Si tienes la fortuna de visitar Ecuador, hay un viaje en tren turístico que debe estar entre tus planes de actividades a realizar. Se trata del tren a la Nariz del Diablo, el nombre de una colina tan escarpada que le ha valido semejante nombre, y que puede ser recorrida por estas vías que desafían a la gravedad dada la inclinación casi vertical que ofrece el terreno.
Se parte de la ciudad de Riobamba, y desde allí se comienza el paseo, que a los valientes que no teman a las alturas, los premia con los paisajes más escenográficos del Ecuador. La primera parte del trayecto es la más apacible, pues va a través de campos sembrados y de pueblitos tradicionales, hasta llegar a Alausí. Desde allí, se comienza un descenso a través de la Nariz del Diablo, propiamente dicha.
Cabe señalar que esta colina está ubicada en una gradiente, desde uno hasta 18 grados de pendiente, y el viaje en tren desciende desde 2346 hasta 1860 metros sobre el nivel del mar, en una vía zigzagueante que despierta la adrenalina.
No es poco habitual que el tren descarrile, pero se logra acomodar y poner en marcha con bastante rapidez.
A lo largo de esta ruta, es posible ver diferentes paisajes, desde los campos sembrados, pueblos como Alausí y Riobamba donde se puede conocer la esencia cultural ecuatoriana, también es posible ver el Chimborazo, la montaña más alta de Ecuador, también el punto de la Tierra más cercano al sol, ya que está muy cerca de la línea terrestre del Ecuador.
Sin dudas, es una gran experiencia altamente recomendable, más ahora que se han incorporado nuevos vagones panorámicos.
Se parte de la ciudad de Riobamba, y desde allí se comienza el paseo, que a los valientes que no teman a las alturas, los premia con los paisajes más escenográficos del Ecuador. La primera parte del trayecto es la más apacible, pues va a través de campos sembrados y de pueblitos tradicionales, hasta llegar a Alausí. Desde allí, se comienza un descenso a través de la Nariz del Diablo, propiamente dicha.
Cabe señalar que esta colina está ubicada en una gradiente, desde uno hasta 18 grados de pendiente, y el viaje en tren desciende desde 2346 hasta 1860 metros sobre el nivel del mar, en una vía zigzagueante que despierta la adrenalina.
No es poco habitual que el tren descarrile, pero se logra acomodar y poner en marcha con bastante rapidez.
A lo largo de esta ruta, es posible ver diferentes paisajes, desde los campos sembrados, pueblos como Alausí y Riobamba donde se puede conocer la esencia cultural ecuatoriana, también es posible ver el Chimborazo, la montaña más alta de Ecuador, también el punto de la Tierra más cercano al sol, ya que está muy cerca de la línea terrestre del Ecuador.
Sin dudas, es una gran experiencia altamente recomendable, más ahora que se han incorporado nuevos vagones panorámicos.