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09 marzo 2010

Turismo: Llegó al Mundo Encantado de Harry Potter el Expreso de Hogwarts

Los Estudios Universal de Orlando continúan ultimando detalles para una de las aperturas más esperadas en parques temáticos de los últimos tiempos, como lo es el Mundo Encantado de Harry Potter que se prepara en Orlando, Florida (EEUU).

Ahora, ya ha llegado al parque lo que es uno de los íconos de la historia: el Expreso de Hogwarts, el tren que parte desde el (imaginario) andén 9 ¾ de la estación King Cross de Londres, y que lleva a los estudiantes de magia a la escuela de Hogwarts.

Cuando los visitantes lleguen al recreado Hogsmeade – pequeña localidad cercana a la escuela, donde se encuentra la estación ferroviaria –, serán recibidos por este tren a vapor, al que no le faltan detalles incluyendo el vapor. Como se ve en la foto, se ha recreado la temporada invernal en este imaginario Hogsmeade, ya que vemos los techos nevados a pesar de encontrarse en plena Florida.

Cada semana, falta menos para que los fanáticos de la historia puedan sumergirse en el sitio más parecido en la vida real que encontrarán, donde revivir los pasajes de la saga.

02 marzo 2010

Turismo: Lugares olvidados Potosí, el otro "dorado"

Hay lugares en el mundo que han quedado en el olvido. Ciudades que un día se vistieron del mayor esplendor y que hoy sobreviven a duras penas bajo el rodillo del tiempo. En Bolivia se encuentra una de estas ciudades y hoy vamos a desentrañarla.

Así como se desarrolló la fiebre del oro en el norte, siglos después en Potosí, Bolivia surgiría otro “dorado”, esta vez uno muy real. Tanto es así que en la lengua castellana para designar que algo tiene valor se utiliza en ocasiones la expresión: “esto vale un potosí”...

“Soy el rico Potosí, del mundo soy el tesoro, soy el rey de los montes y la envidia soy de los reyes”. Así rezaba la inscripción del escudo que otorgó Carlos V con el título de Villa Imperial a Potosí. En 1573 era tan grande como Londres y mayor que Sevilla, Madrid o París.

Pero la historia de Potosí no había nacido con los españoles. Tiempos antes de la conquista, el inca Huayna Cápac había escuchado hablar a sus vasallos sobre el Sumja Orcko o cerro hermoso. Cuando por fin contempló aquel monte que orgulloso se alzaba sobre la serranía desprendiendo destellos rojizos, quedó estupefacto.

Visita a la fábrica de Boeing en Seattle

Los fanáticos de la aviación no deberían dejar pasar la oportunidad de dirigirse al noroeste de los Estados Unidos, más precisamente a la ciudad de Seattle ya que a unos pocos kilómetros se encuentra la fábrica de Boeing, que hace los famosos aviones y que ofrece unas completas visitas guiadas.

En un espacio de casi 40 hectáreas se despliega esta imponente fábrica desde la que han salido algunos de las naves más importantes que han revolucionado la forma de viajar por el mundo. Así, veremos varios 747, 767 y 777 en diversas etapas del proceso de producción, incluyendo las pruebas finales de vuelo.

El tour dura poco más de una hora, la guía es sólo en inglés, y hay que tener en cuenta que no se permite llevar ningún artículo electrónico, ni siquiera apagado.

Al principio, se proyectarán dos vídeos para los visitantes que explican diferentes partes del proceso de producción, y luego se procederá a visitar las diferentes secciones de la fábrica.

Viajes: Ese gran desierto blanco del Altiplano boliviano

Diez mil kilómetros cuadrados en el altiplano boliviano, a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar: Uyuni a la vista. Este desierto salino -el más grande del mundo- guarda en sus entrañas 71.000 millones de toneladas de sal y es, a los ojos del viajero, un infinito resplandor. Quien llegue a esta región, en el departamento de Potosí, puede creer con fe y crear con imaginación que frente a sus ojos hay un escenario prodigioso, una superficie blanca que enceguece cuando es tiempo de seca, que está cuarteada en curiosos hexágonos que forman una red de exacta geometría. Parece un cuadro inmenso del Op-Art (Optical Art), que genera una ilusión óptica y nos hace diminutos protagonistas de ese ilusionismo.

Al pisar el salar de Uyuni, acostarse con los brazos abiertos sobre la telaraña poligonal es un gesto imperioso. De belleza surrealista, la planicie desértica soporta temperaturas extremas. El sol -violento, impiadoso- sale después de ráfagas de viento helado; cuando cesan, la piel se quema y recalienta con los rayos potenciados por el reflejo salino.

Hay que experimentar la irrefrenable tentación de echarse al suelo y mirar el cielo. Es un momento glorioso en el que uno está consigo en cuerpo y alma. Quizá, sea para algunos el encuentro con el "uno mismo".

Géiseres, formaciones rocosas y pozos volcánicos remiten al visitante a la época de la formación de la Tierra.

Por eso todo se revive como en un cuento de ciencia ficción. Conducir sobre este lago de sal es una experiencia fascinante, sobre todo en invierno, cuando el azul intenso del cielo contrasta con la blancura fosforescente del salar. Pero es preciso conocer bien el terreno, por lo que resulta apropiado contratar un guía.

Es fácil perderse, salirse del camino seguro y encontrarse con los ojos de agua del salar, de hasta dos metros de profundidad, que conectan con ríos subterráneos y son de aguas surgentes. El peligro de pisar las capas más débiles de sal es análogo al de hundirse al quebrarse el hielo fino de cierta topografía polar.

Tierra y cielo

Orillando a Uyuni están también los respiraderos, donde se forman piletones de agua saladísima (diez veces más que la del mar). Quien se arrime demasiado corre el riesgo de empantanarse. Para los lugareños, seguir las huellas y conocer las entradas y salidas de este gigante blanco es fundamental. Cuando está nublado se produce el efecto white-out, donde la línea del horizonte se difumina hasta desaparecer y es imposible distinguir tierra y cielo.

El viento siempre sopla del noroeste, ya que la corriente del Pacífico -a la altura de Perú- pasa la cordillera andina y se encajona en el salar. Un buen dato para orientarse, pero no para fiarse.

Varias vías conducen a Uyuni. Se puede partir desde San Pedro de Atacama, en Chile; desde La Quiaca, en la Argentina, cruzando a Villazón y de allí en tren a Uyuni (ocho horas); en avión hasta Sucre y luego 300 kilómetros en bus o automóvil, o desde La Paz en micro a Oruro y luego tren El Expreso del Sur, que tarda siete horas. Esta última opción es interesante, ya que en Oruro, si es tiempo de carnaval, se puede hacer escala y participar de la fiesta de La Diablada y almorzar en el famoso restaurante Mongos, que sirve comida andina de la mejor y en porciones suculentas.

Un palacio muy particular

Uyuni es un pueblo pequeño pero muy activo gracias al "turismo de sal". Tiene distintos tipos de alojamiento, pero la verdadera aventura es pernoctar en algún hotel junto al salar. Por ejemplo, en el Hotel Palacio de Sal, en el pueblito de Colchani, a media hora de Uyuni. Fue construido por el arquitecto boliviano Juan Quezada y la Corporación de Agencias de Viaje de la Unión Europea lo ha incluido entre los 20 hoteles más exóticos del mundo. Paredes, piso, muebles y esculturas están hechas de sal. El suelo es de sal gruesa, de modo que los pies se hunden al caminar. Mesas y sillas del comedor están moldeadas en sal, vestidas con aguayos y almohadones de color. Cuenta con 30 habitaciones con baño privado y dos suites presidenciales. Las camas -estructuras de sal con respaldo- tienen sábanas de polar azul marino y frazadas térmicas eléctricas. El lobby se organiza en varios livings, algunos salones privados y una escalera cuyos escalones parecen inmensas pastillas de menta, pegadas unas sobre otras, en curva ascendente. La parte del spa ofrece piscina de salmuera, sauna seco, de vapor, jacuzzi, salas de masajes, sala de baños en lodo, camas de sal y relax de salmuera, entre otros servicios.

El menú es autóctono; sopa de quinoa, carne de llama y papas rústicas, o un pollo... ¡a la sal! No hay teléfono ni señal para celulares. Sólo silencio interrumpido por el crujido de algún muro salino o por el sonido del viento.

Después de un desayuno energético, se impone visitar Colchani o Puerto Seco y comprar algunos recuerdos y artesanías: gorros, medias, guantes o sacos de lana. Durante estos días vimos grupos de alemanes y holandeses, mayores de 70 años, viviendo en hostales sin luz eléctrica, compartiendo almuerzos frugales en mesas comunitarias y durmiendo en habitaciones modestas. "Queremos recuperar lo primitivo y disfrutar de la naturaleza sin tecnología", nos dijo uno de los alemanes, en un buen español.

Menos es más

Estaba con su mujer y otros matrimonios en un hotelito donde nos permitieron usar el baño. Al salir, lo vimos entrar a su cuarto de adobe, dispuesto a disfrutar de una larga siesta. Se despidió de sus compañeros -que seguían de sobremesa riendo con la pareja boliviana aymara dueña del lugar- y, levantando la mano en señal de advertencia, agregó: "Less is more (menos es más)", frase del arquitecto Mies van der Rohe, que, alemán como él, quería deshacerse de lo superfluo. La anécdota ilustra la búsqueda de lo simple como objetivo de viaje, en quienes, probablemente, viven en el primer mundo en casas automatizadas, donde todo funciona apretando un botón.

Siempre en una 4x4, fuimos al caserío de Coquesa, uno de los varios que hay al pie del volcán Tunupa, al borde del salar. El mayor atractivo es una cueva con cinco momias del año 700, que mantienen prácticamente intactos la piel, el pelo y las uñas. Están rodeadas de utensilios y sus descendientes les rinden culto dejándoles, periódicamente, hojas de coca.

Por la ladera del volcán

Al yacimiento arqueológico se accede a pie, trepando la ladera del volcán por un sendero bien marcado. Desde allí se divisa una panorámica del salar y, como si fueran puntos, varias de sus muchas islas.

La más visitada es la Isla del Pescado, que está a 74 kilómetros de Colchani, justo en el medio del salar. Su superficie de granito y tierra orgánica permitió el crecimiento de cactos de hasta 10 ó 12 metros. Son muchísimos y forman no sólo un ecosistema interesante, sino que da gusto contemplarlos con sus blancas flores.

Para conocer el gran salar de Uyuni, con la isla Incahuasi, sus lagunas Amarilla y Celeste; la Reserva Nacional Eduardo Avaroa y sus lagunas Colorada y Verde, los pozos geotérmicos y la fauna endémica donde destaca la soca cornuda (un ave en peligro de extinción), no hace falta mucho tiempo ni dinero.

Lo fundamental es tener un legítimo deseo por tener una experiencia de lo increíble y reportar buen estado físico. Un chequeo básico de salud antes del viaje, y la amplitud de criterio o flexibilidad como para ir resolviendo el viaje un poco in situ, y a la medida del propio asombro, son esenciales. Relájate y anda.

01 marzo 2010

Turismo: Cuenca, ciudad Patrimonio en Ecuador

Cuenca, nombre breve para Santa Ana de los Ríos de Cuenca, es una ciudad de Ecuador, situada en el sur de su territorio. Se encuentra en el corazón de un valle formado en la Cordillera de los Andes y su historia como ciudad se remonta al siglo XVI.

Fue fundada en el año 1557 y su arquitectura urbana responde a los lineamientos establecidos por el emperador Carlos V (Rey Carlos I de España). En la actualidad, el desarrollo de la ciudad de Cuenca continúa respetando este plan ortogonal que ya tiene casi medio siglo.

Quienes la visitan se sorprenden de su incomparable belleza y de la tranquilidad que reina en las calles: y esto pese a que se trate de la tercera ciudad de Ecuador, capital de la provincia del Azuay. Desde el año 1999, el centro histórico de Cuenca fue proclamado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Un paseo por la ciudad será suficiente para notar la prolija disposición de sus calles en forma de damero. Y sin dudas, podrás apreciar a simple vista la antigüedad y belleza de sus edificios. Pero, si en verdad quieres disfrutar al máximo la visita, te interesará saber cuáles son los sitios más importantes que no has de perderte.

Entre ellos destacan sin dudas dos conventos de clausura que originalmente formaban parte de la catedral de la ciudad. Estos conventos datan del siglo XVIII. Sin embargo, la mayoría de las construcciones de gran interés son del siglo XIX.

Entre los principales ejemplos, debes visitar la Iglesia de Todos los Santos. Pese a que fue reconstruida en el siglo XIX, su estructura original era de las más antiguas de la ciudad. Exhibe una estatua de Santa Ana y es el sitio en el que se pronunció la primera misa católica tras la llegada de los españoles.

Podéis reservar vuestros vuelos a Quito, y desde allí una maravillosa excursión hasta la bella ciudad de Cuenca.

Turismo Aventura en Argentina: El Chaltén, desde todos los ángulos

Paseos lacustres y en bicicleta, trekking, hiking, avistaje de aves, turismo contemplativo, pesca deportiva. Todo en el fascinante paisaje patagónico, al pie de los cerros Fitz Roy y Torre, en el Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz.

En El Chaltén no hay bancos -sí cajero automático- ni señal de celular, y muy pocos servicios se pueden abonar con tarjeta de crédito o débito. Y se agradece: aquí se busca -y se encuentra- el contacto más directo con la naturaleza, que se disfruta a pie, en bicicleta, en barco.

El Chaltén,"Capital Nacional del Trekking", celebrará la Fiesta Nacional del Trekking del 17 al 20 de marzo: travesías por el Parque, el Trekkatlon (tradicional bajada del cerro Torre), carreras de postas y escalada, y espectáculos.

Camino al andar

En la zona hay senderos para caminantes de todas las edades y exigencias, comenzando por los más sencillos y familiares: El Mirador de los Cóndores y El Chorrillo del Salto, que demandan, en cada caso, una hora de caminata. Un complemento perfecto es el paseo por la bicisenda, a 2 km del centro. Con 2.500 m de longitud, el recorrido bordea la orilla del río de Las Vueltas, siempre con el Fitz Roy a la vista.

Para mayor dificultad están los senderos a las lagunas Capri (2 hs), Torre (3 hs) y de los Tres, de 5 hs y un exigente ascenso pero con una gran recompensa: la mejor vista posible del majestuoso Fitz Roy. Otras excursiones permiten caminar sobre el hielo de los glaciares Torre y Viedma -el más grande de la provincia.

Del hielo al lago

Para vivir a pleno el hielo, se puede tomar una excursión de una o dos noches en el valle glaciar del cerro Torre, durmiendo en carpa, al pie de la imponente pared sur. Se explora un espectacular valle que divide los cordones montañosos del Torre y el Fitz Roy, y se divisan las paredes oeste y sus agujas satélite, rincón reservado para andinistas. Otro circuito -Cerro Huemul- invita a 4 días de trekking balconeando sobre el Campo de Hielo Sur y rodeando el cerro, con vistas del glaciar Viedma, el Cordón Mariano Moreno y Paso del Viento.

Y está, claro, la excursión a los hielos continentales, bien exigente y que lleva de 6 a 15 días, según las condiciones climáticas. Se accede por Paso Marconi, se pasa por detrás de los cerros Fitz Roy y Torre y se desciende por Paso del Viento, al sur del pueblo.

A 37 km de El Chaltén, Lago del Desierto se puede visitar en una excursión de 5 hs y también se lo puede navegar, avistando diferentes glaciares del cordón Vespigniani, o cruzar a la punta norte para luego seguir camino, a pie o en bici, al lago O'Higgins, en Chile. También se puede navegar por el inmenso lago Viedma -80 km de largo por 15 de ancho-, zarpando desde la bahía Túnel y admirando el glaciar desde todos los ángulos. Y para experimentar bien de cerca la montaña, hay prácticas de escalada en roca.

La excursión de navegación por el Lago del Desierto.

Viajes: Aplicación de IPhone para enviar postales

Antes los viajeros compraban las clásicas postales con fotos del sitio donde vacacionaban, para enviarlas a familiares y amigos en casa. Ahora, la tecnología permite que la misma acción se realice en forma más sencilla, a partir de los teléfonos móviles inteligentes.

La aplicación de IPhone se denomina Postcard – postal – y pertenece al sitio de viajes Concierge (de Condé Nast). Con ella, se pueden enviar vía correo electrónico y desde el IPhone postales de alrededor de todo el mundo, directamente mientras estamos de viaje.

Asimismo, podemos compartirlas online con la comunidad de Concierge, y a la vez deleitarnos con las de otros viajeros. Además, se trata de una aplicación gratuita que podemos descargar.

Lo novedoso de la aplicación es que permite que elijamos nuestras mejores fotos de viajes y le pongamos pintorescos marcos que las harán mucho más vistosas, para que se las enviemos a quienes se quedaron en casa y esperan noticias nuestras.

Para ello sólo debemos hacer fotos con el IPhone, las cuales podemos editar en formato y tamaño. Luego elegimos entre muchos marcos, de alta calidad de imagen y que podemos personalizar. A continuación, agregamos nuestro mensaje y por último lo enviamos a familiares y amigos.

El e-mail incluirá un mapa señalando con exactitud el sitio en el que la foto fue tomada y desde donde fue enviada.

Vía: Concierge

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