Dicen que los habitantes de São Paulo son más trabajadores que los de Rio de Janeiro. Al menos eso dicen los paulistas. Entonces, ¿Dónde va el paulista cuando quiere descansar? A tres horas de esa ciudad se encuentra Ubatuba, el lugar perfecto para las cortas escapadas de los locales. Tiene cien kilómetros de playas, y cada una de ellas tiene su encanto especial.Desde esta localidad brasilera se pueden tomar buses desde la terminal local hasta cada una de las playas. Como la mayoría de las playas son vírgenes, es decir, no tienen infraestructura preparada para el turismo, es recomendable llevar viandas, bebidas y todo aquello que creemos necesitar para nuestro día playero. Ubatuba tiene más de noventa playas, seguro habrá más de una que logrará conquistarnos.
Si buscamos una playa de aguas calmas, la preferida es Lázaro. Ubicada a solo 15 kilometros del centro de la ciudad, nos ofrece su tranquilo mar y el mejor escenario del litoral brasilero mientras probamos los mejores cocos helados del mundo. Para los amantes del surf, la playa más popular es Praia Grande. No sólo nos ofrece olas fuertes sino también una infraestructura ideal para familias y jóvenes viajeros buscando la mejor movida del lugar.
Es Brasil y por supuesto, además de alegría, también hay islas cerca de la costa, desde la playa de Prumirim a través de pequeñas embarcaciones se puede llegar a la isla del mismo nombre. ¿Que encontraremos ahí? Una playa desértica, donde la principal propuesta es bucear por aguas netamente cristalinas. Prumirim parece ser la más completa de las playas de Ubatuba porque también tienen dos cascadas, cachoeiras en portugués, que le dan vida a pequeñas piscinas naturales.
Describir cada una de las playas es casi imposible. ¿Por qué no viajamos a Ubatuba y dejamos que el azar nos lleve a recorrer varias playas? Solo así podremos descubrir por qué los habitantes de São Paulo no quieren revelar su secreto mejor guardado, su destino preferido.
