casa. Así surgieron las habitaciones estilo "boutique rural", cada una de ellas singularmente decorada.

Pero además de ojo para la casa, Claudia hace maravillas en la cocina. Fue discípula de Dolly Irigoyen y de Martiniano Molina y su carta ostenta, por ejemplo, una mousse de queso de cabra con menta y limón que puede causar adicción. Y eso sin hablar de las ensaladas condimentadas con todo tipo de hierbas. El menú lo completa un cordero al disco con salsita de torrontés, azúcar negra, soja, salvia y queso crema: se pagan con gusto esos 80 pesos.

El Famatina no se toca

A la mañana siguiente, bien tempranito, hay que abrigarse porque arriba, en la montaña, la temperatura baja. Arrancan las excursiones desde Huayrapuca -viento colorado- y la primera escala es en un caserío cerca de la mina La Mejicana, con los lavadores de oro. Como lo hacían los incas en este mismo lugar, Graciela y José Caliba -un matrimonio y sus hijos- nos enseña como se filtra la arena que esconde el precioso metal. El proceso es mágico y dan ganas de aplaudir cuando el oro aparece luego del zarandeo de la paila, una especie de palangana cónica. Graciela aprendió el oficio de su marido y él, a su vez, de sus padres. Con movimientos circulares, descartan el hierro y el zirconio para dejar sólo el metal precioso. De unos 5 mil kilos de arena zarandeada -unos 25 días de trabajo- obtienen unos 8 gramos de oro. Es un trabajo de paciencia: cada gramo da para hacer un hilo de oro de extensión inexacta por el que los artesanos pagan unos 110 pesos. Esto explica por qué, a pesar de trabajar con el preciado metal, los Caliba viven con lo justo y con bastante menos también. Y por qué en todos lados se lee: "El Famatina no se toca", desde que la minera canadiense Barrick Gold, estuvo explorando el cerro y amenazó con arrasarlo además de generar mil problemas relacionados con la contaminación de la zona. Olvidando por un instante el conflicto ambiental y político (tema del documental Oro impuro de Pino Solanas), Graciela invita con una tizana de menta, cedrón, yerba larca, muña y ajenjo. Otra delicia, y van...

La excursión sigue bordeando el Famatina. Ahora, una nube espesa vuelve fantasmagóricos los paisajes, tapa los precipicios y deja ver con un velo el Cañón del Ocre. Un color amarillo fuerte que todo lo tiñe.

Impresiona y el río que corre por la zona, las zapatillas, los jeans, los dedos, el aire, todo ahora es ocre. Las camionetas deben avanzar por el ripio y manejarse con destreza por la montaña.

El final de este viaje sucede donde corresponde: en otra bodega. Se trata de Valle de la Puerta en Chilecito. En esta finca conviven las uvas y los olivos. La bodega, construida en 2002, es una de las mejor equipadas tecnológicamente. En su planta se procesa un aceite de oliva reconocido mundialmente por su gran calidad. Inevitable la degustación, entonces, de vinos, aceites y unas gloriosas empanadas caseras.

Dicen que los buenos viajes se terminan queriendo que no terminen. Tienen razón. Y este es uno de esos casos.

No se puede acceder al Cristo Redentor de Río de Janeiro por derrumbes

Las abundantes lluvias que cayeron en las últimas semanas sobre la zona de Río de Janeiro

han provocado toda clase de destrozos materiales y la lamentable pérdida de vidas humanas, debido a los desprendimientos de lodo desde los cerros que la rodean.

Las intensas lluvias han provocado el derrumbe de árboles, rocas, y sobretodo deslizamientos de tierra que bloquearon las carreteras al emblemático monumento que mira a la urbe carioca desde las alturas.

De esta forma, no es posible acceder al Parque Nacional Floresta da Tijuca donde está el Corcovado, cerro que acoge al legendario Cristo Redentor ya que no sólo las carreteras están bloqueadas sino también el tren turístico que lleva a los visitantes a las alturas del cerro.

Por ello, quienes tienen previsto viajar a Río de Janeiro deberían saber que no podrán realizar este tradicional paseo que ofrece una de las mejores panorámicas de Río al menos por seis meses, ya que las autoridades calculan que el cierre se extenderá aproximadamente por ese período, y al mismo tiempo demandará varios millones de reales su restauración.

16 abril 2010

Viajes: Donde el gran Cassius Clay sigue noqueando

Su elegante estilo de pelea consistía en "flotar como una mariposa y picar como una abeja", dijo alguna vez. Sus guantes de boxeo se conservan en el museo del Instituto Smithsoniano. Y su historia está en el recuerdo de millones de personas, porque Cassius Clay fue tres veces campeón mundial de los pesos pesados, pero además representa como pocos el espíritu libertario de la década de 1960. Para contar la leyenda e inspirar a otros, en 2005 se inauguró en el centro de Louisville, Kentucky -la ciudad donde Clay nació el 17 de enero de 1942- el complejo cultural Muhammad Ali Center, que costó sesenta millones de dólares. En el edificio, de tres pisos, hay espacio suficiente para recordar la historia deportiva del boxeador, su época y su movida biografía. Los organizadores dicen que la idea del museo es interpelar a los visitantes "en su corazón, su espíritu y su imaginación", para difundir los valores de "crecimiento personal, integridad y respeto por los otros".

Todo el recorrido arranca en un pequeño cine, donde los visitantes ven un cortometraje que resume la vida del boxeador. Era el mayor de los dos hijos de un pintor de brocha gorda -Cassius Marcellus Clay- y de un ama de casa, Odessa Grady Clay. Los dos hermanos, Rudolph y Cassius, fueron criados por su madre en la religión bautista. La familia tenía como antepasados a esclavos del Sur estadounidense en el siglo XIX, Cassius Clay era el nombre del dueño de los esclavos.

Cuando tenía 12 años alguien le robó al futuro boxeador su bicicleta Cruiser Deluxe. En la comisaría donde fue a hacer la denuncia, el joven Cassius se hizo amigo de un oficial de policía, Joe Martin, que le dio las primeras enseñanzas de boxeo en Louisville. También frecuentó el gimnasio del entrenador local Fred Stoner, quien lo acompañaría en su trayectoria amateur -como profesional su entrenador sería Angelo Dundee- hasta que en 1960 ganó la medalla de oro en las Olimpíadas de Roma. La anécdota es que cuando volvió de Roma, Clay quiso entrar a un bar pero lo echaron por ser negro: la barra del bar está reconstruida en el Ali Center y se oye una voz que dice "tú no puedes entrar". Molesto por el incidente, el boxeador cuenta en su autobiografía que aquel mismo día tiró su medalla olímpica al río Ohio.

Memorabilia

Fue en el año 1964 cuando Clay se unió a los musulmanes negros y cambió su nombre por el de Muhammad Ali. En 1967 perdió el título de campeón y su licencia de boxeador profesional por oponerse a la Guerra de Vietnam -era "objetor de conciencia"- y la situación se prolongó hasta que la Corte Suprema falló a su favor. Para esa época ya era amigo de intelectuales y artistas como Norman Mailer, Budd Schulberg y Joyce Carol Oates. Muchos de sus compatriotas lo veían como un símbolo del "orgullo negro", era la época de Martin Luther King y la lucha por los derechos civiles.

Después de ganar su título de campeón en la pelea contra Sonny Liston, en 1964, Clay reveló su conversión al islam y su amistad con el líder negro Malcom X. Habló en universidades y conmovió a los jóvenes que se resistían a combatir en Vietnam. Mediático, de respuestas rápidas, Clay era un auténtico "showman": vivió la época del promotor de boxeo Don King y el auge de la televisión. Luego de cuatro matrimonios y nueve hijos, se transformó en un embajador honorario de Naciones Unidas y las misiones de paz, premiado por Amnesty International. Hay más de mil libros sobre su vida e innumerables películas, pero el récord se lo lleva la editorial alemana Taschen: en 2004 le dedicó "GOAT", un lujoso libro de Howard Bingham cuyo precio al público era de 7.500 dólares.

El gran bailarín

Ese carisma tan especial pareció revivir en las Olimpíadas de Atlanta en 1996 cuando el boxeador -con su cuerpo tembloroso por el Mal de Parkinson que sufre desde 1984- llevó la antorcha olímpica en la apertura de los juegos. La escena está recreada en el Ali Center, pero hay mucho más para recordar. Por caso, las imágenes de "When we were kings", el documental de Leon Gast que ganó el Oscar de 1996. La película recuerda la pelea contra George Foreman en Kinshasa, Zaire, el 30 de octubre de 1974, donde Clay recuperó el título de campeón.

En el recorrido por el Ali Center los visitantes pueden "hacer sombra" o pelear con "el más grande", mientras reciben lecciones de boxeo en la voz de Laila. No faltan vitrinas con los cinturones, guantes, shorts y batas que acompañaron a Clay en su carrera. El récord impresiona: en sus 61 peleas, ganó 56 (37 fueron por nocaut) y perdió 5. Parecía bailar sobre el ring como Sugar Ray Robinson, el peso mediano que siempre fue su ídolo.

Viaje al norte argentino

El Norte argentino (NOA) se consolidó como uno de los destinos argentinos más elegidos tanto por el turismo nacional como internacional. La oferta hotelera no para de multiplicarse con opciones para todos los bolsillos, y sumado a la gastronomía original de la región, a los paisajes que no os dejarán de sorprender -puesto que en cortas distancias se pasa de la total aridez a las más frondosa vegetación-, a la ondulación del horizonte, a la cultura milenaria de sus habitantes, unida al trato cálido, hacen de este viaje una opción que no puede dejar de lado ningún viajero que visite el país del sur del continente.

Quienes se decidan a hacer el viaje por el Norte Argentino pueden optar por recorrer las provincias de Salta, Tucumán o Jujuy. En Salta hay mucho por conocer: la capital de la provincia que lleva el mismo nombre es una hermosa ciudad, con infinidad de museos para descubrir. Entre ellos se destaca el Museo de Alta Montaña (MAAM) que tiene en exhibición las momias de los niños del Llullaillaco, una experiencia inolvidable.

También se puede pasear en el telesférico del Cerro San Bernardo, caminar por sus calles adoquinadas con sus edificios históricos de una arquitectura exquisita. Por las noches, no dejen de pasar por la calle Balcarce y concurrir a alguna "peña" -restorantes de comida típica donde se cena mientras se disfruta de diversos espectáculos de baile y música-. Se puede partir en excursiones a un pequeño pueblo llamado Cach,i al que se llega tras un par de horas de atrevesar un camino por los cerros que os deslumbrará. Y también conocer la ciudad vitivinícola de Cafayate.

Jujuy obliga a detenerse a recorrerlo por ser un lugar imperdible en cualquier viaje al Norte Argentino. Los pueblos que componen la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad, son pequeños enclaves al pie de imponentes cerros y unidos todos por la falla que lleva ese nombre. Purmamarca es famosa porque allí se encuentra el Cerro de los Siete Colores, Tilcara por sus carnavales ancestrales, Humahuaca por su oferta de productos artesanales únicos. Todos por su cultura que sobrevivió los embates más diversos a través de la historia, y por su gente que conserva la memoria y atestigua esa riqueza cultural.

Tucumán es la tercera provincia que compone el Norte Argentino, y se ha ganado el apodo de "jardín de la república" por sus hermosos paisajes rebozantes de vegetación. Su capital, San Miguel merece recorrerse por sus edificios históricos y su buena gastronomía. El máximo exponente del paisaje idílico de praderas verdes es Tafí del Valle, una hermosa ciudad flanqueada por ríos. Allí se pueden hacer cabalgatas, dar paseos en cuatriciclo o bicicleta y disfrutar del contacto con la naturaleza.

El viaje por el Norte Argentino les resultará de una riqueza extraordinaria. Los contrastes de su cultura, la variedad de sus paisajes, el descubrimiento de formas de vida muy distintas os dejarán con ganas de volver, os aseguro.

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