País de felicidad
Su sistema de serranías no es muy elevado; tenemos el Macizo del Atlántico, donde la Sierra de Mar corre paralela a la costa y en algunos tramos hasta la interrumpe. Su pico más alto es el Bandeira que se eleva unos 2.284 metros sobre el nivel del mar. También está el Macizo Central, con las sierras de Goiás y Mato Grosso, donde la altura máxima se registra en Chapada dos Veadeiros, de 1.678 metros. El Macizo del Norte está formado por las sierras del Nordeste y las de Maranhao. Por último se encuentra el Macizo de las Guayanas, donde se destaca el Monte Roraima de 2.810 metros.
Cuenta con el río más caudaloso del mundo, el Amazonas, que recibe más de mil afluentes a lo largo de su curso y atraviesa esta exuberante tierra de oeste a este, para desembocar en el océano Atlántico. Allí forma varias islas, algunas de gran extensión como la de Marajó.
El puerto más importante, ubicado a la mitad de su recorrido, es Manaos, hermosa ciudad que aún guarda mucho de la época colonial. Hay también numerosas cascadas, siendo las más importantes las de Anta y Paulo Alfonso, con más de ochenta metros de alto y la de Guairá o Sete Quedas de 114 metros, en el límite con Paraguay.
Y las Cataratas del Iguazú en el límite con Argentina, uno de los lugares más visitados por los turistas del mundo entero.
Naturaleza viviente
Varios parques nacionales protegen su flora y fauna, de gran diversidad. En Brasil el sertao, terreno seco o montañoso apto para la ganadería, se alterna con la coatinga, zona árida de vegetación xerófila y con los matos o selvas. Es originaria de allí la especie Hevea brasiliensis de la que se extrae el caucho y la yerba mate o Ilex paraguariensis, ambas con grandes extensiones cultivadas.
Entre los animales los más característicos son los monos, destacándose el Carayá o Mono aullador y aves tales como loros, tucanes y papagayos.
Río: la ciudad más importante
Muchas festividades se realizan a lo largo del año, la mayoría de ellas religiosas. Pero es su afamado Carnaval el que atrae a más extranjeros. En la ciudad de Río de Janeiro (que no es su capital como erróneamente se cree, sino Brasilia) se celebra el carnaval más importante del país, donde desfilan por las calles las escolas do samba, danza popular que acompañan con instrumentos de percusión e invita a bailar a todo el que la escuche. Los trajes coloridos y brillantes engalanan a los miembros de cada escola, que compite para ser la reina del carnaval.
A la entrada de la bahía nos recibe el Pan de Azúcar, elevación costera que tiene en su cima una gigantesca figura de Cristo redentor, con los brazos abiertos, cuya imagen ha recorrido el planeta como símbolo de este gran país.
La costa sobre el océano Atlántico brinda, además, decenas de playas e islas con excelente infraestructura hotelera. Como el clima todo el año es benigno no hay excusas para no visitarlas, no nos sentiremos defraudados porque, al igual que su Cristo del Pan de Azúcar, los habitantes también nos recibirán con los brazos abiertos.
