
Se trata de unos 5 a 6 kilómetros de arcilla que dicurren por debajo de la arena de la playa entre Monte Hermoso y Bahía Blanca. Por allí pasaron en el Pleistoceno tardío megaterios, mastodontes, macrauquenias, scelidoterios (foto) y gliptodontes. Allí quedaron sus huellas en un yacimiento único en el mundo que está en peligro de desaparecer.
A pesar de los estudios realizados por la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca, y la Universidad Nacional de La Plata, el área está pobremente preservada y con deficiente infraestructura y señalización.
Si bien sólo se permite el acceso peatonal a la zona, los vehículos pasan cerca y ponen en peligro la estabilidad y conservación de las huellas. La Reserva Geológica, Paleontológica y Arqueológica Provincial “Pehuen Co – Monte Hermoso” necesita algo más que un alambrado para proteger este patrimonio.

Según explica la geóloga y paleontóloga Teresa Manera: “El sector más vulnerable es el de las huellas de animales, que incluyen algunas huellas humanas. Pero cerca de los balnearios de Monte Hermoso hay 0,5 kilómetros con gran cantidad de huellas humanas de hace 7000 años y que no están asociadas con los megamamíferos extinguidos, sino con fauna más parecida a la actual.“
Piezas e información recogida en el yacimiento argentino de Monte Hermoso, pueden verse en el Museo de Ciencias Naturales Charles Darwin, en Coronel Rosales muy cerca de Bahía Blanca, Argentina.
Via: diariodelviajero