Sin duda, uno de los destinos turísticos más conocidos del Perú es la ciudad de Cuzco, la capital del Tawantinshuyu o Imperio inca. No en vano este asentamiento urbano posee un importante patrimonio arqueológico y monumental de época precolombina, así como legado de la colonia española.
Ligado a la vida de este centro político, administrativo y religioso, a pocos kilómetros del Cuzco se extiende el Valle Sagrado de los Incas, una llanura entre altas montañas bañada por el río llamado en quechua Wilcamayu (Vilcanota). Su condición de sacro le fue otorgada por los innumerables centros ceremoniales y espirituales que se encuentran en su extensión, cuyo límite alcanza las puertas de la Ciudad Sagrada de Machu Picchu.
Ruta del Valle Sagrado y principales estaciones
El Valle Sagrado comienza geográficamente en la ciudad de Písac y finaliza en Ollantaytambo. Desde Cuzco se pueden contratar distintos tipos de tours este tipo de recorrido, deteniéndose en estos y en otros de sus principales centros poblacionales (Calca, Yúcay, Urubamba), lugares de gran relevancia durante el dominio inca, en los que es habitual hallar maravillas arqueológicas, contemplar ritos ancestrales, deleitarse con la gastronomía local o adquirir artesanías andinas.
La magia del valle de los incas, pero, también pasa por su entorno paisajístico. A lo largo de su extensión, siguiendo el curso del río, es posible observar la extraordinaria tecnología de construcción de los andenes agrícolas en las laderas escarpadas de los cerros para posibilitar el cultivo de la tierra.
El microclima de este lugar, dadas sus condiciones de encierro entre altas montañas, lo convirtió en una zona fértil para el cultivo de productos agrícolas, especialmente del maíz, riqueza que sustentó el sistema tributario y comercial del Imperio.
El Valle Sagrado y la observación astronómica
Otro de los grandes atractivos de visitar el Valle Sagrado es la posibilidad de adentrarse en el conocimiento astronómico de los precolombinos. La observación y el estudio de las estrellas era una práctica sostenida por estos pueblos ancestrales, sabiduría que les permitió optimizar el ciclo agrícola y organizar la vida política y religiosa del Incario.
Así, muchos de los lugares que encontramos en esta ruta están localizados de forma estratégica, correspondiéndose con posiciones concretas del Sol, como los solsticios y los equinoccios, así como con otras referencias estelares de la Vía Láctea. Un momento ideal para conocer el Valle Sagrado es en la cercanía del Inti Raymi (21 de junio), día del año en que es posible disfrutar de la armonía entre el curso solar y las construcciones arquitectónicas andinas.
Si te interesa visitar Perú no dudes en conocer la ciudad blanca de Arequipa, el cañón de Cocla y tantos otros sitios de este maravilloso país.
Ligado a la vida de este centro político, administrativo y religioso, a pocos kilómetros del Cuzco se extiende el Valle Sagrado de los Incas, una llanura entre altas montañas bañada por el río llamado en quechua Wilcamayu (Vilcanota). Su condición de sacro le fue otorgada por los innumerables centros ceremoniales y espirituales que se encuentran en su extensión, cuyo límite alcanza las puertas de la Ciudad Sagrada de Machu Picchu.
Ruta del Valle Sagrado y principales estaciones
El Valle Sagrado comienza geográficamente en la ciudad de Písac y finaliza en Ollantaytambo. Desde Cuzco se pueden contratar distintos tipos de tours este tipo de recorrido, deteniéndose en estos y en otros de sus principales centros poblacionales (Calca, Yúcay, Urubamba), lugares de gran relevancia durante el dominio inca, en los que es habitual hallar maravillas arqueológicas, contemplar ritos ancestrales, deleitarse con la gastronomía local o adquirir artesanías andinas.
La magia del valle de los incas, pero, también pasa por su entorno paisajístico. A lo largo de su extensión, siguiendo el curso del río, es posible observar la extraordinaria tecnología de construcción de los andenes agrícolas en las laderas escarpadas de los cerros para posibilitar el cultivo de la tierra.
El microclima de este lugar, dadas sus condiciones de encierro entre altas montañas, lo convirtió en una zona fértil para el cultivo de productos agrícolas, especialmente del maíz, riqueza que sustentó el sistema tributario y comercial del Imperio.
El Valle Sagrado y la observación astronómica
Otro de los grandes atractivos de visitar el Valle Sagrado es la posibilidad de adentrarse en el conocimiento astronómico de los precolombinos. La observación y el estudio de las estrellas era una práctica sostenida por estos pueblos ancestrales, sabiduría que les permitió optimizar el ciclo agrícola y organizar la vida política y religiosa del Incario.
Así, muchos de los lugares que encontramos en esta ruta están localizados de forma estratégica, correspondiéndose con posiciones concretas del Sol, como los solsticios y los equinoccios, así como con otras referencias estelares de la Vía Láctea. Un momento ideal para conocer el Valle Sagrado es en la cercanía del Inti Raymi (21 de junio), día del año en que es posible disfrutar de la armonía entre el curso solar y las construcciones arquitectónicas andinas.
Si te interesa visitar Perú no dudes en conocer la ciudad blanca de Arequipa, el cañón de Cocla y tantos otros sitios de este maravilloso país.