Ciudades como Lisboa o Filadelfia tienen sus rutas de graffitis y murales, y la capital de Colombia Bogotá es otra de estas ciudades grafiteras. La particularidad de los graffitis en esta capital latinoamericana es que se trata de imágenes que invitan a la reflexión sobre la situación política y social que atraviesa el país.
Es así que se creó una iniciativa, paradójicamente de la mano de un extranjero – un australiano para ser precisos – quien tres veces por semana lleva a los turistas a recorrer este auténtico museo de arte urbano al aire libre.
“Entendemos que una pared no cambia el mundo ni la mentalidad de la gente, pero ver otra información en la calle hace que se haga preguntas”, expresó Andrés, quien junto con Cheché conforma Toxicómano, dupla artística responsable de interesantes leyendas como “no pongas la otra mejilla” o “los feos somos más”. Encuentran las paredes de la ciudad como un lienzo en blanco, donde plasmar su arte y sus ideas.
El humor además es la manera de acercarse a los que observan su trabajo, y la manera en la que logran sortear la censura. Algunos de los elementos que identifican al graffiti de Bogotá son la diversidad de técnicas, como stencil (plantillas), grafiti, tagging, sticker, y fuerte componente político, marcado por el conflicto armado.
La Alcaldía de Bogotá en febrero pasado aprobó una iniciativa que autoriza estas pintadas callejeras, y si visitas la ciudad no deberías dejar de tomar alguna ruta por los más destacados graffitis.
El tour organizado por Christian Petersen, este australiano que además es también artista urbano, no tiene costo fijo, se deja a conciencia de cada participante la colaboración voluntaria.
Este tour está guiado en inglés, pero al tratarse de una ciudad donde la lengua es el castellano, te será de suma utilidad esta recorrida, que parte de la Plaza de Periodistas, cerca de la estación de transmilenio de Las Aguas en La Candelaria.
