A la hora de planificar un viaje, en medio de la emoción y la expectativa es natural que logren escaparse de tu radar algunos detalles, que podrían arruinar las vacaciones perfectas. Para que no te suceda eso, te contamos cuáles son esos errores que ningún viajero puede permitirse.
No hacer reservaciones
Si lo que deseas es un viaje cómodo, más aún si viajas en familia, es necesario que cuentes con un alojamiento asegurado esperando por ti, sobre todo si se trata de épocas de alta demanda. Durante el resto del año, es aconsejable que por lo menos averigües las locaciones de hoteles cercanos al lugar a donde piensas llegar; sus teléfonos, tarifas y servicios.
No realizar un presupuesto
Los gastos de un viaje no se limitan al costo de pasajes, alimentación y hospedaje. Así que ve preparado y con el dinero suficiente para cubrir tu desplazamiento en la ciudad, souvenires, entradas a sitios turísticos y también un respaldo para emergencias: los imprevistos siempre surgen y es bueno tener dinero extra.
Anunciarlo por las redes sociales
A menos que tu objetivo sea llevar un par de ladrones a tu hogar, lo sensato es evitar publicar cuándo tu casa quedará vacía e indefensa.
No llevar una copia del pasaporte o documento de identidad
Es mejor ser precavido al viajar: nunca se sabe si podrían extraviarse. Y, por supuesto: ten la copia y el original siempre separados.
No estar preparado para viajar con niños
Los adultos nos aburrimos en las rutas largas, así que imagínate cómo se aburrirá un niño... No olvides llevar juegos y videos para ellos, así como elementos básicos para su cuidado, como agua, leche, galletas, fruta y, por supuesto, un botiquín de primeros auxilios.
No verificar horarios y fechas de apertura
Ya sea por motivo de alguna celebración local o nacional, o por disposiciones internas, puedes disponerte a recorrer los principales atractivos de un lugar, y después llevarte la sorpresa de encontrarlos cerrados. ¡Confirma los datos!
Si bien es cierto que algunos de estos errores son imperdonables, al mismo tiempo son de los más comunes, y es bueno hacer memoria y evitar repetir tropiezos del pasado.
No hacer reservaciones
Si lo que deseas es un viaje cómodo, más aún si viajas en familia, es necesario que cuentes con un alojamiento asegurado esperando por ti, sobre todo si se trata de épocas de alta demanda. Durante el resto del año, es aconsejable que por lo menos averigües las locaciones de hoteles cercanos al lugar a donde piensas llegar; sus teléfonos, tarifas y servicios.
No realizar un presupuesto
Los gastos de un viaje no se limitan al costo de pasajes, alimentación y hospedaje. Así que ve preparado y con el dinero suficiente para cubrir tu desplazamiento en la ciudad, souvenires, entradas a sitios turísticos y también un respaldo para emergencias: los imprevistos siempre surgen y es bueno tener dinero extra.
Anunciarlo por las redes sociales
A menos que tu objetivo sea llevar un par de ladrones a tu hogar, lo sensato es evitar publicar cuándo tu casa quedará vacía e indefensa.
No llevar una copia del pasaporte o documento de identidad
Es mejor ser precavido al viajar: nunca se sabe si podrían extraviarse. Y, por supuesto: ten la copia y el original siempre separados.
No estar preparado para viajar con niños
Los adultos nos aburrimos en las rutas largas, así que imagínate cómo se aburrirá un niño... No olvides llevar juegos y videos para ellos, así como elementos básicos para su cuidado, como agua, leche, galletas, fruta y, por supuesto, un botiquín de primeros auxilios.
No verificar horarios y fechas de apertura
Ya sea por motivo de alguna celebración local o nacional, o por disposiciones internas, puedes disponerte a recorrer los principales atractivos de un lugar, y después llevarte la sorpresa de encontrarlos cerrados. ¡Confirma los datos!
Si bien es cierto que algunos de estos errores son imperdonables, al mismo tiempo son de los más comunes, y es bueno hacer memoria y evitar repetir tropiezos del pasado.