En la Patagonia chilena existe un Parque Nacional donde la naturaleza es tan extrema como bella. Se trata de Torres del Paine, ideal para aquellos que buscan un contacto de lo más íntimo con lo natural.
Su particular ubicación bien al sur de Chile, con el mar a pocos kilómetros y bajo el amparo de la Cordillera de los Andes, la variedad del ecosistema, la caída de los glaciares o los cortes irregulares de los fiordos, todo ello hace de este Parque algo tan único.
La localidad más cercana es Puerto Natales, a más de 200 kilómetros. Recibe su nombre por los peculiares picos rocosos que engalanan el paisaje, los “cuernos” de las Torres del Paine.
Otra característica es que dentro del Parque hay propiedades privadas, incluyendo algunos alojamientos en este espacio tan atractivo como austral.
Es que el territorio que ocupa el parque estaba conformado por diversas estancias ovinas. Hasta que en 1959 el estado chileno decidió expropiar el territorio para crear el parque nacional. Sólo algunas pequeñas porciones de tierra quedaron en manos privadas, bajo la condición de que ofrezcan un servicio a favor de preservar la biodiversidad del parque.
La UNESCO declaró las Torres del Paine en el año 1979 Reserva Mundial de la Biosfera, mandato que obliga a un cuidado extremo de todas las condiciones del parque, por lo tanto guardas, guías turísticos y visitantes respetan rigurosamente todas las normas al respecto.
Su particular ubicación bien al sur de Chile, con el mar a pocos kilómetros y bajo el amparo de la Cordillera de los Andes, la variedad del ecosistema, la caída de los glaciares o los cortes irregulares de los fiordos, todo ello hace de este Parque algo tan único.
La localidad más cercana es Puerto Natales, a más de 200 kilómetros. Recibe su nombre por los peculiares picos rocosos que engalanan el paisaje, los “cuernos” de las Torres del Paine.
Otra característica es que dentro del Parque hay propiedades privadas, incluyendo algunos alojamientos en este espacio tan atractivo como austral.
Es que el territorio que ocupa el parque estaba conformado por diversas estancias ovinas. Hasta que en 1959 el estado chileno decidió expropiar el territorio para crear el parque nacional. Sólo algunas pequeñas porciones de tierra quedaron en manos privadas, bajo la condición de que ofrezcan un servicio a favor de preservar la biodiversidad del parque.
La UNESCO declaró las Torres del Paine en el año 1979 Reserva Mundial de la Biosfera, mandato que obliga a un cuidado extremo de todas las condiciones del parque, por lo tanto guardas, guías turísticos y visitantes respetan rigurosamente todas las normas al respecto.
Este es el enlace al sitio web del Parque, para que sepas más sobre él y te decidas a visitarlo.