
El api morado es una bebida hecha fundamentalmente a base de maíz morado (lo que le confiere su característico color púrpura), agua, azúcar y canela. No obstante, cada cocinero puede darle su propio toque, por lo que no es infrecuente encontrar api con aroma de anís, o frutas como la piña o la naranja. Otra variante de la misma bebida es el api blanco, hecho con maíz morocho, agua, azúcar y canela.
Lo normal es que el api se beba muy caliente aunque, personalmente, alguna vez he tenido la ocasión de encontrarme con un api blanco servido bien frío. Ambos coinciden en que suelen tomarse acompañados de buñuelos y pasteles, y que su densidad puede hacer que en algunos momentos “comamos” el api, en lugar de beberlo.
Salta a la vista que no es ésta una bebida para tomar todos los días, especialmente si lo que uno quiere es mantener el tipo. No obstante, hay que reconocer que ciudades como La Paz, Oruro, Cochabamba y Potosí no serían las mismas sin los puestos de api repartidos por sus calles y mercados.