En el centro histórico de la ciudad de Río de Janeiro – Brasil – se encuentra un reducto histórico de reunión y socialización carioca, se trata de la tradicional confitería Colombo.
Su fundación data de 1894, y está inspirada en las coquetas confiterías europeas de París y también de Londres, siendo desde entonces la más lujosa del Brasil. Su decoración reproduce fielmente el estilo art noveau de la belle epoque, y destaca por su elegancia perfectamente conservada hasta nuestros días.
Deslumbra al visitante por sus espejos belgas, los balcones de mármol italiano y el mobiliario de jacarandá, con exhibidores de cristal de más de seis metros de altura que dan cuenta de la fina pastelería que ofrece la Colombo.
Su ubicación ha hecho que sea el sitio elegido para pasar el rato por muchos cariocas, incluso algunos políticos y artistas. También, circula el mito de que la reina Isabel de Inglaterra en su visita a los cariocas en 1968, quedó encantada con el helado de bacurí – fruta tropical que proviene del norte brasileño – así que encargó una buena cantidad para llevar antes de regresar a su país.
Entre las especialidades del lugar, existe una amplia variedad de productos de pastelería, dulces, confitería y otros, pero es de destacar los casadinhos.
Así, en tu paso por Río de Janeiro no dejes de visitar este espléndido lugar, y disfrutar de algo delicioso mientras te tomas un respirito.
Su fundación data de 1894, y está inspirada en las coquetas confiterías europeas de París y también de Londres, siendo desde entonces la más lujosa del Brasil. Su decoración reproduce fielmente el estilo art noveau de la belle epoque, y destaca por su elegancia perfectamente conservada hasta nuestros días.
Deslumbra al visitante por sus espejos belgas, los balcones de mármol italiano y el mobiliario de jacarandá, con exhibidores de cristal de más de seis metros de altura que dan cuenta de la fina pastelería que ofrece la Colombo.
Su ubicación ha hecho que sea el sitio elegido para pasar el rato por muchos cariocas, incluso algunos políticos y artistas. También, circula el mito de que la reina Isabel de Inglaterra en su visita a los cariocas en 1968, quedó encantada con el helado de bacurí – fruta tropical que proviene del norte brasileño – así que encargó una buena cantidad para llevar antes de regresar a su país.
Entre las especialidades del lugar, existe una amplia variedad de productos de pastelería, dulces, confitería y otros, pero es de destacar los casadinhos.
Así, en tu paso por Río de Janeiro no dejes de visitar este espléndido lugar, y disfrutar de algo delicioso mientras te tomas un respirito.