
La iniciativa apunta a brindar la posibilidad de recorrer los caminos que transitaban los arrieros en tiempos de la Colonia y durante el siglo XIX y principios del siglo XX.
Estos experimentados pobladores de las zonas montañosas próximas a la Cordillera unían el Valle Central con los departamentos del este y el oeste a través de huellas y senderos de la Puna, para transportar mercadería y arriar ganado. Llevaban vacas, caballos, mulas y burros, además de tejidos, hasta llegar a Chile por el Paso de San Francisco y a Bolivia, a través de Antofagasta de la Sierra. La travesía se inicia en San Blas de los Sauces y, entre otros pueblos, atraviesa Cerro Negro, La Punilla, Tinogasta, Fiambalá y Las Tamberías.
De acuerdo al mapa presentado por la Secretaría de Cultura provincial, este circuito se complementa con la "Ruta del adobe", que, a lo largo de 50 km desde Tinogasta hasta Fiambalá, exhibe centenarias construcciones de piedra, madera, adobe y paja.