El título, puede que a muchos les sorprenda. La capital de Argentina no es precisamente el paraíso del transporte ni por el orden ni por su fluidez. Y puede que las bicicletas, sean uno de los últimos eslabones en la escala de quienes mandan en la calle. Sin embargo, hay tímidos intentos por asignarle un lugar de privilegio a los circuitos en bicicleta por la ciudad. Y sobre todo, una enorme cantidad de ciudadanos que buscan afianzar éste medio de transporte en la ciudad.Un grupo de ciudadanos convocados a través de un blog (masacriticabsas) se reúne el primer domingo de cada mes en el obelisco con una consigna fundamental: llegar en bicicleta. Es la revancha de los desfavorecidos del tráfico. Pero también, hay auspiciosas iniciativas: nuevas bicisendas, bicicletas de alquiler, paseos ecológicos y decenas de barrios por descubrir pedaleando.
Buenos Aires, suma 25 kilómetros de bicisendas o ciclovías, inauguradas hace pocos meses. En la web del gobierno de la ciudad de Buenos Aires hay un mapa detallado con las bicisendas y los carriles preferenciales para bicicletas, que se pueden explorar en detalle. Incluso, hay una serie de estaciones donde se puede retirar una bicicleta gratuita por dos horas (Bicing en Buenos Aires), o hasta agencias que proponen un audaz tour nocturno por Buenos Aires.
Existen además, algunas webs que se encargan de relevar los distintos recorridos en bicisendas disponibles en la ciudad incluyendo los llamados carriles preferenciales. Por ejemplo, en el recorrido Interparques, de unos 20 kilómetros, salen a luz numerosos detalles a mejorar: desprolijidades en la demarcación o el estado de las sendas, pero también, autos que no respetan los espacios exclusivos, o peatones que se entremezclan con las sendas en áreas de parque.
Buenos Aires tiene mucho por mejorar en la cultura ciclística de la ciudad. Aún así, la aventura de recorrer la urbe en bicicleta, vale la pena y nos puede brindar experiencias enriquecedoras en un largo paseo, disfrutando del medio de transporte más ecológico del mundo.
