La Gran Sabana con sus formidables islas de mesetas de areniscas que tocan las nubes denominadas “Tepuyes”, y la selva impenetrable cubriendo espacios enormes de tierras antiguas, son los dos grandes ambientes que configuran su carácter ambiental y geográfico.
Sus magníficos paisajes con abruptos paredones desde donde fluyen numerosos saltos y cascadas, resultan un imán para todo viajero naturalista y fotógrafos aficionados, donde se destaca el Salto del Ángel, que es la caída de agua más elevada del mundo de mas de 1.000 metros de altura, va formando paisajes espectaculares ante nuestros ojos.
Para conocer los bellos rincones salvajes del Parque Nacional Canaima, lo ideal es hacerlo a través de excursiones organizadas que se realizan con guías bilingües y, donde además suelen participar comunidades indígenas que son expertos conocedores de la región.
Los amantes del turismo aventura tienen sobrados motivos para las emociones, porque las caminatas por el parque ofrecen distintos grados de dificultad y los ríos son vertiginosos. Alrededor de las fogatas se hace frente al frío de altura, y los porteadores nativos, dueños de esta tierra, conducen con seguridad a los lugares donde parece encontrarse el escenario de la creación. Específicamente, debe remontarse el río Carrao para luego ingresar al Canon del Churún, que es el que conduce a la fantástica Cascada del Ángel.
En las travesías por el Parque Canaima también se utilizan piraguas con motores fuera de borda, y en algunos lugares se hace necesario descender y continuar el recorrido a pie, debido a la diferencia de altura de los saltos. Es ahí cuando el gran espectáculo de la naturaleza surge en todo su esplendor; los altos riscos dejan escapar finos hilos de agua y la vegetación constituye un fuerte motivo de interés y un insospechado tesoro.
El Parque Nacional Canaima es desde el año 1994 Patrimonio Mundial. Un espectacular mundo natural para el ecoturismo en Latinoamérica, con sorprendes paisajes naturales y maravillosos sitios de gran interés turístico.