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02 abril 2008

PERU: Lima


Lima, capital del tercer país más grande de América del Sur, Perú, es una majestuosa ciudad. Se huele lo que en inglés se le llama old money o “dinero viejo” en Lima. Los edificios nuevos, los que hoy en día lucen en su exterior sólo de cristal, son muchos y algunos exhiben una arquitectura más exótica de lo que nosotros consideramos ultra moderna, y son bonitos. Donde menos uno se lo espera, hay un edificio viejo que ya nadie le presta atención, pero en su porte y dimensiones se notan los rasgos del buen gusto y poder económico de una cultura asentada. En una rotonda, que tiene un tráfico donde no se puede ni pestañear, hay unos siete u ocho edificios semi abandonados. Estos edificios son todos iguales y tienen la forma de triángulos o cuchillos, dando los vértices hacia la rotonda. Cada uno de ellos es una obra en sí, el efecto de todos ellos “mirando” hacia el centro es impresionante.



En el centro de Lima encontramos la catedral, el palacio presidencial y otros edificios coloniales de considerable tamaño para ese estilo de arquitectura. Un detalle muy interesante son los balcones, sumamente decorados y aparentan ser cerrados.



Las calles y carreteras son amplias. Aunque no nos hizo falta manejar, no consideramos el tráfico arriesgado para un extranjero. Los sistemas de comunicación son excelentes. Los hoteles, a mediados del año 2000 cuando visitamos, ya proveían una estación para los huéspedes con acceso a la Web las 24 horas del día. La línea de acceso siendo sumamente rápida. Los restaurantes de todos los precios y variedades abundan. Y la amabilidad de los limeños y las limeñas es de halagar. Sin duda alguna, ésta es una ciudad que trataremos de volver a visitar.



En Lima tenemos un amigo. El señor Teodoro Linares Mayo o como nosotros le llamamos, Víctor. Este señor le puede servir de chofer si se decide visitar, o de asesor si piensa establecer un negocio en Lima. Lo recomendamos como buena persona y amigo, pero está calificado y licenciado en ambas cuestiones. Créanos, el servicio que Víctor le puede ofrecer es más valioso que tener dinero en el ban



FUENTE: caminandosinrumbo.com

19 marzo 2008

Argentina: La Pampa: Aventuras en tierra gaucha.

Cielos para volar
La Ciudad de Santa Rosa, elevada unos 177 metros sobre el nivel del mar, se encuentra en medio de campos agrestes y quebrados, cubiertos por bosques de caldén.
Su clima es seco y las fuertes oscilaciones térmicas lo hacen muy favorable para la práctica del vuelo a vela y el parapente, ya que permiten techos de hasta 4.000 metros y dan excelentes térmicas. Este deporte se puede practicar a unos 30 kms de la ciudad de Santa Rosa, en vuelos que parten desde campos privados o desde el Club de Planeadores. Desde aquí también se puede disfrutar de las apacibles vistas panorámicas y observar la fauna autóctona desde los aires gracias a los vuelos en planeador y ultralivianos.
También se puede recurrir a la Escuela de Parapente Maulén y a Pampa Fly. Ambas están localizadas en la localidad de Toay, a escasos 10 kms. de Santa Rosa.



Cabalgatas
La cabalgata es una de las actividades de turismo activo características de la provincia: en los alrededores de la ciudad capital se puede practicar en varios establecimientos, asistidos por expertos. Las cabalgatas recorren entre los montes de caldenes hasta llegar a la Laguna del Bajo Giuliani. La Pampa, Argentina Una de las posibilidades es la Escuela de Equitación La Cuesta. Está a sólo 11 kilómetros de Santa Rosa, por la Ruta Nacional Nº 35 al Sur. Sus caballos y petisos están entrenados para salto, adiestramiento y cabalgatas. También se pueden tomar clases de equitación con instructores, sesiones de equino terapia, y realizar cursos intensivos. Las cabalgatas se ofrecen en distintos formatos: de una hora, medio día, de uno o dos días. Se puede acampar.


Jacinto Arauz: Paraíso para el 4x4:
Jacinto Arauz es una geografía que parece haber sido diseñada para recorrerla en vehículos 4x4, en especial en las zonas de lagunas, salinas, salitrales, médanos enormes, terrenos pantanosos, montes de caldén, senderos serpenteantes, ascensos y descensos; desafíos a la destreza de los que son dueñas las localidades de Callaqueo y Guatraché.

Uruguay: Punta del Este

Punta del Este es una ciudad del Uruguay. Se encuentra ubicada al extremo sureste del país. Donde las costas del océano Atlántico y el Río de la Plata se unen, hay una pequeña península. Haciendo uso de hasta el último metro cuadrado de tierra, sobre esa península se ha edificado una ciudad con todas las comodidades creadas por el hombre. Tal ciudad es la que el mundo conoce por Punta del Este.



Aunque el turismo no cesa todo el año, por nueve meses la ciudad es un lugar calmado y apacible. Algunos hoteles cierran por un tiempo para pintar, reparar y modernizar desde las bisagras de las puertas y ventanas hasta los televisores y neveras.
La ciudad aparenta estar dormida todo ese tiempo. En realidad se está preparando, porque para poder dar abasto los tres meses de temporada, hay que descansar los otros nueve. Sí, durante el verano austral, Punta del Este no duerme y no descansa. Según algunos residentes, ni siquiera pestañea.
Durante la temporada Buenos Aires y el resto de la Argentina ocupa la ribera uruguaya del Río de la Plata. La ribera del Atlántico se abarrota de turistas de Río de Janeiro, San Pablo y otras ciudades del Brasil. Punta del Este, siendo el extremo de las dos riberas, se convierte en el centro del cono sur de Sudamérica.



Ya no sólo son los vecinos, los europeos han descubierto esta joya del Nuevo Mundo y también quieren disfrutar de la buena vida.

Además de todas las actividades propias de una ciudad de playa acomodada para el turismo, durante la temporada Punta del Este provee la sofisticación de una gran capital. Abundan los salones de estética, desfiles de modas, casinos y otros entretenimientos nocturnos de renombre internacional.
Desde Montevideo puede viajar en automóvil hasta esta ciudad. Fuimos en 1999 y en octubre del 2000 sin ningún problema. La distancia es de unos 140 Km., los cuales los puede hacer en menos de dos horas manejando con precaución.



Si le gusta la ecología, hay dos islas cerca de la península a las que puede ir en lancha y verá mucha vida natural. Una de esas islas es Isla de Lobos donde los leones marinos crían. Durante su temporada se establece allí una colonia bien numerosa. Todo el año es posible ver algunos de estos magníficos animales en el puerto pesquero, es una experiencia que no olvidará.

Bolivia: Tiwanaku

En Bolivia, a unos 70 kilómetros de La Paz, hay unas ruinas llamadas Tiwanaku. Ruinas que atestiguan que ya en el altiplano andino existía orden entre los humanos antes de la clásica Grecia. Culturas que sólo se pueden comparar con las de la Mesopotamia olvidada.


Tiwanaku fue una ciudad, es posible que fuese capital, de una civilización que surgió en el valle Pampa Koani, al sur del lago Titicaca, en la presente Bolivia. Se estima que esta ciudad ya existía cinco siglos antes de Cristo y perduró por más de 1500 años.

Realmente se sabe muy poco de esta civilización y de esta ciudad. En parte porque aun falta mucho por encontrar y reconstruir para poder tener una idea completa. Y en parte porque hasta hace poco todo lo que se encontraba era destruido.

Esta civilización, llamada la de Tiwanaku, tuvo su éxito gracias a sus extensos campos de cultivo. Se estima que su agricultura era capaz de abastecer la población actual de Bolivia. También eran buenos guerreros y llegaron a conquistar todas las otras culturas alrededor del lago y gran parte del altiplano. Mantuvieron comercio con otras regiones, llegando hasta las costas de Chile y las zonas tropicales de la cuenca amazónica.

Esta civilización abandonó sus ciudades y templos en el siglo XII, según la conclusión de los expertos en estos estudios. Existen teorías de terremotos (sin base científica), ataques de otras culturas (¿cuál?), y secas (¿y qué del lago y las montañas nevadas?). Es posible que Tiwanaku haya sido víctima de una de estas desgracias, o es muy posible que haya sido una revolución interna. Todo lo que se toma es un habla bonito que diga que lo existente no es bueno. Cuantas veces hemos oído las promesas de justicia e igualdad, sólo para terminar la gente en la guillotina o el paredón. Y a la historia después se le olvida el cuento.

Par de siglos más tarde surgieron los Incas, con su sede en Cusco. Poco después llegaron los europeos y ahí fue donde todo lo que estaba a la vista en Tiwanaku desapareció. Todo lo que no era de la religión de los evangelizadores era pagano y por tanto fue destruido. Las piedras sirvieron de paredes para las nuevas casas y las iglesias. Por último lo que quedó se dinamitó para ser usado como grava en la línea del ferrocarril.
Sin embargo tal parece que la tierra sabe lo que hace porque gracias al destrozo Tiwanaku ya no es más que una sombra de lo una vez fue. Una sombra que ahuyenta al que sólo quiere mirar y atrae al que de veras quiere apreciar. Sea su viaje científico, turístico, o espiritual, allí encontrará la paz para reflexionar.

En realidad Tiwanacu no son ruinas de piedras para el turismo. Es un templo vivo y como tal nosotros respetamos. Allí se congregan cientos, tal vez miles, de personas los días que la comunidad estima sagrados. El Año Nuevo de la cultura aymará, predominante en esa región, se celebra el 21 de junio. Ese día los rayos del amanecer penetran por la puerta del templo Kalasasaya e iluminan al impresionante Monolito de Ponce. Ese amanecer todo creyente está en Tiwanaku, al menos en alma sino es en cuerpo.

Tras el Monolito de Ponce, hay otro en otra sección del templo, vimos unos altares de piedra. Nos dijeron que en ellos se hacen las debidas reverencias de acuerdo a la ceremonia que se esté efectuando. Los peregrinos traen ofrendas de flores y hierbas santas.
Desde La Paz puede tomar un tour hasta Tiwanaku. Si su visita es simplemente académica en un día puede hacer todo el recorrido. Si es de creencias, le recomendamos que se quede en el pueblo de Tiahuanaco una o dos noches. Existen otros lugares cercanos que también puede visitar.

07 marzo 2008

Goiânia Brasil




Goiânia es la capital del estado de Goiás, Brasil. Es una ciudad relativamente moderna, habiendo sido diseñada por el urbanista Armando de Godói e inaugurada en 1933. De altos edificios y amplios parques tiene los beneficios de una urbe planeada con la zona industrial al norte, el área gubernamental al centro y las viviendas al sur. Las calles son concéntricas desde la Plaza Cívica, en el centro de la ciudad, con otras interceptándolas que parten desde este punto hacia las afueras. Una realización del sueño de muchos arquitectos puesta en práctica con excelentes resultados.


Nuestra estancia en Goiânia fue muy breve, de apenas un día. Sin embargo en el poco tiempo que allí estuvimos logramos disfrutar de las comodidades de esta ciudad del interior de Brasil. Los hoteles que vimos son excelentes, según nos informan algunos son de cinco estrellas, y también los hay más módicos. Los restaurantes son muy apropiados y en el que almorzamos de excelente calidad. El vestir es elegante y muy moderno.


Goiânia en portugués se pronuncia muy parecido a Goiyania. Se encuentra situada a 209 kilómetros al suroeste de Brasilia por la actual carretera BR-060, la cual viajamos y está en perfectas condiciones. La travesía se toma unas tres horas, tiempo que pronto será considerablemente reducido con el proyectado y aprobado tren-bala que se prepara instalar entre las dos capitales. De acuerdo a ciertas guías turísticas que hemos consultado Goiânia apenas sobrepasa el millón de habitantes, mas los estimados de la metrópolis se elevan a más de medio millón de personas.





fuentes: caminandosinrumbo.com

El Tigre, Argentina


Al norte y este de la Argentina se encuentra el Río de la Plata. Este río, que por sus dimensiones es un mar. Sus aguas provienen de varios ríos del continente sudamericano. Entre tales ríos dos de los de mayor caudal son el río Uruguay y el Paraná. El Uruguay desemboca al norte y este del Río de la Plata. El Paraná desemboca al este y en su delta los depósitos han formado un sinfín de islas. La ciudad de Tigre, de que se trata esta presentación, es el puerto en tierra firme entre esas islas y el extremo noroeste de la costa sur del Río de la Plata. Las islas en el delta del Paraná, tenemos entendido que otros ríos como el Luján también desembocan en esta zona, son numerosas con canales entre ellas, oímos serle llamadas la “Venecia de Argentina”. El traslado entre las islas es a través de botes y lanchas los cuales se conducen, si mal no recordamos, por unos dos mil kilómetros de canales.



A toda el área de las islas también se la llama, como es de esperar, el Delta. Muchas de las islas han sido pobladas, creándose una comunidad dispersa y hasta cierto punto muy privada e independiente debido a su acceso sólo por agua. Aunque en algunas de las islas, como la Isla Martín García, hay pueblos con aeropuerto, museos, camping y otras atracciones propias de la región. No faltan las reservas naturales, aunque por lo poco que logramos ver en todas partes la naturaleza se encuentra floreciente. El simple hecho de tomar una lancha para ir a uno de los restaurantes en el Delta, que son varios y muy recomendados, le aportará la oportunidad de ver el desenvolvimiento de la vida en esta muy interesante sección de la Argentina.



Desde Tigre salen lanchas que le llevan al Delta. En la parte del puerto hay un lugar llamado Estación Fluvial de Tigre donde puede toma una lancha ómnibus por un precio bien razonable. Estas lanchas lo dejan en las islas y después lo recogen, como un ómnibus. Claro si de verdad quiere pasear en lancha puede ir hasta Carmelo, en Uruguay, viajando por dentro del Delta.



Si desea también puede disfrutar en la ciudad de Tigre. Además de servir como puerto entre la metrópoli de Buenos Aires y el Delta, Tigre de por sí es una de las destinaciones de fin de semana preferidas de los porteños. Lo cual hace de esta ciudad uno de los puntos más turísticos de toda la Argentina. Entre los lugares que visitamos pudimos disfrutar del Puerto de Frutos, donde muchos comercios menores venden todo tipo de adornos para la casa y el jardín. En este lugar puede almorzar en uno de los restaurantes que sirven platos adecuados para el paladar y refinamiento de los porteños, en otras palabras, la comida es deliciosa. Nos recomendaron pasear a pie por la parte colonial para ver la arquitectura de las casas y llegarnos hasta la Iglesia de la Inmaculada Concepción, pero bueno, el próximo viaje lo trataremos. En la ciudad vimos un casino, museos, parques, parques de diversiones, hoteles y todo lo demás propio de un lugar acomodado para el turismo.



Tigre cuenta con una población de unos trescientos mil habitantes. A unos 30 kilómetros del centro de Buenos Aires el viaje se puede hacer por carretera, ómnibus o tren. No importa que transporte seleccione, el viaje es tan pintoresco que se justifica de por sí mismo. Antes de llegar a Tigre se encuentra San Isidro, otra ciudad que se debe visitar por sus jardines, edificaciones coloniales incluyendo una bella catedral, y en general ambiente bohemio y acogedor.




Nosotros visitamos Tigre entre semana. No tuvimos problemas encontrando donde estacionar el carro y todo estaba muy calmado y agradable. En el Gran Buenos Aires viven muchas personas y siendo Tigre una destinación preferida de los fines de semanas, según nos dijeron, los sábados y domingos no es tan fácil encontrar parqueo. Una opción es visitar en un tour; no se tiene que preocupar del transporte y los guías, al menos los que a nosotros nos atendieron en otros tours, se encargan de todo. De todas formas, si se llega hasta Buenos Aires, trate de ir hasta Tigre y el Delta, le va a gustar.

Bolivia: Copacabana


Copacabana es un pequeño pueblito en Bolivia. Lo encontramos en las orillas del lago Titicaca, en una península que se une a tierra firme en Perú. Porque este majestuoso lago es frontera entre Bolivia y Perú. Mas sin embargo la península se encuentra en el lado del Perú pero pertenece a Bolivia. Para llegar a Copacabana en automóvil desde La Paz, sin pisar territorio del Perú, es necesario cruzar el lago. Lo cual no es ningún problema porque en el Estrecho de Tiquina tienen unas barcazas donde cruzan los ómnibuses llenos de personas.



Tal vez ir a Copacabana no indique tener significado alguno, excepto por las vistas que son increíbles y las truchas del lago que son una exquisitez. Sin embargo es en Copacabana donde está el santuario de la Santísima Virgen de la Candelaria, o como también le llaman, la Virgen de Copacabana. No vamos a entrar aquí en diferencias de religiones pero si quiere ver fe en los creyentes, visite esta iglesia. Dicen que esta imagen de la virgen es sumamente milagrosa.



También nos dijeron que los sábados aquello se llena porque toda persona, incluyendo los residentes de La Paz, que ha adquirido un automóvil esa semana lo trae para bendecidlo frente a la catedral. El pueblito aunque pequeño es muy alegre y está bien equipado para el turismo. Si se llega hasta Bolivia trate de visitarlo, sólo las obras de arte en el templo son suficiente razón para darse el viaje. Nosotros, fuimos a conocer y venerar la Virgen de Copacabana.



fuente: caminandosinrumbo.com

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