Ann Mitchell Lovell dejó su trabajo en una tienda de antigüedades y se dispuso a formar su propio museo, el Banana Museum, acumulando miles de piezas singulares, estrambóticas y hasta imposibles.
No sé si me desviaría de mi camino para visitar este museo, ni si merece el honor de situarse entre los museos más curiosos del mundo, pero sí creo que merece la pena echarle un vistazo en la web.
En ella podemos observar algunos de los 4000 objetos del museo, todos con forma de plátano o relacionados con este alimento: un violonchelo, disfraces, termómetros, relojes, alfombras, saleros, carteles publicitarios, juguetes, joyas, porta-bananas…
Además de estos objetos insólitos relacionados con el mundo de la banana, encontramos un fondo documental de fotografías y textos sobre la historia de la banana y su introducción en Estados Unidos.
Y, por supuesto, multitud de souvenires para llevarnos de recuerdo, desde llaveros e imanes a camisetas con la inscripción “Anna banana”. Imagino que la banda sonora nos traerá a Joe Luciano o a Garibaldi con algunas canciones dedicadas a la banana y a Jamaica… ¡Y a la gran Carmen Miranda con su sombrero de bananas!
El Banana Museum se puede visitar en el 120 E. Main Street de Auburn, y abre de martes a jueves de 10:00am-1:00pm, viernes de 10:00am-3:00pm, sábados de 10:00am-4:00pm, y si tenemos mucho interés hay otros horarios disponibles previa solicitud.
No puedo terminar sin deciros que escribiendo este post he descubierto otro Museo dedicado a esta excelente fruta, y pronto volveré para contarlo. De momento, espero haber abierto vuestro apetito con este singular Museo de la Banana.