
Los “paisajes cariocas entre la montaña y el mar” son realmente un espectáculo único del que los turistas que conocer la ciudad pueden dar fe, donde las edificaciones urbanas dan lugar a la naturaleza, fundiéndose una con otra.
Río tiene grandes espacios abiertos, parques públicos, jardines y costaneras que son los sitios habituales para los cariocas, pero que maravillan al turista que elije este destino – entre los principales del mundo –
La Bahía de Guanabara es el origen de Río de Janeiro, delimitada por el Paõ de Açucar y el Morro do Pico en otro, en la cercana Niteroi, donde se encuentran los tradicionales barrios de Botafogo y Flamengo con su parque sobre el mar, así como el puerto y el centro de la ciudad.
Otro emblema del paisaje carioca es el Cristo Redentor, sobre la cima del Corcovado, y atravesando la selva tropical del Parque Natural de Tijuca, nombrado Reserva Mundial de la Biosfera, que es el hogar de especies en peligro de extinción.
Las aceras de Copacabana e Ipanema se distinguen por tener un diseño geométrico en blanco y negro, otra de las postales urbanas, que fue cuna del bossa nova, de la mano de músicos locales como Vinicius de Moraes, Antonio Carlos Jobim y Joao Gilberto, entre muchos otros.
Y sin dudas el carnaval, es otra de las postales, al igual que varios edificios realizados por el célebre arquitecto Oscar Niemeyer.