Visitar la Capital de Estados Unidos, Washington, fue un desafío para mi. No quise dejar que sus íconos (la Casa Blanca, el Obelisco) me intimidaran y me dejaran la idea de estar recorriendo una ciudad solemne y rígida. Por eso, al tiempo que elegí uno de los vuelos Washington ya había decidido conocerla de una forma desestructurada, viendo su costado joven y activo. La mejor forma de hacerlo fue unirlo con lo que más me gusta hacer: deportes. El resultado fue muy satisfactorio y por eso lo comparto en esta entrada.
Salir en bicicleta es una manera muy buena de andar por la capital nacional. Puedes contratar un guía turístico que te llevará por los monumentos o hacerlo por tí mismo. Desde marzo a noviembre es la época para salir en bicicleta por los senderos preparados para ello en el Canal C&O, El tramo del Monte Vernon, el sendero Capital Crescent y el Washington y Old Dominion. Ambos fueron para mi no sólo un descanso visual sino también un desafío físico.
Tuve la suerte de estar en Washington en luna llena y como me habían comentado sobre hacer una caminata por National Arboretum de noche con un miembro del lugar, no dudé en aprovechar la oportunidad. Con un grupo fuimos por el parque en una caminata de ocho kilómetros que nos llevó cerca de dos horas. El paisaje por el cual anduvimos y las bellas historias del lugar que nos relató el guía hicieron del paseo nocturno algo inolvidable.
Otra de mis aficiones es practicar running, por lo cual Washington se presentó como un gran escenario por donde salir a correr. También para esto puedes contratar un guía entrenado que te llevará a tu ritmo por los lugares más destacados de DC. En esta ciudad es imposible cansarse de estar al aire libre y cualquier excusa me fue útil para seguir conociéndola: Los Parques acuáticos Kenilworth es una de las atracciones naturales más visitadas por los turistas.
Al sudeste de la ciudad, en el margen este del Rio Anacostia, el parque es el lugar donde se estudian plantas acuáticas, por lo cual las decenas de lagunas son un espectáculo de flores y vegetación visto pocas veces.
Pasé una hermosa jornada en el Sendero Billy Goat en el Parque Nacional de las Grandes Cataratas y fuí en las cercanías al rio Potomac donde hasta se pueden practicar deportes acuáticos. Realmente, la decisión de descubrir Washington desde este costado deportivo y casual me hizo vivir mis vacaciones de una manera original.
Salir en bicicleta es una manera muy buena de andar por la capital nacional. Puedes contratar un guía turístico que te llevará por los monumentos o hacerlo por tí mismo. Desde marzo a noviembre es la época para salir en bicicleta por los senderos preparados para ello en el Canal C&O, El tramo del Monte Vernon, el sendero Capital Crescent y el Washington y Old Dominion. Ambos fueron para mi no sólo un descanso visual sino también un desafío físico.
Tuve la suerte de estar en Washington en luna llena y como me habían comentado sobre hacer una caminata por National Arboretum de noche con un miembro del lugar, no dudé en aprovechar la oportunidad. Con un grupo fuimos por el parque en una caminata de ocho kilómetros que nos llevó cerca de dos horas. El paisaje por el cual anduvimos y las bellas historias del lugar que nos relató el guía hicieron del paseo nocturno algo inolvidable.
Otra de mis aficiones es practicar running, por lo cual Washington se presentó como un gran escenario por donde salir a correr. También para esto puedes contratar un guía entrenado que te llevará a tu ritmo por los lugares más destacados de DC. En esta ciudad es imposible cansarse de estar al aire libre y cualquier excusa me fue útil para seguir conociéndola: Los Parques acuáticos Kenilworth es una de las atracciones naturales más visitadas por los turistas.
Al sudeste de la ciudad, en el margen este del Rio Anacostia, el parque es el lugar donde se estudian plantas acuáticas, por lo cual las decenas de lagunas son un espectáculo de flores y vegetación visto pocas veces.
Pasé una hermosa jornada en el Sendero Billy Goat en el Parque Nacional de las Grandes Cataratas y fuí en las cercanías al rio Potomac donde hasta se pueden practicar deportes acuáticos. Realmente, la decisión de descubrir Washington desde este costado deportivo y casual me hizo vivir mis vacaciones de una manera original.